Hablamos, pero no hay palabras; discutimos y no hay tortazos; nos matamos y no hay delito... Nos decimos de todos. ¡Lo nunca escrito! Pero quien lo ha oído es sordo, ¡quién lo cuenta no tiene pico! Hablemos una vez sin miraros, espalda contra espalda, un duelo, que la voz no siembre flores en el suelo. Si te das la vuelta, huirán las palomas, lo que te cuente será mentira, de broma y, si eso te molestase, entonces, perdona. Discutamos tú y yo sin más testigos, en el océano, mientras nos hundimos sin tabla de salvamento ni ropa de abrigo Si te sientes morir, yo te rescato, moveré las piernas como un pato, mi muerte avanzará la tuya un rato. Matémonos con armas de fuego, que sólo dispare quien sea certero, morirá antes quien no sea sincero Si no me vas a matar, no dispares, no cargues tus armas con verdades, porque no escuchándote ya me muero.
Poemas de 2001