Te pagarán por ir a clase

Monday, November 21, 1994 (07:00 PM)

Introducción

Como ya hemos dicho, la actividad que la han pedido en el colegio es una recaudación de fondo por una buena causa y por un método original y adecuado, que conlleve una implicación personal, un esfuerzo, no solo el hecho de ir puerta por puerta o asaltando a la gente por la calle con ese reclamo de aportaciones. Se trata de conseguir que se premie el esfuerzo, que sea un apoyo.

La idea inicial de Jessica, para su lema «No money, no happy», era vender billetes de un dólar a un precio algo mayor y que la ganancia, la aportación, estuviera en ese extra. Aunque eso de conseguir billetes de $1,00 en principio parece un poco complicado, casi tanto como convencer a la gente de que los compre al precio de $1,25.

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Ese desprenderse del dinero por una buena causa, en teoría, parece buen argumentado, el dinero no da la felicidad, pero sí el hecho de ser generoso, desprendido, la caridad altruista y desinteresada, sobre todo si es por una buena causa. Sin embargo, aun teniendo claro el cómo, no está claro aún a qué causa irá destinado el dinero recaudado, porque para su propio beneficio no puede ser.

Ante esta disyuntiva y controversia, Ana le ha sugerido un método de recaudación que sí supone un esfuerzo y que entiende que la gente estaría más dispuesta a apoyar sin sentirse «timados» y sin necesidad de ser demasiado rebuscados. En vez de billetes de $1,00, que recaude dinero por asistir a clases de Spanish, consciente de que en principio se niega en redondo.

Llegan rumores

Al parecer, dado que Ana parece haberle hecho esa propuesta en serio, no tiene reparo en comentarlo con otras niñas del internado, o al menos provocar que ello llegue a sus oídos. Espera sea un incentivo para que Jessica abandone esa rebeldía y victimismo, Jessica supere el mayor de sus traumas.

Como no puede ser de otro modo, dado que como se suele decir «la curiosidad mató al gato«, la reacción de Jodie es casi inmediata, no tanto porque le parece buena idea, sino porque quiere enterarse de ello con un poco más de detalle, sin estar del todo de acuerdo con dicha posibilidad. A ella no le pagan por ir a clase, va porque es su obligación.

Jodie: ¡Oye! ¿Es en serio que mañana irás a clase de Spanish? – Me pregunta contrariada. – ¿Eso vale para recaudar fondos? – Pregunta. – Supongo que cuando se lo comentes a los profesores éstos dirán que no vale, porque la asistencia a clase es obligada. Si hasta ahora te has considerado exenta, no es problema de nadie. – Me dice en tono recriminatorio.

Para su recaudación de fondos Jodie espera ofrecer corazones, es decir, llegar a un acuerdo con alguna tienda del barrio que se los pueda proporcionar y venderlos a un precio justo y equitativo. De manera que por su parte se vea una implicación, que no sea un dinero recaudado sin más y quede como un recuerdo para todos aquellos que colaboren con ella.

De hecho, incluso se plantea que esos corazones estén personalizados, lleven inscrito el lema de su campaña de recaudación, para acentuar aún más la causa y que la gente sepa el destino de todo lo recaudado.

Está segura de que en las fechas en las que están, si además esos corazones son bonitos y de un material perdurable, pueden ser un buen regalo, incluso servir como originales adornos navideños, sobre todo para aquellos que no quieran decorar sus árboles de navidad y sin casas siempre con lo mismo. Tendrán algo tangible.

La sugerencia de Ana para Jessica no le convence demasiado, Jessica admite que tampoco le entusiasma demasiado. A la gente, sobre todo a los profesores, se les va a hacer raso eso de que esa silla que suele estar libre en sus clases, de pronto esté ocupada y acapare toda la atención. además no se trataría tan solo de que fuera a calentar la silla.

Jess: A Ana no le ha convencido mi idea de la venta de billetes de un dólar y me ha sugerido eso. – Le respondo. – Aún no sé si lo haré porque llevo desde 5th Grade renegando de esa asignatura y esto es como si cayera en una trampa.

Si Jessica acude a clase, más con el argumento de que «se lo financiarán«, se entiende que tendrá que tener una participación activa, asumir el reto de que tanto los profesores como sus compañeros querrán conocer cuál es su nivel de conocimiento del idioma, cuando la creencia general es que le aprueba curso tras curso por su cara bonita.

Jessica 13 años//Copilot designer

¿Jugamos?

Gracias a la conversación con Jodie nos enteramos de cuál será la campaña de recaudación de fondos de Brittany, quien en principio no parece que se quiera complicar en exceso, pero si que esta actividad de convierta en algo divertido e implique al mayor número de gente posible

Jodie y Britanny

De hecho, como ya hemos comentado, hay tan complicidad entre estas dos chicas, que incluso están dispuestas a ponerse de acuerdo, a colaborar entre ellas y conseguir un doble beneficio, porque entienden que hay una compatibilidad y coherencia en sus campañas.

Brittany se ofrece a jugar, a organizar juegos para todo el mundo, para todo el que quiera jugar con ella, de manera que las tardes sean como una pequeña fiesta, aunque el participar de esos juegos no sea gratis, porque se trata de recaudar fondos, pero se pueden llevar un corazón de regalo, de los que reparte Jodie.

Jodie: Brittany me ha sugerido que quizá le regale uno a todo el que quiera jugar con ella. – Me comenta. – Según ella, así consigue un poco más de dinero y las dos salimos beneficiadas.

La aburrida clase de español

Es mucho más divertido participar en los juegos de Brittany y llevarse un corazón de regalo, que tener que asistir a una clase de la asignatura de Spanish y ver cómo Jessica se pone en evidencia, se la pone en ridículo porque por mucho que le ofrezcan a cambio ella insiste en ser una chica «I don’t speak Spanish«. Aparte que el aforo en el aula está restringido a los alumnos y tampoco es para convertirlo en un circo.

Clase de Spanish// Copilot designer

Pero como sería por una buena causa, una manera de motivarle, y de evidenciar su madurez y sus progresos a la hora de superar sus traumas infantiles, Ana está segura de que si Jessica se comprometiera a acudir a clase durante las próximas semanas, al menos hasta las vacaciones de Navidad, sería fácil que encontrase a mucha gente generosa y dispuesta a demostrarle su apoyo.

En principio ya sabemos lo que Ana está dispuesta a ofrecer por cada clase a la que asista. es decir, con cuatro semanas por delante y cuatro horas de clase a la semana, a poco que encuentre otros patrocinadores igual de generosos, al final puede conseguir una gran recaudación para esa causa benéfica aún por determinar.

Jess: A mí me ha prometido $5,00 por cada clase de Spanish a la que asista. – Le comento.

Si se extiende la noticia y la gente ve que Jessica hace el esfuerzo, casi seguro que en el barrio, entre la gente de la parroquia y aquellos que contribuyen con sus aportación al mantenimiento del St. Clare’s, habría más de uno dispuesto a igualar o mejorar la oferta de Ana.

Jessica acudiría a clase de español (Spanish) como una alumna más y dejaría durante un tiempo de ser el quebradero de cabeza de todo el mundo. Es por una buena causa.

Origen

  • Esperando a mi Daddy. Monday, November 21, 1994.docx
  • Reflexiones personales