Tres condiciones

SILENCIO EN TUS LABIOS

julio 2003

Prompt: Desarrolla el texto como una entrada de blog en tono divertido. Ana, mi novia, vive en Segovia, y yo, Manuel, vivo en Toledo. En mayo discutimos. Ana me invitó pasar un fin de semana, a mediados de mayo, en Segovia, la que iba a ser nuestra primera cita y debido a que yo tenía otros compromisos, rehusé. Por lo cual, Ana cortó la comunicación entre nosotros. A finales de junio tuvimos ocasión de reencontrarnos. Quiso fuera un reencuentro sorpresa, pero, al final, ella no pudo venir a Toledo porque enfermó.

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Aquí está el texto desarrollado como una entrada de blog en tono divertido:

Hola, amigos y amigas del blog.

Hoy os voy a contar una historia de amor que parece sacada de una comedia romántica de esas que te hacen reír y llorar a partes iguales. Se trata de la historia de Ana y Manuel, dos jóvenes que se conocieron en un curso de formación del Movimiento Familiar Cristiano y que se enamoraron perdidamente el uno del otro. Ana vive en Segovia y Manuel en Toledo, así que su relación era a distancia, pero eso no les impedía estar en contacto a través de llamadas, mensajes y videollamadas. Todo iba sobre ruedas hasta que llegó el mes de mayo.

Ana le propuso a Manuel pasar un fin de semana juntos en Segovia, la que iba a ser su primera cita oficial como novios. Manuel se ilusionó mucho con la idea, pero resulta que tenía otros compromisos ineludibles ese fin de semana: el cumpleaños de su abuela, una reunión con su jefe y una cita con el dentista. Así que le dijo a Ana que lo sentía mucho, pero que no podía ir. Ana se enfadó muchísimo y le dijo que era un egoísta, un desconsiderado y un mal novio. Le colgó el teléfono y le bloqueó en todas las redes sociales. Manuel se quedó con la palabra en la boca y no supo cómo arreglar las cosas.

Pasaron varias semanas sin que Manuel supiera nada de Ana. Él intentó contactar con ella por todos los medios posibles, pero fue inútil. Estaba muy triste y arrepentido por haber perdido a la mujer de su vida por una tontería. Pero entonces, a finales de junio, recibió una llamada inesperada. Era Ana. Le dijo que lo había pensado mejor y que quería darle otra oportunidad. Le dijo que había reservado un billete de tren para ir a Toledo ese mismo fin de semana y que quería sorprenderle con una visita. Manuel no se lo podía creer. Estaba tan feliz que saltó de alegría y le dijo que la esperaba con los brazos abiertos.

Pero la vida es caprichosa y a veces nos juega malas pasadas. Resulta que Ana cogió un resfriado justo el día antes de viajar y tuvo que cancelar su viaje. Le mandó un mensaje a Manuel diciéndole que lo sentía mucho, pero que estaba enferma y no podía ir. Manuel se quedó helado. Pensó que era una broma o una excusa para dejarle plantado. Le llamó por teléfono para comprobarlo, pero Ana no contestó. Entonces Manuel se enfadó muchísimo y le dijo que era una mentirosa, una manipuladora y una mala novia. Le borró el mensaje y le bloqueó en todas las redes sociales. Ana se quedó con la palabra en la boca y no supo cómo arreglar las cosas.

Y así termina la primera parte de esta historia de amor tan trágica como cómica. Pero no os preocupéis, porque hay más. Resulta que la ocasión para que Ana y Manuel se vieran de nuevo se presentó en julio, gracias a la convivencia de fin de semana que se organizaba en Segovia a final de mes. A esta actividad se invitaba a las parejas de novios y los matrimonios jóvenes del Movimiento, por lo que en otras circunstancias Manuel no habría mostrado ningún interés. Se sentiría fuera de lugar, desplazado entre tanta pareja. Por otro lado, tampoco sabía si Ana estaría por allí en esas fechas, ni si era muy aconsejable aprovechar una actividad del Movimiento con fines personales y ajenos a éste. Más que asistir a la convivencia, tendría una excusa para presentarse allí sin más. En caso de que Ana no quisiera verle, se quedaría desamparado y se pasaría el fin de semana sintiendo que había cometido otra estupidez. Sin embargo, si le salía bien la jugada, la carambola, podría hablar con Ana y formalizar aún más el hecho de que eran pareja y se juntarían con otras parejas de quienes tomarían ejemplo.

