Introducción
Friday, June 23, 1995 (08:00 AM)

Ana: Lo más probable es que en un par de horas no quedemos más que tú y yo, pero casi prefiero que te duches ahora porque, de ese modo, te tendré controlada, estarás entretenida y aprovecharás el tiempo.
Si no quiere bajar a despedirse de las demás, tampoco se le obliga. Como Jessica ha argumentado, las despedidas han sido a lo largo de la semana para evitar precisamente enfrentarse a las aglomeraciones, a las despedidas de última hora, cuando ella no es más que una sombra, una que se queda mientras las demás están deseosas por marcharse.
Ella no tiene prisa, no tiene nervios ni motivos para inquietarse. Nadie va a venir a recogerla, a llevársela del St. Clare’s en contra de su voluntad. Ahora se siente de lo más relajada. No hay prisa para desayunar, para el aseo personal… ni siquiera para hacer por acaparar un mínimo de atención, ya que todo el mundo la ignora.
Pero eso sí, en cuanto le digan que su padre se encuentra en el vestíbulo, que no sólo hay noticias de este o que no ha venido a aclarar cualquier confusión o malentendido al respecto, sino a recogerla, se va a convertir en un auténtico relámpago. Estará lista para irse en cinco minutos.

Jess: Cuando Daddy venga a por mí, me prepararé la maleta en cinco minutos. – Le contesto con complicidad.
Jess: I’ll pack my suitcase in five minutes when Daddy comes to get me. – I say with a smirk.
Pero no hay noticias de su padre, de Daddy
Ana tan solo ha subido a comprobar que ya está despierta, que no se ha perdido ni escondido y que es consciente de la situación. En dos horas se habrá marchado todo el mundo de vacaciones, incluso Monica, aunque sea día laborable y el día en que, al quedarse el St. Clare’s libre de niñas, se podría aprovechar para hacer limpieza, que siempre hay algunas gestiones aplazadas hasta este día.

Ana le concede un plazo de dos horas, que no de cinco minutos, para que se asee, desayune y procure estar localizable y disponible para lo que le pidan, que acaparará toda su atención. En ausencia de todo el mundo, se supone que Jessica se convierte en «la secretaria», «la ayudante» de Ana, que entre las dos, como en veranos anteriores, se harán cargo de todo.
Lo bueno y lo fácil es pensar que, si Ana recibe ayuda, todo se hará más fácil, estará libre de tareas mucho antes, lo que implica que ese tiempo de más que se gane lo podrán dedicar a ir a la playa, que no tendrá argumento para decir eso de «ahora no puedo, que estoy ocupada«.
Además, el año pasado, por estas fechas, Ana ya le sugirió eso de que si se mostraba como una chica responsable, se hacía cargo de su dormitorio, se la compensaría de alguna manera. Este verano es Ana quien se queda. Por lo tanto, sin ser demasiado ambiciosa, se puede esperar que todo lo que haga bien tiene premio.
¿Qué hacer en dos horas?
Si le da un plazo de dos horas, casi es como si tuviera todo el verano por delante para terminar de despertarse. En dos horas, tiene tiempo incluso para aburrirse, mientras la tensión en el resto de la casa va menguando porque, por momentos, cada vez hay menos gente, menos ruido.
Si te duchas, tienes tiempo para restregar por detrás de las orejas, para lavarte la cabeza, secarte y cepillarte el pelo, aunque lo tengas largo, aunque no puedas esperar ni pretender que sea Ana quien venga y te ayude. El caso es que cuando ella vuelva, compruebe que ha aprovechado el tiempo, ha sido responsable y no se ha dejado vencer por la pereza ni el aburrimiento.
Mientras se asea, se puede «esconder» en el cuarto de baño. No hace falta que se esconda y aísle en el trastero como si pretendiera desaparecer, como si se hubiera escapado para que nadie sepa nada de ella. En el cuarto de baño va a estar localizable y será fácil comprobar que aprovecha el tiempo.
Ya tiene catorce años y no hay necesidad de que Ana se convierta en su sombra en todo momento. Ya se asea sola, incluso puede escoger su propio vestuario, aunque tampoco tenga tanto donde escoger y la única restricción en ese sentido es en referencia a la procedencia de esas prendas. Preferiblemente evitable la ropa de chicos conseguida de manera poco «lícita».

Se entiende que después de este plazo de dos horas y ya que se van a quedar las dos solas. Ana no querrá complicaciones, sino que Jessica ya tenga esa mentalidad de estar de vacaciones, como el resto, con la diferencia de que ella no irá a ninguna parte.
En dos horas Jessica ha de estar lista para lo que le proponga, para convertirse en la sombra de Ana, porque es muy probable que Ana tenga una agenda muy ocupada y se haya planteado que Jessica se marche con ella, aunque ya sabemos que ésta no se mueve del St. Clare’s, pero si se animase a salir de paseo o compras por el barrio, no se perderá una hora en esperar a que éste lista.
Origen
- Esperando a mi Daddy. Friday, June 23, 1995
- Reflexiones personales
- Traducción al inglés: ChatGPT

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