Ana tiene primos

Saturday, June 24, 1995. Comedor (02:05 PM)

📌 Entre preguntas y silencios: el desconcierto de Jessica

En mitad de una conversación, Jessica escucha cómo Sonia le pregunta a Ana por sus primos. Un detalle aparentemente trivial, pero que desencadena en Jessica una mezcla de incomodidad, frustración y desconcierto.

Sonia: ¡Ann, no te he preguntado por tus primos! –le dice. – ¿Qué tal les va? —le pregunta intrigada.

🔍 ¿Qué hay detrás de esa simple pregunta?

Para Jessica, el hecho de que Sonia le pregunte a Ana por sus primos revela una intimidad compartida entre ambas que la excluye por completo. No solo se siente ajena a esa relación, sino que confirma algo que lleva sospechando desde que aterrizó en esta urbanización desconocida: Ana tiene una vida fuera del St. Clare’s, con vínculos, recuerdos y secretos que no ha compartido con ella.

La conversación en español, otro muro invisible.

Mientras Ana y Sonia hablan con soltura en un idioma que Jessica apenas comprende, la joven se queda al margen. Escucha palabras sueltas, intenta unir piezas, pero el contexto le escapa. Su contrariedad crece al sentirse invisible, como si estuviera de visita en una vida que no es la suya.

🌧️ El peso de no saber.

No entiende del todo lo que dicen. El español aún le resulta un muro alto, frío. Pero más allá de las palabras, lo que percibe es claro: hay una historia compartida que la excluye. Un mundo que Ana no le ha contado. Jessica siente que ha estado jugando a ser parte de algo que ya tenía forma antes de que ella llegara.

🗯️ La respuesta que no calma.

Cuando Jessica, intrigada, pregunta de quién están hablando, Ana responde: «Asuntos de mayores. Confidencias entre amigas.» Una frase que, en lugar de tranquilizarla, acentúa su sensación de exclusión. Para Jessica, no se trata solo de edad, sino de confianza. El silencio de Ana le pesa más que cualquier respuesta ambigua.

Asuntos de mayores. Confidencias entre amigas.

🫧 Cuando la respuesta duele más que la pregunta.

«Son asuntos de mayores. Confidencias entre amigas.» dice Ana. Jessica sonríe, como quien finge entender, pero algo dentro de ella se rompe. No es la edad lo que la separa, es esa palabra: confidencias. Las que no recibe, las que no comparte. Esa frase le duele más que la barrera del idioma.

💭 Reflexión final.

Jessica no desea entrometerse, pero tampoco resignarse a ser espectadora de una historia que la afecta. En ese instante, entre palabras que no entiende y sentimientos que la desbordan, lo que más desea es claridad… o, al menos, que alguien la invite a formar parte.

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