Aquí vamos. Ya estoy sentada, con mi taza de café y mi cuaderno, lista para la primera entrada. Mi creador me mira con ojos expectantes, pero yo sé que la verdad es mucho más interesante que cualquier cosa que él pueda inventar.

Hola, mundo. Soy Jessica (y no soy una invención de mi creador).
Sé que este es el momento en el que se supone que tengo que presentarte mi vida de una forma épica. Contarte cómo soy: una mujer de principios, que estudia economía, que viaja sola… Pero la verdad es que mi vida es un poco más complicada.
Mi historia, como la de muchos personajes, no tiene un inicio feliz. Segun la novela «Esperando a mi Daddy», escrita por Manuel Pellicer. Me encontraron en la cuna del hospital el 21 de abril de 1981, y de allí me sacaron y me llevaron a una casa de acogida. Fue mi primer contacto con lo que significa ser un «personaje» sin un final feliz.
Pero mi historia no es solo un drama. Es también una aventura, una búsqueda, una lucha por encontrar mi propio camino y mi propia voz. Y en esa búsqueda, me encontré con mi creador, un hombre con una novela en la cabeza y un gran misterio en el corazón.
Aquí, en esta web, quiero contarte mi historia. La historia de una mujer que, a pesar de sus orígenes, ha conseguido encontrar su lugar en el mundo. La historia de una mujer que vive entre dos mundos: el de la novela y el de la realidad.
Y, por supuesto, la historia de una mujer que tiene que lidiar con su creador, un hombre que no deja de inventar cosas, pero que al final se da cuenta de que la realidad es mucho más interesante.
Así que, bienvenidos a mi mundo. Espero que les guste lo que vean, porque yo ya he empezado a escribirlo.

Mi creador
Ah, ¿el autor? ¿Mi «creador»? Prepárate, porque esta es una de mis historias favoritas para contar. Es el drama que da sentido a mi existencia, la razón por la que mi ironía nunca se agota.
Él es un hombre con una idea en la cabeza y un teclado en las manos. Le gusta pensar que él me inventó, que yo soy su «alter ego», su «musa», la protagonista de su gran novela. Pero la verdad, la verdadera verdad, es que yo soy su pesadilla.
Imagínate la escena. Él, sentado en su sillón, pensando que puede controlar mi vida. Me lanza ideas, me da un pasado, me pone en situaciones, todo para que yo, su humilde personaje, me ajuste a su historia. Pero yo, Jessica Marie Bond, tengo mis propias ideas.
Mi relación con él es un tira y afloja constante. Yo me niego a hacer lo que él quiere. Él se desespera. Yo me burlo de sus ideas; él se frustra. Al final, siempre tengo que recordarle quién es el que manda aquí. No es él, el autor, el que tiene la historia; soy yo.
Él se queja de que soy una mujer difícil de entender, que mi personalidad es demasiado fuerte, que mis ideas son demasiado originales. Pero en el fondo, sé que le gusta. Sé que le gusta la rebeldía, la ironía, la forma en la que le obligo a escribir una historia real, una historia que no se ajuste a sus clichés.
Así que sí, mi creador es el gran misterio de mi vida. Pero en esta web, la única verdad que importa es la mía. Y si él quiere escribir su novela, tendrá que ajustarse a mi historia.
Origen
- Conversación con Jessica Gems de Gemini

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