Wednesday, January 3, 1996

School Resumes
 Snow                             Temperatura:              33,98°F | 17,06°F                                                                                                                  1,1°C | -8,3°C                                                               Precipitación:                                                23,37 mm /0.91 IN
                                       Snow depth                                20.90 IN
 Horas de luz                                                 07:13 AM - 04:23 PM

06:20 AM. My bedroom

12:00 AM	26.96°F / -2.8°C	N/A	Débil nevada
01:00 AM	26.06°F / -3.3°C	2.0 mm	Nieve
02:00 AM	24.98°F / -3.9°C	1.5 mm	Nieve
03:00 AM	26.96°F / -2.8°C	2.0 mm	Nieve
04:00 AM	30.02°F / -1.1°C	1.0 mm	Débil nevada
05:00 AM	24.98°F / -3.9°C	1.0 mm	Débil nevada
06:00 AM	28.94°F / -1.7°C	1.8 mm	Débil nevada

Suena el despertador

Hoy se retoman las clases después de las vacaciones y ayer por la tarde comprobé, no sin cierto disgusto, que la primera clase será la de Spanish, por lo cual casi preferiría ir mañana y empezar el curso con cualquier otra asignatura, aunque me temo que no tendré esa suerte y ya sé lo que pasará como se me ocurra alguna estupidez a dos semanas de los exámenes, aunque tampoco creo que eso cambiase demasiado mi situación, salvo por el pequeño detalle de que Ana espera que me comporte como una chica responsable y, aparte de acudir a clase con normalidad, me plantee cada asignatura con la responsabilidad y el esfuerzo que cada una requiera. Además, como Mr. Bacon está pendiente de que acuda a clase, lo más seguro es que Ana se enterase de mi falta antes que los empleados de la secretaria, que son quienes llevan el control de asistencia. A Ana le prometí que acudiría a clase todos los días y no es momento para que me lo piense mejor. De hecho, me dirá que es un poco tarde para cambiar de parecer. Por otro lado, ahora tengo una buena amiga y tampoco es justo que le falle a ella también.

Es año nuevo, por lo cual, como Ana me ha recomendado, he de dejar la negatividad y el pesimismo a un lado para tomarme la vida con un poco más de alegría y entusiasmo, aunque me parezca que vivo en una pesadilla constante porque sigo sin noticias de Daddy y con la sensación de que nunca sabré nada de él, que lo más probable es que él tampoco quiera saber nada de mí, de lo contrario, por muy difícil que le resultase dar conmigo, lo intentaría, porque supongo que tendrá más información que yo sobre mi madre y tal vez ello le ayude a orientar esa búsqueda. Yo lo único que sé es que Toledo se encuentra demasiado lejos y que mi nombre me lo pudieron las enfermeras del hospital porque desconocían mi procedencia y tuvieron que improvisar. Quizá debieron pensar en alguna manera de que Daddy me encontrase, en vez de ponerme el apellido de mi madre porque resultaba más americano.

Wednesday, 1/3/96
Day     1
 1          Spanish
 2          Health & Physical Education
 3          World History
             Lunch A
 4          Science
 5          Algebra
 6          English

Da igual que haya nevado en los últimos días o que lo haga hoy, mientras no llegue el aviso de que se suspenden las clases, mi obligación es ir, ya sea por propia voluntad u obligada. Mejor lo primero antes que lo segundo, sobre todo que sea con entusiasmo, más que con resignación porque así aprovecharé mejor el tiempo y desbordaré alegría. Tal y como Ana me insiste estos últimos meses ya no estoy en el St. Francis y he de empezar a comportarme como la adolescente que soy, dejar a un lado mis actitudes infantiles que no me aportan nada. Lo único positivo de esa recriminación es que las restricciones no incluyen a Daddy, éste se puede quedar. No hay necesidad de que le esconda ni que lo convierta en un anhelo secreto, dado que Ana está segura de que contra eso no hay nada que ella pueda hacer ni decir para que cambie de idea. Es más, le parece muy positivo que lo mantenga, siempre que ello sea un aliciente, algo que me motive, de lo que ya he dejado claro en muchas ocasiones. Incluso Ana tiene sus propios secretos y hasta cierto punto tampoco es tan malo que las chicas los tengamos, siempre que se trate de algo bueno. Esto es, que para que Daddy se siente orgulloso de mí aparte de yo misma, lo correcto es que hoy vaya a clase como todo el mundo.

Ana: (Se asoma por la puerta) Espabila que se te hace tarde. – Me ordena. – Ya es año nuevo y se retoman las clases. – Me recuerda con intención.

