Hola, seguidores del blog. Soy Jessica.
Aquí sigo contandoos anécdotas de mi vida, de esa que aparecen en la novela, algunas de las cuales se han publicado en esta web.
Con ayuda de Chat GPT he analizado cómo fue mi primer día de clase de la asignatura de Spanish.
Una Aventura de Adaptación
Introducción
El primer día de clases es una montaña rusa de emociones. Desde la ansiedad de encontrar el lugar perfecto hasta la esperanza de hacer nuevos amigos, cada elección en ese día es crucial.
Entro en el aula de la asignatura de Spanish y debería decir que me recuerda a la clase del St Francis, pero por las contadas ocasiones en que pasé de la puerta no me atrevo a decir que haya estado allí alguna vez. Aunque, si sabía de su existencia, era para evitarla siempre que me tocaba entrar.
Aquí, sin embargo, aunque sienta el impulso de pasar por delante de la puerta y seguir hasta la biblioteca, he de hacer un esfuerzo de voluntad y entrar, convencida de que uno de esos pupitres tiene que ser para mí durante los próximos meses, cada vez que en mi calendario se indique que tengo esta clase o, de lo contrario, he de tener presente que darán parte al director y a Ana, y la próxima silla por la que me tenga que pelear estará en el Matignon High.
Por lo cual, de momento, he de intentar hacer bulto y a ser posible, si soy capaz, esforzarme por aprovechar el tiempo y aprobar la asignatura con la mejor calificación. Aunque me parecerá todo un logro, si consigo más de una F-, cuando la exigencia es de una D para ir muy apurado.
Wednesday, September 6, 1995
El Dilema del Aula
Enfrentarse al dilema de elegir un asiento en el aula es una estrategia calculada. ¿Optar por la primera fila para destacar o mantener un perfil bajo en las últimas filas? Es un juego de visibilidad versus pasar desapercibido.
Prefiero no sentarme en los pupitres de la primera fila, porque a ser posible pretendo pasar lo más desapercibida posible, por lo cual también descarto las últimas filas y, en realidad, casi debería decir que me tengo que sentar donde pueda o donde me dejen, porque se supone que hay pupitres para todo el mundo, pero de momento o hay ninguno que lleve mi nombre escrito.
Si lo hubiera, creo que intentaría cambiarlo de sitio antes de que llegase el profesor para que éste no me tenga muy controlada, por lo cual mi primera elección es un pupitre de las filas centrales, pero en uno de los extremos, alejado de la vista y de la mesa del profesor, de modo que la presencia de mis compañeros me sirva un poco de refugio, aunque si al profesor le da por pasearse por el aula, si no se queda tras su mesa, lo cierto es que me va a dar igual un pupitre u otro.
En realidad todo dependerá de lo activa y participativa que pretenda que sean las clases y por lo que recuerdo del St Francis, nadie iba a echarse la siesta, porque como me dice Ana para aprender un idioma hay que practicarlo, hablarlo, y yo de eso flojeo más que nadie, aunque a partir de ahora me haya quedado sin excusas.
Wednesday, September 6, 1995

La Llegada de Yuly
La llegada de Yuly trae consigo una oportunidad de conexión. Su enfoque amigable rompe las barreras del primer día, creando un espacio para nuevas amistades.
Una chica rubia, de pelo largo y suelto, ojos verdes y piel blanca, cuerpo normal, rasgos europeos y estatura similar a la mía. Es más o menos cómo se la definiría en estos momentos sin conocerla demasiado, porque lo cierto es que de los veinticinco que somos en el grupo no hay dos iguales.
Wednesday, September 6, 1995

Yuly: [Se acerca a mi lado] Hola, perdona. Acabo de llegar. – Me dice un tanto acobardada por la situación y porque es consciente de que me saca de mis reflexiones. – ¿Está ocupado este pupitre? – Me pregunta en referencia al que hay a mi derecha.
Wednesday, September 6, 1995
Normas al Compartir Asiento
El intercambio casual se convierte en la norma. Compartir antecedentes personales se convierte en un puente para comprender a los demás y construir relaciones.
Observando la Dinámica de Clase
El aula es un microcosmos de diversidad. Observar las elecciones de asientos revela mucho sobre las dinámicas sociales y las preferencias individuales.
Aceptación e Indiferencia
La actitud indiferente de Jess revela la aceptación implícita de la diversidad en el aula. Las conexiones no habladas entre los estudiantes crean un ambiente de apoyo.
La Imprevisibilidad de la Secundaria
El primer día en la secundaria trae consigo desafíos inesperados. La adaptabilidad se convierte en una herramienta vital para sobrevivir y prosperar.
Construyendo Conexiones
La iniciativa de Yuly destaca la importancia de construir conexiones desde el principio. En un entorno nuevo, tener un sistema de apoyo es fundamental.
Importancia de un Sistema de Apoyo
En la travesía por lo desconocido, contar con un sistema de apoyo entre compañeros de clase se vuelve esencial para superar los desafíos.
Diversidad en la Secundaria
Abrazar las diferencias culturales en el aula enriquece la experiencia educativa. La variedad cultural enriquece la perspectiva de todos.
Enfrentando Estereotipos
Romper con las nociones preconcebidas es esencial. La individualidad debe prevalecer sobre las generalizaciones en el entorno escolar.
Aspiraciones Académicas
Comprender el propósito de la secundaria es crucial. Aspirar a la excelencia académica es un objetivo valioso para todos los estudiantes.
St. Francis School vs. Medford High School
Comparar los entornos educativos destaca las diferencias y la adaptación necesaria. Cambiar de escuela implica ajustarse a una nueva cultura estudiantil.
El Poder de la Elección
La capacidad de tomar decisiones personales marca la pauta para la experiencia escolar. La resiliencia se convierte en una habilidad clave para enfrentar los cambios.
Conclusión
Abrazar la experiencia de la Secundaria es un viaje de autodescubrimiento. Cada elección, cada conexión contribuye a una experiencia única e inolvidable.
Primeras impresiones sobre Yuly
Es la chica con quien se supone que Ana pretende que haga amistad, quien ocupará el pupitre que está al lado del mío y se ha presentado ante mí de la peor manera posible. Es una chica que no es de Medford y, además, por lo que me ha parecido entender, le gusta la asignatura de Spanish, por lo cual, si esperaba que entre nosotras hubiera alguna afinidad, con lo poco que me ha dicho de sí misma, es como si entre nosotras se hubiera levantado un muro infranqueable o abierto un precipicio imposible de salvar. Las demás tampoco es que vivan en la casa de al lado del St. Clare’s o sean del barrio, pero eso de que me haya dicho que procede de West Roxbury me suena lo bastante lejos como para que considere que es una extranjera, del sur de Boston. De venir de un poco más lejos casi sería una extraterrestre, que, además, habla en un idioma extraño, el español. Esto es, con tan solo dos detalles me ha dado motivos más que suficientes para que me olvide de ella y prefiera no tener amigas en lo que resta de curso.

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