Para no cometer ninguna torpeza ni quedar mal ante nadie, antes de nada, se aseguró de que su asistencia a la convivencia era posible, que el hecho de ir solo no supondría un inconveniente y por supuesto no ocultó el pequeño detalle de que ésta se desarrollaría en la ciudad donde vivía Ana y que era su oportunidad para reunirse con ella y solucionar esas pequeñas discrepancias surgidas meses antes por falta de entendimiento entre los dos. Es decir, que su verdadero interés por la convivencia se limitaba casi en exclusiva al lugar donde se desarrollaría, pero, de todas maneras, se sentía encaminado a la vida matrimonial y, aunque se sintiera fuera de lugar al principio, quizá aquellas charlas y el hecho de relacionarse con parejas ya formadas y con una cierta estabilidad le permitirían vivir de manera más plena sus sentimientos y su noviazgo con Ana. Si superaban aquel bache o descubrían que no estaban llamados a formar juntos una familia y que su bache era la manera más cruda de abrirles los ojos a la realidad.

Para que se aceptase su inscripción se le pusieron dos condiciones que consideró prudentes. La primera y fundamental: una charla con su director espiritual porque no era cuestión de lanzarse a algo que al final no le ayudase, aparte de que su asistencia alteraría el clima de fraternidad y tranquilidad de los demás, que no tenían que sufrir con sus historias personales si éstas no tenían sentido. Tal vez su director espiritual le hiciera ver que aquella crisis sentimental era la evidencia de que lo suyo con Ana no tenía futuro; ésta no era la única opinión al respecto. En cualquier caso, no estaba de más que le orientase ante esa disyuntiva. Aunque Ana y él hubieran tenido el mismo director espiritual, éste hubiera sido imparcial y objetivo en sus recomendaciones.

Cumplido y superado ese primer trámite, la segunda condición era quizá igual de relevante: que alguien le confirmase que Ana se encontraría en su casa en esas fechas y que no saldría corriendo en cuanto le viera aparecer. Y que si no tenía intención de apuntarse a la convivencia, por lo menos se plantearía la asistencia a alguna de las charlas o ratos de oración que se habían programado. El fin de semana sería intenso en cuanto a los ratos de oración en la capilla y de confraternidad entre todos. Es decir, si Ana quería estar con él tendría que saber a lo que iba y no quedarse en la puerta. No era una convivencia para mirones ni una excusa para que él estuviera por ahí de ligue.

A través de una de las amigas de Toledo contacté con una de las de allí y me hice una idea aproximada de dónde y cómo localizar a Ana el viernes en que empezaba la convivencia, sin tener que presentarme directamente en su casa y sin que ésta tuviera que esperarme, aunque supiera lo de la convivencia y quizá se plantease acercarse por allí algún día, aunque sólo a saludar, dado que me confirmaron que no se había apuntado porque aseguraba que no tenía pareja ni ánimos para pasarse el fin de semana con las parejas del Movimiento y lamentándose de su situación. Por lo que me comentaron, si yo me presentaba allí, tendría la seguridad de que no saldría corriendo, aunque eso de hacer borrón y cuenta nueva tras nuestra pelea no fuera tan seguro. Había pasado demasiado tiempo y Ana estaba desencantada conmigo, pero no había perdido del todo la ilusión de que me presentara allí cualquier día para reconquistar su corazón, si es que aún estaba interesado. Fácil no me lo pondría, pero demasiado difícil tampoco, dado que conservaba mis cartas y, según sus amigas, se pasaba las horas releyéndolas.

¿Qué pasará entonces? ¿Conseguirá Manuel ver a Ana? ¿Se reconciliarán o seguirán enfadados? ¿Qué les dirá el director espiritual? ¿Qué opinarán las demás parejas? No os perdáis el próximo capítulo de este culebrón.

Me parece una historia muy emocionante.

Me alegro de que te guste. ¿Qué crees que pasará en el próximo capítulo? ¿Qué te gustaría que pasara?

Creo que Ana es muy buena persona y que Manuel ha sido muy valiente al ir a buscarla.

Estoy de acuerdo contigo. Ana es muy buena persona y Manuel ha sido muy valiente al ir a buscarla. Creo que se merecen una segunda oportunidad. ¿Qué te parece a ti?