Jess: ¡Nos podrían dar otra semana de vacaciones! – Replico.

Ana: ¿Alguien te ha contado cómo son las vacaciones en España? – Me pregunta con intención y creyendo saber la respuesta. – Si no te apetece que te mandemos a clase ni el traslado a Matignon High, para el próximo curso te trasladas a Toledo y así disfrutas de unas vacaciones de Navidad más largas. – Me propone con intención.

Jess: Sabes que prefiero no preguntar sobre eso. – Le respondo para que no haya suspicacias.

Ana: Pues, entonces, menos pensar en las musarañas y espabila. – Me contesta. – Yo no tengo que ir a clase. Tú sí tienes que ir a clase. Mr. Bacon tiene que dar la clase, tu amiga Yuly tiene que ir a clase. Nosotras tenemos que espabilar, vosotras tenéis que estudiar, los jóvenes tienen que ir a clase.

Jess: ¿No tengo que ir a clase esta mañana? – Le pregunto con complicidad. – Entonces me quedo en la cama ¿Vale? Buenas noches.

Ana: ¡Si tan lista eres, no sé cómo no obtienes mejores calificaciones! – Replica y me recrimina con complicidad. – Tú deberías ir a clase todos los días y cada día. – Me recalca.

Será mejor que espabile o, de lo contrario, se pondrá seria conmigo y estoy segura de que no será una experiencia que me vaya a gustar. La mejor manera de esconderse para evitar la reprimenda es que no pierda el bus, que me aproveche de eso de que este curso he ampliado mis fronteras mentales, por lo tanto, han aumentado los lugares donde me pueda escapar y que no me encuentren. En realidad, creo que debería preocuparles porque los precedentes en ese sentido no son muy alentadores. Quizá parezca una tontería, pero lo cierto es que a lo largo de mi vida he aprendido algunos trucos sobre los que no acostumbro a escribir por si acaso recurro a ellos en alguna otra ocasión. En todo caso, Ana confía en mi buen juicio y que sabré estar a la altura de las circunstancias y no le daré ese tipo de sustos. Ella respeta mis manías siempre y cuando yo sepa comportarte lo que de momento estoy haciendo. “Now I don’t skip Spanish class”

Lo que no he hecho en estos días de vacaciones ha sido resolver las definiciones que me propuso el primer día. Quizá lo tomé con excesivo entusiasmo en un primer momento, pero se me fueron las ganas tan pronto como empecé a pensar en otras cuestiones y la verdad es que Ana tampoco me ha preguntado por ello, como si de antemano entendiera que no ha sido un asunto que me haya quitado el sueño, el apetito ni las ganas de divertirme, aunque haya sido a mi manera y con el añadido de que como en navidades anteriores he sido la única que me he quedado aquí. Supongo que, como castigo por mi falta de interés, tendré que ir a clase de todos modos. En cualquier caso, quizá haya pensado que es mejor que lo resuelva a mi ritmo y le dé una respuesta cuando la tenga. Por el momento sigo sin tener claro nada, queda constancia de lo limitado de mi conocimiento, aunque me haya tomado la molestia y el esfuerzo de traducirlo, lo que ya es todo un logro, sin que esté muy segura de que esté bien y por lo tanto tampoco que ello me ayude o sirva para algo.

En todo caso, es mejor que ahora me mueva o me arriesgo a que esa sea una de las preguntas del próximo examen, por eso de que quizá Mr. Bacon y Ana hablen más de la cuenta sobre mis progresos con la asignatura. Al menos esa es una de las muchas historias que Yuly se inventa al respecto, porque de otro modo no se explica que éste aún no se haya rendido conmigo y de vez en cuando haga sutiles alusiones al trato que yo tengo con Ana, lo que por otro lado tampoco tiene nada de particular porque ésta se ha tomado muy en serio mi educación y temo que Mr. Bacon se lo haya tomado como algo personal, como si tuviera que demostrar que es tan buen profesor como mucha gente supone. El objetivo que todo el mundo se ha marcado es que yo apruebe esa asignatura a pesar de las objeciones que le pueda poner, a pesar de mi cabezonería, en realidad Yuly es una de las más interesadas y motivadas en ello porque tiene la sensación de que se juega el curso, por mucho que resulta poco probable que Mr. Bacon le vaya a suspender a ella también en caso de que yo no apruebe, porque la verdad es que tampoco es que se haya dormido en los laureles y gracias a que le copio los ejercicios, se siente obligada a llevarlos al día y hacerlos bien para que no le deje en evidencia delante de Mr. Bacon ni de los compañeros, porque a mí siempre me preguntan.

