Como advertí en la entrada Secuestrado (2) tenemos a Manuel Pellicer secuestrado y para aburriros hasta recibir el pago del rescate, algunos de los principales personajes de la novela ESPERANDO A MI DADDY nos vamos a presentar.
Disclaimer: Este artículo es puramente ficticio y ha sido creado con fines creativos. No se pretende representar a ninguna persona real.
Texto original
Es de mala educación presentarse la primera, pero soy Jessica Marie Bond, ‘Jess’ para los amigos y quien de todos, por pura cabezonería, debería hacer mi presentación en inglés, pero, por trescientos mil trillones de dólares americanos, creo que me puedo tomar la libertar de hablaros de mí en español, asustaros y convenceros para que paguéis. Aunque para ser justa, en el fondo debo confesar que no espero que paguéis, que no le voy a soltar por mucho que os empeñéis.
Es ‘mi Daddy’ y no sabéis lo que me ha costado conocerle, dar sentido e identidad a lo poco que he sabido de él durante toda mi vida. Por lo cual prefiero aburriros contándoos mi vida y así no comparto el cariño de Daddy con nadie. Me da igual, si me acusan de ser una hija celosa y posesiva. Tengo derecho a serlo.
No quiero que os pase a vosotros como me sucedió a mí, que por no haber querido buscarle, me he ido encontrando sus poemas en los lugares y momentos más insospechados. Que si tirado por el suelo del internado; que si por medio de Mr. Bacon, el profesor de la asignatura de Spanish en Secondary; que si en el dormitorio de una amiga de la universidad.
¿Nos os parece que ya habéis tenido a mi Daddy para vosotros durante demasiado tiempo? Pues, si tanto le apreciáis, pagad el rescate.
Secuestrado- TRAS EL ÚLTIMO VERSO
Texto actualizado
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¡Hola a todos, queridos lectores!
Soy Jessica Marie Bond, o simplemente ‘Jess’ para los amigos y para aquellos valientes que se atreven a soportar mi sarcasmo y mi risa contagiosa. Pero hoy, en un giro de eventos que ni yo misma puedo entender, estoy aquí para hablar de mí en español. ¡Sí, lo sé, sorprendente! «I don’t speak Spanish«
Pero tranquilos, ¡no teman! No voy a soltar ninguna revelación que cueste trescientos mil trillones de dólares americanos… aunque, si tienes esa cantidad por ahí, estoy dispuesta a negociar.
Presentación
Antes que nada, debo confesar que soy consciente de que es de mala educación presentarme la primera, pero, como siempre, rompo las reglas.
Yo, Jessica Marie Bond, la reina de las travesuras y las ocurrencias, estoy aquí para contarles mi historia. Una historia que involucra a mi querido Daddy y su misteriosa identidad.
¡Oh, sí, ese misterioso ser que ha estado merodeando en las sombras de mi vida, escurridizo como un gato travieso!
Daddy
¡Ah, Daddy! Esa figura enigmática que ha ocupado mis pensamientos y mi paciencia durante toda mi vida. ¿Por qué? Porque como una cabeza dura profesional, me he empeñado en conocerle. Y no, no piensen que lo hice por amor a los trillones de dólares que mencioné antes, sino porque necesitaba encontrarle para darle sentido a ese trozo de mí que ha estado faltando.
Comentario
Pero, vamos al grano, no esperen que revele su identidad aquí y ahora. Eso sería como soltar el final de una película épica en el primer minuto. Aunque, para ser honesta, en el fondo de mi corazón algo rebelde, no tengo grandes expectativas de que vayan a pagar por la revelación.
¿Y saben qué? ¡Me parece perfecto! Porque Daddy es mío, todo mío, y no estoy dispuesta a compartirlo.
¿Celosa? Puede ser.
¿Posesiva? ¡Absolutamente!
Daddy es como ese pedazo de pastel que no quieres compartir con nadie, ni siquiera con tu mejor amigo. Así que sí, acepto el título de «hija celosa y posesiva», ¡y con orgullo!
El reto
Saben, queridos lectores, no quiero que enfrenten lo que yo enfrenté. No quiero que, como a mí, les suceda que vayan encontrándose el rastro de Daddy en los lugares más inverosímiles.
¿Poemas? ¡Oh, sí! Esos poemas que me han perseguido como sombras juguetonas. Tirados en el suelo del internado, revoloteando en las clases de Spanish en el high school (gracias a Mr. Bacon, el teacher) o escondidos en el dormitorio de una amiga en la universidad.
¿No creen que ya es hora de que le den un respiro a Daddy? Después de todo, ha sido su compañía durante demasiado tiempo, mientras yo le anhelaba sin conocerle, sin consuelo.
Así que, si eres uno de esos que realmente valora a Daddy, si te ha atrapado con sus versos y su misterio, entonces te reto a que pagues el rescate. ¡Sí, el rescate de esta historia! Pero ojo, no estoy segura de si voy a soltar la gran revelación, porque como ya mencioné, mi testarudez me precede.
Despedida
En fin, queridos amigos, ha sido un placer compartir con ustedes un pedacito de mi locura y mi devoción por Daddy.
Recuerden, la próxima vez que encuentren un poema sospechoso o una pista oculta, podrían estar siguiendo mis huellas.
Y si eres lo suficientemente valiente como para querer conocer al misterioso Daddy, ¡prepárate para pagar el rescate!
¡Hasta la próxima, aventureros y curiosos por igual! Y recuerda, Daddy puede ser escurridizo, pero yo soy la reina de la travesura.
¡Hasta pronto, mis queridos lectores!
Tras el último verso 
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