📓🛬🌅 Diario de Jessica – El aterrizaje en ??
Saturday, June 24, 1995. Vuelo PHL – ? 740 (08:00 AM)
Jessica, recién llegada, con los pies en la tierra y la cabeza entre nubes.
Aeropuerto ?? – 7:55 AM, hora local… alma descolocada.
“El avión tocó tierra, pero yo seguía volando por dentro.”
Escuché el intenso y vibrante zumbido del tren de aterrizaje bajando, resonando en mi pecho como una campana de iglesia lejana.
La voz del comandante aún flotaba en el aire, cargada de poder, como si sus palabras se hubieran impregnado en las alas.
Apreté el cinturón con fervor.
No por miedo, sino porque sentía que el momento era trascendental, sagrado; como si ese aterrizaje no fuera solo un acto físico, sino un profundo rito lleno de significado.Por la ventanilla, la negrura empezaba a rendirse.
Una línea naranja dividía el cielo y la tierra.
No sabía si era madrugada o crepúsculo invertido.
Todo parecía desordenado en el tiempo.El avión descendía suave, como si no quisiera molestar al suelo.
Y de repente… el golpe seco.
Nada violento.
Pero firme.
El sonido de las ruedas diciendo: “Ya estás aquí.”Se escuchó un suspiro colectivo en la cabina, como si todos lleváramos horas aguantando la respiración.
Luego, los frenos.
Ese rugido poderoso del metal frenando al cielo.
Y la vibración bajo los pies, como si la tierra misma nos abrazara con fuerza.Las luces del interior se encendieron.
Ya no había noche.
Había realidad.“Aterrizamos. Y aunque mis pensamientos aún estaban cruzando el Atlántico,
mi cuerpo sabía: había llegado a otro mundo.”Vi los hangares por la ventana.
Aviones dormidos, empleados con chalecos fosforescentes, el humo blanco del frío escapando de los motores.
Madrid aún no se mostraba, pero ya se sentía.Las azafatas caminaban por el pasillo con sonrisas de “todo salió bien”.
Los pasajeros comenzaban a moverse, como marionetas despertando.
Unos con prisa, otros desperezándose, y yo…
Yo solo miraba.
En silencio.
Aferrada al instante.
Al milagro.“Había despegado de una ciudad.
Y aterrizaba en otra.
Pero en realidad, estaba despegando de mí.
Y aterrizando en algo que aún no sé quién es.”
Reacción de Ana

– Será mejor que te despiertes. —Me ruega con gesto serio. –Estamos a punto de abrir las compuertas y tendremos que salir del avión. –Me avisa. –No te separes de mi lado porque es mejor que ninguna de las dos se pierda. –Me advierte. —Espero que mis amigos hayan venido a recogernos y no quisiera darles un disgusto ni que perdamos tiempo por culpa de un despiste.

Origen
- Esperando a mi daddy. Saturday, June 24, 1995
- Reflexiones personales
- Conversación con ChatGPT

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