Decíamos que tras el traslado de la capital a Madrid en 1561, (siglo XVI-siglo XVII) Toledo se convirtió en una ciudad en decadencia, rescatada en cierto modo por el arte y la literatura del momento.
Sin embargo, la ciudad no ha sido ajena a los avatares de la Historia. Sin embargo, si indagamos un poco, nos daremos cuenta que, en realidad, la ciudad, de una manera un otra ha conservado su protagonismo, que aquellos que se marcharon para dejarla en el olvido, tan solo dejaron sitio a aquellos que mantenían vivo su recuerdo.
Gracias a lo cual Toledo no ha dejado de ser Toledo por mucho que algunos hayan querido arrinconarla. Es una ciudad viva que nunca ha perdido su magia ni su esplendor
La historia continúa
En el siglo XIX, Toledo vivió momentos de crisis y de progreso, de decadencia y de renovación. A continuación, te resumo algunos de los aspectos más destacados de Toledo en el siglo XIX:
- Guerra de la Independencia (1808-1814): Toledo sufrió graves daños y destrucciones durante la invasión francesa, que provocó una fuerte resistencia popular. El Alcázar fue asediado y bombardeado por las tropas napoleónicas, que también saquearon e incendiaron numerosos edificios religiosos y civiles. La ciudad fue liberada en 1813 por el general español Álvarez de Castro.

- Desamortización (1835-1837): La desamortización fue un proceso de expropiación y venta de los bienes de la Iglesia y de las órdenes religiosas, impulsado por el gobierno liberal para sanear las finanzas públicas y fomentar el desarrollo agrario e industrial. En Toledo, la desamortización supuso el cierre de muchos conventos e iglesias, la expulsión de los religiosos y la pérdida de gran parte del patrimonio artístico y cultural de la ciudad.

- Llegada del ferrocarril (1858): El ferrocarril supuso un gran avance para la comunicación y el comercio de Toledo, que se conectó con Madrid y otras ciudades españolas. La estación de tren se construyó en estilo neomudéjar, inspirado en la arquitectura árabe que caracteriza a Toledo. El ferrocarril también favoreció el turismo y el interés por el arte y la historia de la ciudad.

- Centrales eléctricas (1886-1899): En las últimas décadas del siglo XIX, se instalaron varias centrales eléctricas en el río Tajo, aprovechando su caudal y su desnivel. Estas centrales proporcionaron energía a la ciudad y a sus industrias, especialmente a la fábrica de armas, que se modernizó y amplió. La electricidad también mejoró la iluminación y el transporte público de Toledo.

- Real Universidad (1845-1868): La Real Universidad de Toledo fue una institución académica que sustituyó a la antigua Universidad fundada en el siglo XVI por el cardenal Cisneros. La Real Universidad impartía estudios de Filosofía, Derecho, Medicina y Teología, y contaba con una biblioteca y un museo. Sin embargo, su existencia fue breve, ya que fue clausurada en 1868 por el gobierno liberal, que la transformó en Instituto Provincial de Segunda Enseñanza.

Espero que esta información te haya resultado útil e interesante. Si quieres saber más sobre Toledo en el siglo XIX, puedes consultar los siguientes enlaces:
- Toledo (IX): siglo XIX, el ocaso del Imperio Español
- Historia de Toledo – Wikipedia
- Real Universidad de Toledo – Wikipedia
- Fondo documental. Historia – INE

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