He de vestirme para la nieve, pero también con idea de que con este tiempo tampoco estaré mucho tiempo a la intemperie, de tal manera que he de abrigarme con idea de no pasar frío, pero tampoco calor. Es decir, casi como lo he hecho en los últimos días, pero con la diferencia de que no me quedo atrapada en el internado y me expondré a las miradas y juicios de los demás, como si llevásemos una eternidad sin vernos aunque tan solo hayan pasado unos días y a la única que he echado de menos ha sido a Yuly, pero no creo a ésta le vaya a importar demasiado mi manera de vestir salvo que sienta cierta curiosidad por saber cómo me manejo en el internado o si yo he notado alguna diferencia con respecto a otros años en ese sentido porque ahora soy la mayor y mis circunstancias son algo distintas a las de las demás. En ese sentido puedo decir que se tiene un poco más en cuenta la ropa que hay en mi armario, ya no tanto porque teman que trapichee con ésta, sino porque Ana entiende que ahora que soy una chica del Medford High, mi apariencia no ha de ser tan infantil, pero tampoco demasiado adulta.

06:40 AM. Kitchen

Yuly: Buenos días. – Me saluda con alegría antes de introducir la cuchara en el bowl de porridge. – Esto no es el Medford High ¿verdad? – Me pregunta con complicidad e intención. – ¡Ya me han hecho madrugar más de la cuenta para nada! – Se queja con jocosidad.

Entro en la cocina y a quien me encuentro no es a Ana, que supondría me preparaba el desayuno, sino a Yuly, quién, por otro lado, parece que acaba de llegar, pero aparte de que aún se le ve con cara de sueño, es muy posible que se haya dado cuenta de que quizá no haya sido tan buena idea esto de hacerme una visita a primera hora porque de todos modos ha tenido que madrugar y entiendo que más que de costumbre y que la única razón está en sus padres, quienes habrán tenido que madrugar más que de costumbre y en tal caso, que ella se quedase en la cama o en casa todo el día no entraba en sus planes, por lo que antes que soltarla a las puerta del Medford High una hora antes han considerado que aquí estaría mejor atendida, que en su caso es una suerte contar con que tiene una amiga en Medford, sobre todo que no reside en un domicilio particular por lo que este tipo de visitas imprevistas no suponen demasiado trastorno. Es más, tanto para los padres de Yuly como para Ana es una garantía de que las dos acudiremos a clase, dado que la consecuencia de que ella falte a clase sin justificación será que le echen una charla y quizá la castiguen un par de fines de semana, pero en lo referente a mí las repercusiones pueden ser mucho más graves y ante tal expectativa ni Ana ni Monica lo consentirán, antes me mandan al Matignon High y se quitan de complicaciones.

Jess: ¿Buenos días? – Le respondo un tanto contrariada al encontrarla aquí y por sus palabras. – ¿Tú qué haces aquí? – Le pregunto

Yuly: Perderme. – Me responde con jocosidad. – Esta semana duermo en casa de mis abuelos y se me ha ocurrido hacerte una visita.

Jess: ¿En casa de tus abuelos de Boston? – Le pregunto contrariada para aclararme.

Yuly: Sí, claro, los de Boston. – Me responde un tanto confusa por mi pregunta. – Mis abuelos paternos. – Añade.

Jess: ¿Y, aun así, has madrugado? – Le pregunto con extrañeza.

Yuly: Me he despertado a la misma hora de todos los días. Como mi abuelo me ha visto un tanto nerviosa, no se le ha ocurrido nada mejor que sugerirme que me viniera a clase, que así no despertaría a mi abuela. – Me explica con cierto asombro. – Al final le he convencido para que me trajese aquí y Ana ha dicho que podía pasar.

Jess: ¿Cuánto se tarda en llegar? – Le pregunto por curiosidad.

Yuly: Algo más de media hora. – Me responde. – Mis abuelos viven en pleno centro de Boston, en la Commonwealth Ave. – Me aclara para justificar que haya tardado un poco más.

Jess: ¿Aún no has desayunado? – Le pregunto dado que come con apetito. – En menos de diez minutos hemos de salir hacia la parada del bus. – Argumento.

Yuly: Ana me ha ofrecido un bowl y no he podido negarme. – Me responde. – A ti te ha preparado otro. – Me aclara para que no le acuse de robarme el desayuno. – Además, le ha dicho a mi abuelo que nos acercará con la furgoneta. – Me aclara. – Yo no tengo contratado el servicio de bus, aunque supongo que no pasa nada porque me cuele un día.

