Hola, seguidores de este blog.
Sigo siendo Jessica porque, como os comenté, mis amigos y yo, los personajes de la novela, tenemos secuestrado al creador de esta web hasta que alguien se decida a pagar el rescate.
De verdad esperamos que sea tal vuestro aburrimiento que ya os estéis rascando los bolsillo para reunir el dinero. Pero no hay prisa, mientras él no escriba, yo le hago el trabajo.
He pensado que, para aburriros con mis historias, os podría hablar del internado donde me crié, el «St. Clare’s Home for girl», que seguramente penséis que es un lugar maravilloso donde cualquiera hubiera querido vivir.
Para mí, si os soy completamente sincera, no lo era. Yo no quería estar allí, que me relacionasen con ese lugar. «¿Y por qué?» pensareis, porque criarme allí implicaba no estar con Daddy; ser una chica huérfana, abandonada o procedente de una familia desestructurada.

Como en la novela no se da una descripción demasiado detallada, comparto esta información encontrada en Internet
Característica de la casa americana moderna
Este estilo, como hemos comentado, se basa en un compendio de referencias clasicistas huyendo de los estilos modernistas de los Le Corbusier o Alvar Aalto y de la búsqueda de la funcionalidad por encima de todo, dejando espacio para la experimentación estética. Así, son muchas las características que pueden hacer de una vivienda una casa neoecléctica, siendo esta falta de transversalidad y de coherencia estilística entre distintas obras co-generacionales uno de los rasgos distintivos de las corrientes artísticas posmodernistas. Y es que en ocasiones es directamente como se nombra a este tipo de casas, simplemente como viviendas posmodernas. A continuación detallamos algunas de las características que podríamos encontrar en este estilo arquitectónico:
- Viviendas de dos o más pisos
- Imitación estilística de estilos clásicos
- Múltiples juegos de cubiertas
- Zócalos o acabados en fachada de piedra o ladrillo
- Gran planta
- Espacios diáfanos en interiores
- Elementos decorativos en fachada e interiores
Existen también una serie de rasgos que, si bien no son definitorios, sí se encuentran en muchas viviendas consideradas de estilo Neo-Eclectic.
La casa americana moderna: el estilo Neo-Eclectic – Canexel
- Ausencia de porches
- Caminos de entrada con personalidad
- Buhardillas en bruto a modo de trastero
- Ventanas de PVC
- Materiales sintéticos sin mantenimiento
- Garajes amplios
Según la novela
En el internado, desde mediados de los 80s, toda la década de los 90s y primeros años del siglo XXI, viven dos cuidadoras (Monica u Ana) y catorce niñas de entre 4 y 14 años, huérfanas, abandonadas o procedentes de familias desestructuradas. Las niñas cambian cada comienzo de curso. Ya sea porque se hacían mayores o les encontraban una familia adoptiva o de acogida. La idea era que se quedasen el menor tiempo posible
Al principio se acogían niñas recién nacidas, por eso me acogieron a mí desde el primer momento. Sin embargo, por cuestiones que no quedan demasiado claras, porque son asuntos y decisiones de los administradores, poco después de la llegada de Ana, se estableció la edad mínima en los 4 años. La edad máxima se mantuvo, salvo por la excepción que hicieron conmigo, porque de allí no me echaban ni por las malas, ni aunque se hubiera producido un terremoto y venido a bajo el edificio. Allí me tenía que encontrar Daddy en caso de que supiera de mi nacimiento existencia.

Se trata de una institución privada dependiente del colegio y de la parroquia. caracterizada entre otras cuestiones, por tener un presupuesto limitado, de manera que de vez en cuando en la misa dominical se recordaba la solicitud de colaboración y generosidad de los vecinos del barrio, ya fuera económica o material (ropa, libros…). Hay presupuesto para vivir, pero no para grandes gastos porque hay catorce bocas que alimentar.
El único lujo, por definirlo de algún modo, era que teníamos televisión vía satélite. Lo cual no sé si en el resto de las vivienda del barrio era tan habitual. Fue otro de esas novedades derivadas de la llegada de Ana. Television para ver las retransmisiones de El Vaticano y algún que otro canal de TV internacional, como por ejemplo de España.
En la década de los 90s también cuenta con un ordenador personal, conseguido a través de una de esas donaciones desinteresadas. Un equipo informático de segunda mano para las labores administrativas y como herramienta de estudio para las niñas mayores que lo precisen, siempre bajo supervisión de alguna de las tutoras.
Dormitorios
Me gustaría decir que con catorce niñas había dormitorios para todas y sobraba sitio, pero la realidad es que no. Los dormitorios se compartían entre tres o cuatro niñas e incluso más en función de la edad.
Aquella que estuviera enferma o se portase mal se iba a dormir al trastero


Como es lógico y normal la idea de pasar una noche en el trastero para niñas de esas edades era como la peor de las pesadillas. Aisladas del resto de la casa. Es decir, que todas nos comportábamos como auténticos angelitos y presumíamos de tener una salud de hierro, al menos que Monica y Ana se lo creyesen, por si caían en el engaño
El trastero
Como ya os he comentado conmigo se hicieron algunas excepciones y cuando cumplí la edad de 14 año y terminé aquel curso, con un expediente académico mejorable en alguna que otra asignatura, dado que no había manera de encontrarme una familia adoptiva que me gustase, porque no eran Daddy, dejaron que me quedara, porque se temían que, de todos modos, haría lo imposible por regresar ¡A cabezota no me ganaba nadie!
Para entonces y gracias a la medicación de Ana, yo ya tenía mi dormitorio en el trastero. Así se aseguraban de que no me escapaba a jugar al parque. De manera que seguir allí unos pocos años más no supondría mayor problema, aparte de que así podía ayudar, por el hecho de ser la mayor

Cierre del internado
Cuando con 18 años yo dejé el internado para ir a la universidad éste aún funcionaba. Durante mis años de universidad seguía siendo mi lugar de referencia, sobre todo para recibir la correspondencia por si llegaba alguna carta o noticia de Daddy, aunque yo ya no pudiera volver y no me quedase otro remedio que buscarme un alojamiento alternativo.
Por cuestiones que se relatan en la novela, basados en hechos históricos reales, que, como otros muchos, encajan como un guante en el desarrollo de la novela y le dan una cierta veracidad y credibilidad, el internado cerró en el año 2005 por falta de medios, que no de niñas que necesitasen de dicha institución.
En mi favor decir que para entonces yo ya había encontrado a Daddy, que, si no, me quedo allí, aunque tuviera que dormir en la puerta
