Si yo hablara cómo habla el mundo, con la facilidad que expresan todos, sin guardar mis palabras en el silencio, en mi interior, como teniendo un tesoro. Si me abriera cómo se abren las puertas y dejara mostrar que mi corazón está solo entonces alguien cogería mis manos, vería que mi sentimiento es sincero, que no hablo porque yo no quiero, porque nadie se ha parado a escucharme, tan solo han visto que guardo silencio, que digo no, pero en la afirmación espero, Por eso, si alguna vez hablé para negarlo, si por mis palabras parecí tan sincero, entonces que se escuche mi silencio, y podrán saber lo que de otros espero.
Manuel Pellicer. Poema de 1995

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