¿Qué te parecen las condiciones que se le han puesto a Manuel para acudir a la convivencia y reunirse con Ana?

Me parecen unas condiciones razonables y prudentes. Creo que es importante que Manuel hable con su director espiritual para que le oriente y le ayude a discernir su vocación y su relación con Ana. También creo que es importante que alguien le confirme que Ana está dispuesta a verle y a escucharle, para no forzar una situación incómoda o desagradable. ¿Qué te parecen a ti?

Me parecen unas condiciones justas y necesarias.

Me alegro de que pienses así. Creo que esas condiciones son una muestra de respeto y de responsabilidad hacia Ana, hacia Manuel y hacia el Movimiento. ¿Crees que Manuel las cumplirá?

Creo que sí, que Manuel las cumplirá.

Yo también creo que sí. Creo que Manuel está dispuesto a hacer lo que sea por recuperar a Ana y por demostrarle que la quiere de verdad. Creo que Manuel ha cambiado y ha madurado. ¿Qué crees que hará Ana cuando le vea?

Creo que Ana se sorprenderá de verle y le preguntará qué hace allí.

Esa es una reacción muy probable. Ana no se espera que Manuel aparezca por allí y le sorprenderá verle. Le preguntará qué hace allí y qué quiere de ella. ¿Qué crees que le responderá Manuel?

¿No crees que las amigas le dirán algo a Ana? Se supone que una de las condiciones es que Manuel debe tener la confirmación de que ésta querrá hablar con él. ¿Qué crees que pensará Ana ante toda esta situación?

Es posible que las amigas le digan algo a Ana, pero quizá quieran mantener el secreto para que sea una sorpresa. O quizá no sepan que Manuel va a ir a buscarla y solo le hayan dicho dónde suele ir después del trabajo. Una de las condiciones es que Manuel tenga la confirmación de que Ana querrá hablar con él, pero eso no significa que tenga que avisarle de su llegada. Quizá Manuel quiera sorprenderla y ver su reacción. ¿Qué crees que pensará Ana ante toda esta situación? ¿Crees que se sentirá halagada o molesta?

Creo que Ana se sentirá halagada de que Manuel haya hecho todo eso por ella.

Yo también creo que Ana se sentirá halagada de que Manuel haya hecho todo eso por ella. Creo que Ana verá que Manuel se ha esforzado por recuperarla y por demostrarle que la quiere de verdad. Creo que Ana valorará el gesto de Manuel y le dará una oportunidad. ¿Qué crees que pasará después? ¿Crees que Ana irá con Manuel a la convivencia? ¿Crees que Ana y Manuel se reconciliarán?

¿No crees que estaría bien que fuera Ana quien sorprendiera a Manuel, que de algún modo buscase la complicidad de sus amigas, para que al final fuera éste el sorprendido?

Esa es una idea muy interesante. Creo que estaría bien que fuera Ana quien sorprendiera a Manuel, que buscara la complicidad de sus amigas, para que al final fuera él el sorprendido. Sería una forma de demostrarle que ella también le quiere y que está dispuesta a darle una segunda oportunidad. ¿Cómo crees que podría hacerlo? ¿Qué tipo de sorpresa le prepararía?

Creo que Ana podría actuar como si no supiera nada. Que todo parezca organizado por sus amigas, que pareciera que el encuentro con Manuel fuera inesperado para ella y éste se sintiera un poco contrariado por su reacción y actitud fría e indiferente, hasta que le éste le pida perdón y le confiese su amor incondicional

Esa es otra idea muy interesante. Creo que Ana podría actuar como si no supiera nada. Que todo pareciera organizado por sus amigas, que pareciera que el encuentro con Manuel fuera inesperado para ella y éste se sintiera un poco contrariado por su reacción y actitud fría e indiferente, hasta que él le pidiera perdón y le confesara su amor incondicional. Sería una forma de ponerle a prueba y de hacerle sufrir un poco por lo que le hizo. ¿Qué crees que pasaría después? ¿Crees que Ana le perdonaría? ¿Crees que Manuel se enfadaría?

Y así termina esta historia de amor tan trágica como cómica. ¿Qué os ha parecido? ¿Creéis que Ana y Manuel volverán a hablar algún día? ¿O será el final definitivo de su relación? Dejad vuestros comentarios abajo y no os perdáis el próximo capítulo de este culebrón.

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