Introducción
Friday, June 23, 1995 (10:25 AM)
Están a punto de terminarse esas dos horas que Ana le dio de margen para que la esperase, para que se preparase. Dos horas en las que Ana se aventuró a asegurar que sería tiempo más que suficiente como para que todo el mundo (las demás niñas y Monica) se hubiera marchado y se quedasen ellas dos solas durante todo el tiempo que durasen las vacaciones de verano.
Lo de «quedarse solas» es una manera de hablar porque Jessica ya nos ha adelantado que el lunes a primera hora comenzarán las obras de reparación y rehabilitación de la casa. No sabemos cuándo fue la última, pero se intuye que ésta no será cuestión de un día ni de pequeños retoques.
Pero como ya conocemos la mentalidad de Jessica, da igual que vengan a arreglar una gotera o a levantar de nuevo el edificio desde sus cimientos. Ella no se mueve del St. Clare’s Home for Girls mientras no sea su padre, su «Daddy», quien la venga a buscar o le den pruebas que la convenzan de que eso jamás sucederá. Ella está segura de ello y Ana no le ha hecho cambiar de opinión. «La respalda».
Se ha vestido.
El caso es que, como ya se han terminado las clases y han comenzado las vacaciones de verano, lo de vestir con el uniforme del colegio ya no es una obligación, aparte de que formalmente ella ha dejado de ser alumna del colegio parroquial. Ha aprobado (o la han aprobado) y el próximo curso empezará en el high school local.
Además, como se supone y se espera que este sea un día laborable para Ana, con el añadido de que se queda como responsable de todo, incluso del bienestar de Jessica, lo de pensar en hacer planes, alguna actividad lúdica, queda descartado. Todo el mundo se ha marchado con prisas y lo que menos les ha tenido que preocupar es el orden y la limpieza. Queda trabajo en la casa para compartir y repartir.

Es decir, que Jessica tiene sobrados motivos para sentirse relajada en todos los sentidos. Ella ya no se escapa, de manera que se siente reafirmada en ese empeño suyo de no moverse de allí bajo ninguna excusa, salvo que sea incuestionable o se trate de acercarse a la playa.
Asegura, aunque los precedentes la desmientan, que ya no trapichea con la ropa para conseguir prendas de los chicos, de manera que se ha de atener y poner lo que haya en su armario, que no es mucho, pero sí lo suficiente para no salir a la calle «con el culo al aire«, escandalizando a todo el mundo y avergonzándose a sí misma.
Su ropa procede de las donaciones, prendas de segunda mano (cuando no decimotercera) o de la tienda cuando se ha entendido que era una necesidad asumible o ella misma se la ha costeado bajo las condiciones y exigencias impuestas por Ana y Monica. No hay dinero para caprichos tontos, ni aunque sea propio.
Ahora mismo lo que hay en su armario es ropa de verano para una adolescente. Lo que no implica que sea de su gusto y agrado, pero sí es una manera de hacer que abandone malas costumbres o manías para evadirse de su realidad. Las chicas han de vestir como chicas, saber combinar prendas y demostrar una cierta autoestima y amor propio.
Es una chica.
Es decir que, por lo general, es una chica un tanto cohibida, tímida, pudorosa, hasta cierto punto escarmentada y enmendada del trato recibido por los chicos en el parque.
Sin embargo, bajo esa apariencia, esa fachada victimista bajo la que se esconde su verdadera personalidad, hay una chica alegre, normal, a la que le gusta disfrutar de la vida, siempre de una manera sana, que no tiene demasiado reparo en darle cierta frescura a su vestuario cuando las circunstancias se lo permiten.
Ahora se encuentra en su dormitorio, escondida de todo el mundo, de las miradas de la gente, con el aliciente y la expectativa de que sea Ana la única que se asome por la puerta, dado que Jessica ya procura no asomarse por las ventanas. Se ha vestido para estar cómoda. Si esta frescura es posible una vez que abre su armario, se entiende que tiene permiso.

Diremos que se ha vestido con la expectativa de que este será un día caluroso y que, aunque en principio no tenga intención de ir a ninguna parte, si se viera en la tesitura, no encontraría demasiado reparo en hacerlo. Con ponerse una camiseta por encima sería suficiente para no salir «con el culo al aire«, que de todos modos lo lleva bien tapado.
Fragmento de la novela
Ahora solo espero que Ana no venga y me encuentre con este top puesto, cuando normalmente soy mucho más recatada. Pero bueno, ya que no puedo escaparme… Si alguien entra al dormitorio y me ve así, ojalá simplemente me dejen en paz. Que piensen que estoy a medio vestir o que solo me estoy probando ropa para matar el aburrimiento mientras espero. Aunque no tengo mucha ropa, tanto Ana como Mónica siempre se aseguran de que todo lo que tengo esté aprobado por ellas.
Hace tiempo que no me meto en líos por eso ni hago apuestas tontas con los chicos. Pero la verdad, nunca me ha encantado vestirme de forma muy «femenina», como con este top. Lo que sí tengo claro es que no saldría a jugar al parque vestida así. Ya no me interesa jugar con los chicos, ni me hace gracia cómo arman los equipos como si yo no fuera uno de ellos.
La verdad… ni siquiera sé si quiero que me vean así. Desde hace un tiempo, se han dado cuenta de que soy una chica, y ya no puedo hacerme pasar por uno más.
I just really hope Ana doesn’t walk in and see me wearing this top. I usually dress more modestly than this. But it’s not like I can sneak out or anything… If someone does come into the room and catches me like this, I hope they just leave me alone. They’ll think I’m in the middle of changing or just trying on clothes to kill time while I wait.
Not that I even have that much to try on—Ana and Mónica always make sure I don’t keep anything they haven’t already approved. And it’s been a while since I’ve gotten into trouble over it or made dumb bets with the boys like I used to.
Honestly, I’ve never really liked wearing super “girly” clothes anyway. Like this top? Definitely, it is not me. There’s no way I’d go out to the park dressed like this. I haven’t wanted to play with the boys in a while, and I’m kind of over the way they always split up the teams like I’m not one of them anymore.
I don’t even know if I want them to see me like this at all. Lately, they’ve started to realize I’m a girl, and I can’t pretend I’m just one of the guys anymore.
Origen
- Esperando a mi Daddy. Friday, June 23, 1995
- Reflexiones personales
- Traducción al inglés: ChatGPT

Debe estar conectado para enviar un comentario.