Saturday, June 24, 1995. Dormitorio (12:30 AM)
Cocina del chalé


El sol entra en la cocina a través de una gran ventana con cortinas blancas que se mecen suavemente con la brisa veraniega. La estancia rezuma encanto rústico: los azulejos con motivos florales, los muebles de madera clara, y una gran mesa con mantel de cuadros donde descansan los ingredientes. Romero y tomillo cuelgan en ramilletes cerca de la ventana, y una radio antigua deja escapar las notas melódicas de Rocío Dúrcal. El canto de los pájaros del jardín se mezcla con una cigarra persistente, formando una sinfonía mediterránea.

Sonia: Ann, ¿me pasas el pimiento rojo? Vamos a darle color a esta paella, que luego dicen que los americanos no saben lo que es comer bien.
Ana (sonriendo): Claro, aquí tienes. Y no sabes cuánto te agradezco esto. Después del vuelo y del trajín con Jessica, necesitaba una dosis de cocina y tranquilidad.
Sonia: Se nota que estás agotada. ¿La niña se adaptará?
Ana: No lo sé. ¡Está muy en su mundo! Creo que le cuesta confiar. Pero espero que este lugar, y quizás la comida, le ayuden un poco a relajarse.
Sonia: Pues con este sofrito cualquiera se relaja. ¡Mira, ya empieza a cambiar de color! Dale tú al arroz. Yo voy a picar un poco de perejil fresco.
Ana (mientras remueve el arroz): Esto me recuerda a cuando estuve en Valencia. Cada domingo, paella. Aunque nunca como la tuya.
Sonia: ¡Y yo qué pensaba, que me ibas a decir que el secreto era el fuego de leña…!
Ana: Bueno, el fuego ayuda, pero el secreto está en quién la prepara.
Sonia (riendo): Anda, no me halagues, que me emociono. ¿Y Jessica? ¿No quiere venir a ayudar?
Ana: Está escribiendo en su cuaderno. Dice que no se siente cansada, pero creo que está más inquieta de lo que admite.
Sonia: ¿Le pongo algo especial? Un flan casero o algo para que se sienta más en casa.
Ana: ¡Eso sería genial! Le encantan los dulces. Si ve un flan con caramelo, igual hasta sonríe.
Sonia: Perfecto. Entonces esta comida será con paella y flan de postre. Una bienvenida como Dios manda.
Ana (mirando a través de la ventana): Gracias, Sonia. No sabes lo bien que me viene tener este rato contigo. Y no solo por la comida.
Sonia (tocándole el brazo): Las cocinas son para eso, Ana. Para cocinar y para hablar con el corazón.
Sobre la encimera burbujea el sofrito, liberando un perfume de ajo dorado, tomate maduro y aceite de oliva virgen, que se mezcla con el dulzor del caramelo caliente enfriándose en el molde del flan. Se oye el crujido del pan candeal al cortarlo y el golpeteo del cuchillo sobre la tabla mientras se pica perejil fresco.
Sonia (riendo mientras pica el perejil): Esto está empezando a oler a domingo en casa de mi madre.
Ana: ¡Y qué bien sienta este momento, después de tantas vueltas! Esta cocina tiene magia.
Sonia (echando el pimiento al sofrito): Cuando el ajo chisporrotea y la paella está en marcha, es como si todo se calmara.
Ana (removiendo el arroz en la sartén): Es que el aroma… tiene algo que reconforta. Y ese toque de azafrán tostado que le has dado… ¡Ni en Valencia lo hacen así!
Sonia (asintiendo): Ya sabes: fuego lento, cariño… y música de Rocío. ¡Mira qué bien suena hoy!
La voz de la cantante envuelve el espacio como si también formara parte de la receta, creando una atmósfera mágica que transporta a cada oyente a un mundo donde la música y la gastronomía se entrelazan. Cada nota flota en el aire, mezclándose con los aromas de los ingredientes, lo que hace que la experiencia de escucharla mientras se cocina sea aún más intensa y memorable. En ese momento, la melodía se convierte en un ingrediente esencial, dando sabor a la creación culinaria y elevando el arte de cocinar a un nivel completamente nuevo.
Ana (mirando el cuaderno de Jessica sobre una silla): ¿Crees que bajará? Ese flan con caramelo puede tentarla…
Sonia (mirando de reojo el molde): Le puse ralladura de naranja, para que sepa a hogar, incluso si aún no se siente parte de aquí.
Ana (conmovida): Gracias, Sonia. Esta cocina, contigo, es más que un lugar para preparar comida. Es refugio.
Sonia (tocándole la mano): Eso es lo que se cocina aquí: afecto, memorias… y flan.
Origen
- Esperando a mi Daddy. Saturday, June 24, 1995
- Reflexiones personales
- Conversación con Copilot.

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