No es hora de dormir

Introducción

Friday, June 23, 1995 (08:00 AM)

Sabemos que Jessica está muy tranquila en su dormitorio, el trastero, aislada de todo lo que sucede en el resto de la casa, del St. Clare’s, donde hay poco menos que organizado un caos de gente y maletas desde primera hora de la mañana.

Se entiende que a las 08:00 AM, para el día que es y la que hay montada, para los demás es como si fuera al mediodía más que a primera hora, pero es que Jessica se ha despertado de lo más relajada. En principio, a ella no la vienen a recoger ni tiene previsto ir a ninguna parte, ni siquiera a la playa para iniciar así las vacaciones. Es día laborable y lo de ir a la playa no es «trabajo».

Jessica en pijama en su dormitorio // Copilot designer

Es decir, que si no hay que hacer maletas, ni siquiera preparar la mochila para pasar la mañana en la playa, porque se supone que ha acumulado horas y méritos para que la lleven, lo mejor es quedarse en la cama. Ni siquiera hay prisa por bajar a desayunar. Está segura de que cuando se haya marchado todo el mundo, aún quedará algo que comer en la cocina. Ana y ella se quedarán todo el verano y algo tendrán que comer.

La llegada de Ana

Si Jessica no da señales de vida, de existir, de no haberse escapado aprovechando la tranquilidad de la noche, entiende que nadie va a acudir a despertarla, a comprobarlo. De todas las prioridades que este viernes por la mañana puede haber, ella se encuentra la última de la lista. Hay por lo menos catorce niñas por delante de ellas, cargadas de nervios que necesitan que les resuelvan problemas que ni saben que tienen.

Niñas del St. Clare’s

Además, con lo que se tarda en llegar hasta el trastero, que parece más inaccesible que la caja de seguridad de un banco, entre que vas y vuelves se han marchado todas las niñas y no te ha dado tiempo a despedirte de ninguna, ni de las que regresarán tras las vacaciones ni de aquellas que se marchan para siempre, aunque se mantenga el contacto.

Pasillo de acceso al trastero// Imagen 3D

Sin embargo, en contra de las expectativas menos comprometidas o más optimistas de Jessica en cuanto a su despertar de esta mañana, aunque ella se sienta segura y en el otro lado del mundo mientras la casa está invadida como si las familias de acogida fueran un ejército invasor, hay quien aún encuentra tiempo para preocuparse por quien prefiere ser olvidada.

Monica

No se trata de Monica, porque se supone que ésta sabe estar en su sitio. Es la autoridad, la cabeza visible de la institución, quien se tiene que asegurar de que esta recogida por parte de las familias se desarrolla de la manera más ordenada posible. Con su presencia, además, intenta velar por la integridad del edificio, no vaya a ser que con tantas idas y venidas, con tanto subir y bajar por las escaleras, alguien se haga daño o se rompa algo de manera accidental. El objetivo es irse de vacaciones, no de urgencia al hospital.

Quien sube a despertar a Jessica es Ana, quien en los años que lleva trabajando en el St. Clare’s Home for Girls se ha ganado el aprecio de todo el mundo y tiene una particular manera de trabajar, de afrontar los problemas y ocuparse de las niñas, quien entiende que es un error que Jessica se aisle, sobre todo que se sienta desplazada y marginada por el hecho de no sentirse incluida en esta «recogida vacacional».

Ana: (Se asoma por la puerta) Buenos días. – Me saluda con su alegría habitual. – Si te espabilas un poco, tendrás tiempo para despedirte de todo el mundo. – Me indica animada. – Habrá quien no regrese tras las vacaciones y les harías un feo, si ahora pasases de ellas. – Me advierte.

Jess: [Español] Ya me he despedido de todas a lo largo de la semana. –Le respondo. – Hoy prefiero desaparecer. – Le confieso con intención.

Jess:I already said goodbye to everyone over the week,” I reply. “Today, I’d rather just vanish,” I admit, meaning it.

Jessica no ha ido a buscarla.

Sabemos, por lo que ya se ha relatado en alguna ocasión en la novela, que una de las prioridades de las costumbres matinales de Jessica al despertar, al menos antes de que su dormitorio estuviera en el trastero, era correr a buscar a Ana para preguntarle si durante la noche ha llegado alguna noticia de su padre.

Podemos pensar que, como Jessica ahora duerme en el trastero, es por eso que Ana está un poco más pendiente de ella y es quien la viene a despertar por las mañanas, lo que le evita las carreras por el pasillo y que alborote más de lo necesario por un mero capricho. Esta mañana, en cambio, parecía que se le había olvidado.

Sin embargo, como sabemos, como ha quedado demostrado en otras ocasiones, Ana es alguien que cumple su palabra, que se compromete, que sabe de la importancia de que Jessica haya confiado en ella. De manera casi incondicional, aunque ello no esté exento de exigencias.

Por lo cual, conociendo a Jessica, por eso de que esquiva de manera premeditada esta saturación social, es Ana quien acude y se preocupa por ella, animándola a que actúe con un poco más de normalidad, pero sin presionarla.

Es su manera de decirle algo así como «Sé que estás aquí y no me he olvidado de ti. Yo no te abandono».

Jessica con 14 años

Origen