Jess: No te lo recomiendo. – Le contesto con conocimiento de causa. – Los chicos son tontos de remate y más cuando hay caras nuevas. – Alego. – Dudo que después de las vacaciones hayan madurado.

Yuly: ¿A ti cómo te han ido las vacaciones? – Aprovecha para preguntarme.

Jess: Sin novedad. – Le respondo sin mucho entusiasmo. – Ya sabes que aquí hay pocos cambios. – Argumento. – Me he aburrido bastante, pero ya estoy habituada.

Yuly: ¡Te habrás hartado a estudiar Spanish y ahora pretenderás ser la primera de la clase! – Replica con jocosidad.

Jess: He desconectado del todo. – Le confieso ahora que Ana no me escucha. – Me puso unas cuantas definiciones, una para cada día, pero ni me he molestado. – Le comento.

Yuly: Si quieres, después me las enseñas y te ayudo. – Me propone con complicidad y plena disposición.

Jess: Pensaba llevarlas y enseñártelas de todos modos. – Le confieso.

Yuly: ¡Cuándo Mr. “¡Panceta” se entere que te has tocado las narices durante todas las vacaciones no te aprueba, aunque mejores tus resultados en el examen! – Replica con jocosidad

Jess: No me apetecía. – Argumento. – ¿Tú que has hecho estos días?

Yuly: Me hubiera gustado un viaje a Vigo, pero con esto de que las vacaciones son cortas mis padres ni se lo han planteado. – Me comenta. – Allí están de vacaciones hasta el lunes de la semana que viene. – Me explica. – Como te comenté, empezaron el mismo día que nosotras.

Jess: Ya me dijiste que te quedarías en casa. – Le recuerdo.

Yuly: Lo cierto es que han sido días para estar en familia, con la de aquí. – Me aclara. – Este año ni mis “yayos” ni mi tío Luis han venido a vernos. – Me comenta. – Tenían trabajo en el negocio y el viaje no resulta barato.

Jess: Al menos vienen. – Le respondo con intención.

Yuly: ¡Mira la quejica! – Replica. – ¡Si no sabes más de tu Daddy es porque no quieres! – Se defiende.

Mejor que cambiemos de conversación porque este tema es un tanto delicado y podemos acabar discutiendo son querer. Sé que en las palabras y respuestas de Yuly no hay mala intención, tampoco por mi parte, sin embargo se hace inevitable que compartamos confidencias y alusiones a nuestros anhelos, aunque su caso no es como el mío porque tanto a sus abuelos como a su tío les veré este verano, aparte de que la familia se mantiene en contacto, mientras que yo no puedo decir lo mismo con respecto a mi trato y relación con Daddy es nula, salvo que haya algo que Ana me oculte, porque aún sigo mosqueada con el tema del viaje del verano pasado, sin que como tal haya habido ninguna novedad ni noticia al respecto, por lo que es un poco aventurado pensar que me llevase a Toledo, a conocer a Daddy, y éste no quisiera saber nada de mí o no le encontrásemos, en el supuesto de que no sea alguien real. Los parientes de Yuly sí lo son, de eso no me cabe duda, aunque hasta ahora no me haya mostrado ninguna fotografía, pero por lo que me habla de éstos es como si los conociera casi tan bien como ella. Sus abuelos parecen encantadores y a su tío Luis es mejor pillarle en un buen día y hablarle en inglés. De todos modos, Yuly asegura que su tío habla inglés casi mejor que ella, pero en Vigo se habla en español y en el dialecto de la zona, que para el inglés ya tiene el resto del año.

Ana: (Regresa a la cocina) Jessica, menos cháchara y desayuna. – Me recrimina. – Me he comprometido con el abuelo de Yuly que os llevaría en la furgoneta, pero a ti debería mandarte en el bus para que no te entretengas pensando en las musarañas. – Me advierte con intención.

Jess: ¡Ya casi he terminado! – Me defiendo.

Ana: ¿Le has comentado a Yuly lo de tu tarea para estas vacaciones? – Me pregunta con intención. – No hace falta que a mí me digas que no has hecho nada, pero estoy segura de que Yuly será capaz de responder sin esfuerzo y en el momento.

Jess: Sí, algo le he comentado. – Le respondo sin aludir a que es cierto que no me he molestado en resolver las definiciones.

Ana: Debería cobrarte por cada vez que te tengo que llevar a clase. – Me amenaza con complicidad. – Así te tomarías en serio tanto la asignatura como mis consejos. – Añade con cierta frustración por mi falta de interés.

