Esperando tu voz, escribí mi poesía, esperando tu voz, se va pasando el día, esperando tu voz, he vivido mi juventud, esperando tu voz, fue como llegaste tú. Porque esperaba tu voz, te esperaba a ti, y en el reloj las manecillas no se detenían, mucha vida surgía y otra que así se moría, esperando, el vagabundo no quería partir. Tu voz se ha escuchado en otros murmullos, en unos sentimientos que no son los tuyos, allá, en la ausencia de quien está esperando, como una fuente, mi poesía sigue manando.
Manuel Pellicer Sotomayor, Poema de 2005

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