Introducción
Nos encontramos con que Jessica disfruta y aprovecha la tranquilidad que le proporciona tener el trastero como dormitorio para relajarse y escribir en su diario. Monday, June 20, 1994 (08:00 pm) Las clases ya han terminado, pero, además, es un día señalado en su calendario personal, por lo que les pasa a las chicas. Es su primera vez y se presupone que necesita un poco de tranquilidad.
Sin embargo, aunque pueda sentirse escondida de todo el mundo, esta vez sin ningún remordimiento ni sentimiento de culpa, porque nadie pensara que se esconde —tan solo se queda en su dormitorio—, el resto del mundo no se ha olvidado ni desentendido de ella. Ha de entender que quienes la aprecian se preocupan por ella.


Son las 08:05 PM; se supone que ya ha tenido tiempo de cenar y que ahora se prepara para dormir, con la diferencia de que, al tener un dormitorio para ella sola y vivir en el trastero, disfruta de una mayor libertad, que mientras permanezca allí nadie se preguntará dónde está ni lo que hace.
Aunque sea un poco «trasto», es una buena muchacha, educada, obediente, un «sol», con el único inconveniente de que en ocasiones saca su carácter, porque no le agrada eso de que le busquen familias de acogida ni nada que para ella suponga un alejamiento de cualquier posibilidad de que su padre, su «Daddy», la encuentre allí. Por las buenas es todo un encanto.
La entrada de Ana
Ana: Una chica de trece años como tú no se puede pasar encerrada todo el verano en el St. Clare’s ni aislada del mundo. —Me recrimina. – Creo que este verano deberías ir al campamento junto con tus compañeras.
Puede parecer que Ana acude con intención de tocarle las narices al aludir al campamento, sabiendo de antemano que Jessica lo descarta de plano, que la pueden apuntar, pero hará lo imposible por no subirse al autobús ni a ningún medio de transporte que implique alejarse del St. Clare’s más tiempo del indispensable para gestiones puntuales.
Ana tan solo le demuestra su disconformidad ante su postura, ante su negatividad y testarudez. Da la sensación de que Jessica se teme que nadie más que ella tiene interés en que ese encuentro con su padre se produzca, que, como Monica y Ana andan de acá para allá, cuando su padre llame a la puerta, no habrá nadie que le abra.
Jessica parece tener la idea del encuentro con su padre y el hecho de que se pueda marchar con él; será casi como cuando los padres de acogida vienen a recoger a las niñas. Sin embargo, es una visión que se aleja bastante de la realidad. Sobre todo, porque desconoce las gestiones previas que se han de hacer.
En cualquier caso, para Jessica es indiferente lo divertido y provechoso que pudiera ser acudir al campamento de verano, pasar unas cuantas semanas lejos de su ambiente, relacionándose con gente de su edad en un ambiente lúdico y veraniego. Quienes acuden regresan encantadas y deseosas de repetir al año siguiente e incluso se lamentan de que por su edad ya no las admitan de nuevo.
Mejor no contrariarla.
Ana: Estás en un momento complicado de tu vida y entiendo que necesitas que te dejen tranquila. –Se justifica. – Pero no te confíes mucho a tu suerte porque no siempre seré igual de considerada.
De todos modos, esta vez Ana se muestra doblemente comprensiva con las reticencias de Jessica. Está un poco más sensible o susceptible de lo habitual; ha iniciado una etapa de su vida un tanto complicada y el hecho de mandarla al campamento supone derivar el problema, cuando lo que Jessica necesita es sentirse segura y tranquila, que esto no lo convierta en una tragedia.
Nadie sabe aún por qué su madre la abandonó, menos aún las razones por las que el padre aún no ha mostrado ningún interés por ella. De manera que todo son especulaciones con más o menos sentido. A la autoestima de Jessica no le ayuda demasiado la sensación de que su mundo se le derrumba por momentos.

¿Será que esto de que sea una chica, con las cosas que les pasan a las chicas, no es del agrado de su padre? Casi seguro que a su padre, a su «Daddy», no le agrada la expectativa de tener que hacerse cargo de «un saco de problemas con patas«, por eso no ha venido aún a por ella. Casi mejor que hubiera nacido como niño porque «esto a los chicos no les ocurre«.
Ana: Alguien te diría que, por suerte para ellos, no. –Me responde. – Sin embargo, no tiene nada de malo que las chicas pasemos por esto, nos hace más especiales que a ellos.
Jessica es una jovencita que necesita una cierta vigilancia, de manera que es mejor no provocar que se agobie sin motivo. Después de todo, ya no tiene nada de particular que pase allí los veranos, ya que de todas maneras alguna de las tutoras se ha de quedar. El St. Clare’s no cierra del todo por vacaciones. Sigue siendo el punto de referencia para todas las niñas que tiene bajo tutela.
Hacerse mayor
Jessica se encuentra un tanto susceptible y pesimista. Se ha producido un cambio trascendental en su vida y ha sido la mañana del 20 de junio de 1994. Igual se podría haber esperado a la llegada de Daddy y que éste se hubiera llevado el susto, en vez de encontrarse ya con todo hecho.
¿Acaso Monica y Ana saben algo de ella que los demás ignoramos? La han mandado al trastero, alejado de Jodie y Brittany. ¿Acaso va a ser verdad eso de que es una «supergirl» y esperan que de un momento a otro sufra una mutación? ¿Por qué la han mandado a ella al trastero?

Según Ana, lo que Jessica tiene se llama «adolescencia«, lo que suena como algo muy intrigante y misterioso. «La adolescencia«, una etapa de la vida llena de cambios físicos y mentales. Algo que Jessica tendrá que padecer y descubrir en su día a día. Algo así como ser la protagonista de una película de terror o de aventuras, pero sin poder cambiar de canal.
El único consuelo que le queda es pensar y confiar en que a las demás también les sucede lo mismo, aunque lo malo es que cada cual sufre estos cambios a su ritmo, por lo que tampoco puede estar segura de que sea correcto tomar a alguien como referencia en ese sentido, porque puede que aún no les haya pasado o, por el contrario, haya dejado de tener importancia.
¿Y si eso de «la adolescencia» en Jessica es diferente porque ella no acude a clase de Spanish? Tal vez, en las clases de Spanish se hable de la adolescencia, pero como Jessica se resiste a acudir, no está al corriente. Quizá las niñas españolas pasen por eso de la adolescencia de manera diferente a las estadounidenses. Jessica tiene una genética mixta.
¿Y si resulta que cuando nació su madre descubrió algo en ella que le provocó ese rechazo? Algo que no se aprecia a simple vista, pero que cuando nació y le hicieron ese primer y exhaustivo reconocimiento médico, lo detectaron de inmediato. A sus trece años y dos meses, Jessica se siente un poco rara, diferente, adolescente.
Ana: [Me mira a los ojos como si me leyese el pensamiento]. No, esto tampoco tiene relación con la asignatura de Spanish ni con el hecho de que fueras abandonada.
Origen
- Esperando a mi Daddy. Monday, June 20, 1994
- Reflexiones personales

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