¡No voy a ninguna parte!

Introducción

Friday, June 23, 1995 (10:30 AM)

¿Cómo tiene que ser la reacción de Jessica ante lo inesperado de la noticia? Se marchan de viaje y no se admiten un no por respuesta.

Ella ya se ha hecho sus propios planes para este verano. Tenía una plena y absoluta confianza en Ana. Incluso le está incondicionalmente agradecida, porque en estas fechas ya se debería estar mudando al otro internado, pero se queda al menos otro curso, año, más.

Consciente de la próxima llegada de los albañiles, que vendrán a poner todo patas arriba porque se entiende que hay mucho que reparar después de no se sabe cuánto tiempo, en principio Ana había aceptado con resignación el hecho de que, como Jessica no se mueve de allí, se haría lo posible para que las obras no impidieran un cierto bienestar.

Jessica: ¡No voy a ninguna parte, si no es con Daddy! —le advierto, dispuesta a agarrarme a donde sea para que no me saquen de la habitación ni del edificio. – La idea era que nos quedaríamos las dos solas en el St. Clare’s todo el verano, como siempre. – Argumento. – He pensado en unos cuantos libros para ganarme las visitas a la playa. – Justifico para que me vea animada a cumplir nuestro acuerdo al respecto y que no recelo de la lectura en español.

JESS: I’m not going anywhere unless Daddy’s coming too! – I say, already planning where I’ll grab onto to keep from being dragged out.- The plan was for us to stay here at St. Clare’s all summer, just like always, – I argue.- I even picked out some books to earn beach visits,- I add, trying to show her I was serious about our little reading deal—even if they’re in Spanish.

¿Selección de libros en español?

Jessica no tiene reparo en evidenciar que estaba ilusionada por la idea de pasar otro verano con Ana. Incluso su disposición a dedicarle tiempo a la lectura en español, a cambio de esas horas en la playa. Sobre todo de tener momentos de complicidad con Ana, tener su atención.

Sí, Jessica demuestra interés por lo que suele ser una tortura. Se ha molestado en seleccionar algunos libros de lectura. Entendemos que ha sido a iniciativa propia y que de manera un tanto inconsciente está reconociendo que algo ha aprendido y asimilado a lo largo de estos años. Ya sabe identificar los libros escritos en español, comprenderlos y hasta cierto punto demuestra tener un criterio para escoger aquellos que más le agradan o considera que son de lectura más fácil.

Su gratitud hacia Ana, por eso de que ha conseguido que se pueda quedar otro año, no tiene límites. Es una confianza plena, una predisposición por su parte a ser una chica que corresponde a la confianza que siente Ana ha depositado en ella. La lectura no deja de ser una tortura, pero valora por encima de todo lo que obtiene a cambio.

Cambio de planes

Pero ahora resulta que Ana le ha mentido; la ha defraudado y no parece querer valorar sus méritos, su esfuerzo ni su gratitud. Le acaba de anunciar que se marchan de viaje, que este idílico comienzo de las vacaciones de verano será muy distinto a como Jessica se había planteado. Le ha dado una hora de plazo para que se haga la maleta, porque se van de viaje. Al menos se van juntas.

Ana: Como sabes, el St. Clare’s cierra por reformas durante dos semanas. Hay que aprovechar estas fechas para que continúen las mejoras en el edificio. – Me explica. – No te puedes quedar sola. – Me advierte. – Monica se marcha de vacaciones y yo me he ofrecido a llevarte conmigo. – Me explica.

¿Vienen los albañiles? Sí. Eso parece confirmarse, pero que la casa se considere «habitable» mientras duren las obras queda descartado. Se ha ido todo el mundo, hasta Monica y ellas tampoco se podrán quedar. La intención de Ana es que se vayan lejos, que Ana ya tenía este viaje previsto.

¿No es un poco contradictorio? Ana ha sido la responsable de hablar y convencer a los administradores para que Jessica se pueda quedar al menos otro año, de gestionar el tema de su matriculación en el high school local, pero, por otro lado, ha organizado un viaje en estas fechas, cuando es en años impares cuando Ana se queda a su cuidado.

Si Ana tiene ese viaje previsto, quizá se hubiera podido plantear que fuera Monica quien se quedase, pero es que se va y en sus planes para las próximas semanas no hay cabida para Jessica, quien en cualquier caso prefiere quedarse en el St. Clare’s aunque derriben hasta los muros exteriores.

Jessica vestida con una camiseta de tirantes

Da la impresión de que los planes de Ana se han visto estropeados a última hora por causa de Jessica, como si en un principio no hubiera contado con tener mucho éxito en sus gestiones y ahora encontrarse en una complicada tesitura.

Jessica no se puede quedar sola y tampoco esperar que los albañiles, entre que pican paredes, levantan suelos y cambian las cañerías, se molesten en ejercer de «tutores» de una adolescente un tanto particular.

Al menos, Ana parece asegurar que esas obras interminables de reparación y rehabilitación de la casa durarán tan solo dos semanas; se supone que contando con que es una previsión a ojo de los albañiles, que no será para tanto o que, de serlo, lo más crítico serán esas dos primeras semanas.

Ni dos semanas, ni dos segundos

El problema es que a Jessica le pilla todo esto completamente desprevenida, por sorpresa, que lo más que ha preparado y previsto para estos días, por iniciativa propia, es esa selección de libros en español, con la expectativa e ilusión de que Ana se viera sorprendida para bien.

Tal vez, incluso puede que tenga preparada la mochila, por si de pronto Ana le propone que se podrían acercar a la playa un rato, de manera que los cinco minutos que se gana teniendo la mochila ya lista serán los que gane de más para estar en la playa.

Sin embargo, lo que Ana le está pidiendo es que se prepare la maleta, que se van de viaje, se entiende que durante esas dos semanas durante las que el St. Clare’s se considerará inhabitable. Pero justo esa maleta no es algo que a Jessica le haya preocupado hasta ahora. Lo ha considerado innecesario.

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