Jess: Pero es que está escrito en español. – Argumento en mi defensa. – I don’t speak Spanish. – Reitero.

Ana: Mejor que no intentes arreglarlo porque lo estropeas. – Me contesta con complicidad.

Jess: No lo intento. – Me respondo con sinceridad.

Ana: A ver, Yuly, si tú lo sabes. – Le pide. – El español es una de las cuatro lenguas oficiales de España, se llama también:

Yuly: En español es “Castellano”. – Le responde. – En inglés se traduce como “Castilian”.

 Ana: ¿Tú hablas castellano? – Le pregunta confiada en que le entienda,

Yuly: Sí, es mi segundo idioma. – Le responde. – También hablo algo de gallego. – Añade.

Ana: ¿Jessica, tú hablas castellano? – Me pregunta.

Jess: Eso es de la redacción que presentamos a comienzo de curso. – Le respondo con cierta frialdad.

Ana: Pues más vale que aproveches los seis meses que quedan de curso, porque el reloj corre en tu contra. – Me contesta. – Tic, tac, tic tac. – Añade con gesto serio, sin perder el buen humor.

Jess: Aprobaré. – Le respondo muy segura.

Ana: ¿Apellido del famoso autor que escribió la obra «El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”? – Nos pregunta a las dos.

Yuly: Creo que es Cervantes. – Le responde algo dubitativa.

Ana: Punto para Yuly. – Le responde. – ¡Eso es tomarse la asignatura en serio! – Sentencia. – Te has ganado el desayuno.

De nuevo escucho una alusión a “La Mancha”, lo que me recuerda a aquella tienda de productos típicos, a aquella ciudad amurallada y de calles estrechas tortuosas y empinadas. Ahora ya no podré decir que no conozca a alguien de aquel país, porque además debe ser alguien muy conocido, si como Ana ha dicho, se trata de un escritor famoso. Supongo que si Ana nos ha hecho esa pregunta es porque debo conocer la respuesta. Quizá se trate de alguno de esos libros que he leído sin pararme a entenderlo o algo que se haya estudiado en clase, sin que yo prestase la suficiente atención. Sea como fuere la respuesta de Yuly ha sido inmediata, cual tampoco me tiene por qué sorprender porque en todo lo que se refiere a España ella presume de saberlo casi todo y esta vez sus conocimientos no le han fallado. Sin embargo, para saber dónde está Toledo le tuvo que preguntar a su madre, de todos modos, entiendo que tampoco es algo que a ella le haya de interesar porque no es un dato tan relevante, mientras que para mí se trata del lugar donde vive Daddy, al menos donde nació, pero prefiero presumir de ignorante para no crearme demasiadas expectativas ni descubrir que mis ilusiones se basan en una mentira.

Ana: Jessica, os llevo a clase en dos minutos, de manera que espabila porque las niñas ya empiezan a despertarse y he de ocuparme de ellas. – Me indica con inquietud.

Jess: Nos podemos saltar la clase de Spanish, si no puedes llevarnos a primera hora. – Le sugiero con todo descaro e intención.

Ana: Tan solo por eso debería llamar a Mr. Bacon y pedirle que fuera él quien os recogiera. – Me amenaza con complicidad. – Sin embargo, no quiero que le marees sin necesidad. – Añade.

Como sabemos que Mr. Bacon vive en Medford porque ya le conté a Ana que me había encontrado con éste en el Foodmaster, aparte de la visita que nos hizo a comienzo de curso, la advertencia de Ana es como para tomársela en serio y no porque pretenda asustarme, que no es el caso. En realidad, hasta ahora no me he visto en esa tesitura no creo que haya ese grado de confianza entre ambos, no diría que se han hecho amigos después de aquella primera charla, pero si no quiero que se alíen mejor que no les dé motivos ni ocasión para que se produzcan nuevos encuentros. Desconozco la situación personal de Mr. Bacon, pero Ana está soltera y desde mi punto de vista aún está en edad de encontrar pareja, por lo cual demasiado trato entre ellos podría dar pie a que se iniciara una historia entre ellos, en caso de que Mr. Bacon no esté ya comprometido, lo que para mí implicaría tener al enemigo en casa, más que pensar que me puedo aprovechar de ello, ya que Ana no consentirá de ningún modo que se me dé más manga ancha de la debida. Tengo que aprender español, al menos aprobar esa asignatura ese año y todo lo demás me debería ser indiferente. De hecho, Mr. Bacon parece que también se ha marcado ese objetivo conmigo y se lo estoy poniendo igual de complicado.