Introducción

Friday, June 23, 1995. Vuelo PHL – ? (06:50 PM)

Jessica no descarta del todo que el destino de este viaje sea Toledo, que vayan en busca de su padre, pero, por otro lado, se le plantea una incertidumbre lógica justificada por esa falta de información, por el secretismo con que Ana plantea toda la situación.

Mi sueño sería que me llevase con Daddy, pero por los datos que tenemos, es difícil averiguar dónde vive; tan solo sabemos la fecha y la población donde nació. En estos años tal vez se haya mudado a otra parte. Son tan imprecisos los datos, al menos lo que Ana me ha permitido que sepa al respecto, que, según ella, no hay más información que esa; parece absurdo que iniciemos una búsqueda.

• ¿Y si lo que Ana pretende es que Jessica no se cree falsas expectativas antes de tiempo?
• ¿Y si Ana tampoco estuviera segura de lo que se van a encontrar?
• ¿Y si resulta que después de todos estos años, el padre de Jessica se ha mudado a otro lugar?

Los datos de 1981 en 1995 se pueden haber quedado en palabras vacías, en el primer paso de una ristra de pistas que hay que seguir y que en realidad nadie tiene muy claro hacia dónde llevarán.

Tal vez a Jessica la abandonaron porque, como ha quedado evidenciado hasta ahora, el padre de Jessica, su «Daddy» es alguien escurridizo y difícil de localizar, cuya información se ha perdido y traspapelado de tal manera que ni siquiera los organismos oficiales, las administraciones públicas, son capaces de encontrarlo.

Las referencias son un nombre, una fecha y un lugar de nacimiento, sin la certeza de que dichos datos estén correctamente escritos. Aquel papel con esos datos puede que sea tan solo una manera de justificar el abandono y desamparo de un bebé recién nacido. Tal vez por eso hasta ahora no le han localizado. ¿Qué es cierto? ¿Qué es falso?

Aquella carta que dejaron en la cuna, aquel papel estaba escrito con una máquina de escribir, no a mano ni a ordenador, como podría haber sido en 1995, cuando quizá resultaba mucho más cómodo y fácil corregir los errores. Aparte de que quien lo escribiera no debía tener mucha certeza de cómo se manejaría esa información. ¿Aquel fue un abandono planificado o hubo improvisación?

Ana lleva varios años con la búsqueda, pero sin resultados.

Lo más sencillo quizá sea que localicemos Toledo en el mapa, pero no servirá de mucho si esa búsqueda no es un poco más precisa, si no encontramos alguna pista o rastro que nos lleve hasta el paradero de Daddy. Es más, como Ana me recrimina siempre, lo primero sería que me lo tomase en serio, en especial lo referente al aprendizaje del idioma, y no sea tan tozuda y reacia al respecto.

Ana tampoco ha dicho nada de que ella haya sido capaz de localizar ese lugar en España llamado «Toledo», porque, si lo hubiera hecho, Jessica está segura de que se lo hubiera dicho y ella hubiera hecho el esfuerzo de vencer sus reparos e intentar localizarlo en un mapa. Sin embargo, en los libros que Jessica ha leído, de manera casi premeditada, esa alusión ha desaparecido para ella.

Porque localizar Toledo puede que no sirva de nada, si no hay una dirección, un sitio al que acudir, donde preguntar con Daddy y les den una respuesta fiable y segura, que casi les lleguen a recriminar que no hayan acudido mucho antes, porque tiene a Daddy tan identificado y localizado que no hay posibilidad de que se les escape.

De hecho, Jessica siente que a la primera que deberían recriminar esa falta de interés es a ella porque es la primera que se toma esa búsqueda con muchos reparos y temores. A Daddy habría que buscarlo con ganas y no quedarse de brazos cruzados esperando a que lleguen noticias.

Daddy es español y, por lo tanto, para preguntar por él, quizá haya de hacerse en ese idioma. De ahí que Ana insista tanto en que Jessica ha de aprender el idioma. Ella es la principal interesada en encontrarlo y tal vez no baste con que sea Ana quien pregunte, quien medie. Ana tan solo es la tutora, pero Jessica es la hija.

Origen

• Esperando a mi Daddy. Friday, June 23, 1995
• Reflexiones personales