Dueño del silencio

Me pregunto muchas veces el porqué
¿por qué la palabra empieza el verso?
¿por qué con otra palabra lo terminé,
si digo ser el propietario del silencio,
aquel que lo dice todo de una sola vez?

Yo te hablo al corazón y no me escuchas,
te miro a los ojos y los mantienes cerrados,
desvías la mirada de donde tengo el mundo,
como si pensaras que de allí te he echado,
porque de nuevo viste que te he mirado.

Soy dueño de mi silencio, no del mundo,
de mis ojos, y me estás robando los tuyos,
quieres que te hable con mis palabras,
pero aún no te has parado a escucharme,
ni siquiera sabes de qué te he hablado.

Manuel Pellicer. Poema de 2001