Etiqueta: Esperando a mi Daddy
Friday, September 6, 1995. 05:00 PM Trastero
Ese libro de Spanish no es sobre mi padre
Hay un libro de español sobre mi escritorio. Pesa, no por sus páginas, sino por lo que significa: una obligación, un objeto extraño que no tiene nada que ver conmigo. Ana, mi tutora, cree que es una especie de puente, pero se equivoca. Se lo dije hoy mismo, con toda la claridad que pude:

Ese es el libro de Spanish, no es el libro sobre Daddy
Y lo peor es que es idea de Ana, la misma que este verano me llevó a un lugar que juraría que era en España, una ciudad amurallada sobre una colina. Ahora me obliga a estudiar el idioma como si fuera la llave, pero para mí sigue siendo un candado. Para ella, el libro es una puerta. Para mí, es un muro que me separa de lo único que me importa de España: encontrar a mi padre.

1. Una asignatura impuesta: El precio de quedarme
Mi relación con este libro y con la asignatura de español no nace del interés. Nace de una amenaza. Ana me lo dejó claro. Mi plaza aquí, mi habitación, todo depende de mi comportamiento y mis notas. Y la condición número uno, la innegociable, es el español. Su condición es explícita:
"la condición es que estudie y aprenda español, lo cual habré de hacer por mucho que la idea no me convenza."
¿Cómo se supone que voy a encontrar a mi padre en un libro que es un chantaje? Es imposible. Cada vez que lo veo, solo pienso en que es el precio que pago por no acabar en Matignon High. Como escribí en mi diario,
"Acudo a esta asignatura bajo chantaje, presionada. Es el coste por estar en el St Clare’s cada día hasta mi traslado a la universidad..."
No es una conexión, es una cadena. Es el recordatorio constante de lo que perderé si no obedezco.
2. La España del libro contra la España de mi padre
Hay un abismo entre la España que intentan enseñarme y la única España que de verdad me importa. La España del libro es de mapas y ríos con nombres que no me interesan. La de Mr. Bacon, el profesor, es de ciudades como Madrid y Barcelona y reglas gramaticales que no entiendo.
Mi España es diferente. No es abstracta; es la imagen de una ciudad amurallada en una colina, con un río alrededor. Una imagen que Ana me dio y que podría ser Toledo, el lugar donde nació mi padre. Esa es la única geografía que busco. He decidido desconectarme de todo lo demás, es una forma de protegerme. Como le dije a Ana:

No quiero saber nada de España, del idioma ni de su cultura mientras daddy no venga a por mí
El libro intenta enseñarme sobre un país entero, pero yo solo estoy buscando a una persona.
"Lo primero y único que quiero saber de España es que Daddy se interesa por mí y desea que me reúna con él lo antes posible."

Lo primero y lo único que quiero saber de España es que Daddy se interesa por mó y desea que me reúna con él lo antes posible
3. Una tortura en el aula, no una búsqueda
La primera clase fue la prueba de todo. Mr. Bacon colgó un mapa y mis compañeros empezaron a preguntar por ciudades que para mí eran solo ruido. Madrid. Barcelona. Sevilla. A mi lado se sentó una chica, Yuly, que parecía saberlo todo. Contagiaba una alegría insoportable, respondía en un español perfecto y hasta le dijo al profesor que su madre era de Vigo. Otra conexión fácil con una España que no es la mía.
Yo debería haber sido la que levantara la mano para preguntar por Toledo, pero no sentí nada. Y entonces, justo cuando el profesor me iba a preguntar algo, unos chicos empezaron a cantar una canción estúpida con mi apellido. ♫ Jess Bond, Jess Bond, you are Jessica Bond ♫. Sentí cómo se me encendía la cara. En ese momento, la clase dejó de ser una obligación para convertirse en una humillación. No es una aventura de descubrimiento; es una pesadilla, una tortura.
Conclusión: Papel y tinta no reemplazan la esperanza
Al final, este libro de Spanish es solo eso: papel y tinta. Un requisito que debo cumplir para no terminar en Matignon High, lejos de la única casa que conozco. Cumplir con esta asignatura es una estrategia de supervivencia, no una búsqueda de mis raíces.
Mi verdadera búsqueda, la que me mantiene aquí, en St. Clare’s, es la de Daddy. Esa es una esperanza real, personal, que no se encuentra en ningún libro de texto. El idioma español solo tendrá sentido para mí el día que pueda hablarlo con él. Hasta que ese momento llegue, el libro sobre mi escritorio seguirá siendo lo que es: el libro de español. Nunca será el libro sobre mi padre.
Origen
- Esperando a mi Daddy. Friday, September 6, 1995. pagina 6
- NotebookLM
