Introducción
Como autor de ambas versiones la novela «SILENCIO EN TUS LABIOS» tengo claro quién es cada personaje y cómo ha llegado a ésta o aquella situación, pero quizás hay cuestiones que requieren un poco más de profundidad, que no se explican del todo hasta que se ha leído gran parte de la novela.
Una de esas cuestiones, que en principio pueden parecer poco relevantes, pero necesarias en el desarrollo de la novela, es la ruptura de Ana con su primer novio, dado que no es algo que pase sin más ni porque tenga que pasar para que la novela tenga sentido, porque Ana se haya de sentir libre y receptiva a las insinuaciones románticas de Manuel.
Como dejo constancia en la versión de Ana con respecto a sus primeras impresiones sobre Manuel.
La impresión que me causó la verdad es que no fue muy distinta a la que recordaba de la primera ocasión, era tan solo un chico más dentro del grupo y seguía sin novia. Era el de siempre.
Ana. Silencio en tus labios (1) 7 de octubre 2000
Carlos
Carlos es un personaje secundario en la historia que poco a poco va perdiendo protagonismo, tanto en la historia misma como en el corazón de Ana. Sin embargo, éste representa su pasado, esa vida idílica y perfecta que cualquier chica quisiera tener. En cierto modo, Carlos se presenta como el novio perfecto.

Carlos siempre me echaba en cara que fuera una chica un tanto aburrida, que mi actitud frente a la vida había cambiado poco entre cómo era antes de ser novios y después, cuando lo cierto era que tan solo le ponía mis quejas y excusas sobre que no tenía tiempo para nada, aunque mi compromiso con la parroquia estaba fuera de toda duda. Salvo en época de exámenes, no había fin de semana que no se contara conmigo. En cierto modo, eso fue lo que le atrajo de mí, me consideró una chica llena de vida y entusiasmo, más aún cuando me interesé por las actividades de su grupo para no ir tanto por libre.
Ana. Silencio en tus labios (1) 7 de octubre 2000
Carlos es un chico: con estudios, con personalidad, trabajador, responsable, comprometido con las buenas causas; con carácter de liderazgo; que arrastra a los demás; canta; toca la guitarra; tiene coche; se lleva bien con todo el mundo, sabe estar en su lugar y a todo el mundo cae bien; siempre dispuesto a echar una mano; un buen partido para cualquier chica capaz de seguirle el ritmo; etc. etc.

Ruptura
Ana y Carlos, su novio, hacían una buena pareja. Lo decían todos y entonces no lo desmentían, aunque aquel sábado por la tarde todos ignorásemos que sería el principio del fin de su relación. No sé si fue la providencia divina, el destino o descubrir que a veces las apariencias engañan y el tiempo pone a cada uno en su sitio de manera casi irremediable.
Sábado, 7 de octubre de 2000. Versión de Manuel
Decir que no hubo terceras personas implicadas, que esa relación se truncó a consecuencia de los problemas de salud de Ana, un diagnóstico de cáncer no especificado en la novela pero que condiciona el desarrollo de la vida y decisiones posteriores de Ana desde ese momento hasta el final de la novela.
Yo no te pido la luna
Cuando escucho esta canción creo que es un reflejo los sentimientos de Carlos hacia Ana. Un Carlos que no termina de entender la ruptura y culpa a Ana por este desplante, porque todo se le ha complicado. Carlos es un chico que se sentía feliz y dichoso a su lado.
Se quiere dar a entender que Carlos es un chico quizá mucho más natural y sencillo de como se presenta en la novela, mientras que Ana se ha vuelto una chica un tanto exigente consigo misma, que de pronto le ha puesto el freno a su vida para centrarse más en su salud.
Entrevista

Entrevistador: Ana, gracias por concedernos esta entrevista. Sabemos que has pasado por una ruptura difícil con Carlos, tu pareja durante más de tres años. ¿Cómo te sientes ahora?
Ana: Bueno, la verdad es que no ha sido fácil. Él es un chico lleno de vitalidad, siempre buscando nuevos retos y oportunidades, y yo, a consecuencia de mi estado de salud, me veía obligada a llevar más tranquila, más de estar en casa y cuidar de mí.
Él quería viajar, conocer mundo, hacer cosas diferentes, y yo me sentía cómoda con mi rutina, con mi trabajo, con mi familia y mis amigos del barrio.
Entrevistador: ¿Y eso os llevó a romper?
Ana: Sí, en marzo de 2001 decidimos poner fin a nuestra relación. Fue una decisión muy dolorosa, pero también muy madura. Nos dimos cuenta de que no nos entendíamos, que no era capaz de seguir el ritmo que éste me marcaba y optamos por lo más conveniente para los dos. Nos dimos un tiempo para replantearnos nuestra relación y decidir si seguíamos o lo dejábamos definitivamente.
Entrevistador: ¿Y qué pasó después?
Ana: Pues, al principio, fue muy duro. A mí me costaba reconocerlo, pero, por mucho que lo quisiera y me ilusionara con ello, nuestras expectativas de futuro no eran tan prometedoras como nos habíamos creado, nuestros planes se quedaban en eso.
Carlos esperaba más, pero yo me sentía bastante limitada por mi situación y no podía ponerme a su altura, como tampoco pretendía que él se frenara, tenía que vivir. Si yo no iba con él, se iba sin mí, por mucho que a mí me pesara ese plantón.
Entrevistador: ¿Y cómo te consolaste?
Ana: En todo caso, me consolé pensando en que centraría mi vida en las actividades de la parroquia, que resultaban más compatibles con mi agenda y circunstancias personales. Tenía mis razones para moderar mis salidas y Carlos pareció que no lo entendió del mismo modo. Yo encontraba en la parroquia un apoyo, una guía, una familia.
¿Qué tenían en común?
En la novela se cuentan, y poco a poco se descubren, detalles más privados de esta fallida relación con un futuro que resultó no ser tan prometedor:
- Una relación de novios consolidada de al menos tres años
- Carlos tenía buena aceptación por parte de los padres y hermanos de Ana.
- Entre los amigos de Toledo, Ana es identificada como «la novia de Carlos»
- Casi tenían planes de boda
- Se estaban comprando un piso entre los dos.
- Cuando Carlos empieza a rehacer su vidas necesita romper cualquier vínculo legal y económico entre ambos y Ana prefiere comprarle su parte del piso antes que cederle la suya.
Origen
- Ana. Silencio en tus labios (1) pág. 2
- Reflexiones del autor
- Conversación con Copilot

Debe estar conectado para enviar un comentario.