Jessica AI, Novela

Una semana de rutina y misterios

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FRIDAY, JUNE 30, 1995 (09:00-11:00 AM)

Mis días aquí son un reflejo de mi estado de ánimo: una mezcla de aburrimiento y frustración con destellos de curiosidad. Ya han pasado seis días, y mi rutina diaria consiste en levantarme, elegir la ropa que me puso Ana en la maleta y anotar en mi diario lo más relevante del día anterior. Me he dado cuenta de que el plan de Ana es mucho más emocionante que el mío, ya que ella tiene un misterioso «asunto» que la mantiene ocupada todo el día en la ciudad, mientras yo estoy atrapada aquí.

Mi sensación de aislamiento es palpable. Lo único que me rodea es campo y árboles. Lo más emocionante que me ha pasado es ir a misa en un pueblo cercano en coche el domingo, aunque ni siquiera sé dónde estamos. He volado en dos aviones distintos, así que estoy segura de que estoy muy lejos de Medford. La única pista que tengo es mi sospecha, y mi deseo, de que estemos cerca de Toledo, pero dudo mucho que sea verdad.

Mi vida aquí se ha convertido en una rutina: me asomo por la verja y veo un campo de olivos. El chalet está orientado de tal manera que la entrada principal da al campo, y la parte de atrás a la zona común con la piscina. Me siento bastante atrapada y tengo la sensación de que Ana quiere que me quede encerrada. La única distracción son los chicos y chicas de mi edad que se reúnen en la piscina, pero no les entiendo cuando hablan y tampoco tengo interés en hacerme amiga de nadie porque solo me queda una semana aquí.

Aunque me ha tentado seguir a Ana para ver qué hace, me ha dado «apuro» por si se enfadaba y me mandaba de vuelta. Al final, me he quedado en el chalet, esperando a que Daddy sepa que estoy aquí y venga a por mí.

Esta primera semana no ha sido la aventura que me imaginé, pero me ha enseñado una lección importante. A pesar de sentirme atrapada, mi espíritu no se ha roto. Mi deseo de encontrar a Daddy es más fuerte que mi miedo, y me ha dado la determinación de tomar las riendas de mi propia vida. Estoy lista para la próxima semana, y para lo que sea que el destino me tenga preparado.

Anotaciones relevantes

Aquí están las anotaciones relevantes de la semana, según mi diario:

  • Rutina: Mis días aquí se han convertido en una rutina para no aburrirme, en la que apunto lo más relevante del día anterior y llego a la conclusión de que la estancia de Ana es más emocionante que la mía.
  • El misterio de Ana: Ella tiene un misterioso «asunto» que le ocupa todo el día, desde la mañana hasta la tarde, y no me dice dónde va. Hoy, a diferencia de otros días, no ha madrugado y se ha llevado una carpeta en lugar de su bolso. Me ha parecido que ha descubierto algo que no esperaba.
  • El lugar: Llevo seis días aquí y, salvo por el viaje a misa el domingo, no he visto nada relevante. Sigo sin saber dónde estoy, aunque sospecho que estamos cerca de Toledo. Estoy segura de que no estamos cerca de Medford y que estamos en España o algún país de Europa donde se hable el idioma. El chalet está orientado de tal manera que la entrada principal da al campo y la parte de atrás a la zona común de la urbanización, donde está la piscina. Esto me hace sentir atrapada.
  • Sentimientos de soledad: Aunque hay chicos y chicas de mi edad en la piscina, no me intereso en hacer amistad porque solo me queda una semana aquí y no los volveré a ver. Me siento bastante atrapada y tengo la sensación de que Ana pretende que me quede aquí encerrada. Lo único que me preocupa es que Daddy vaya al St. Clare’s y no me encuentre.
  • Pistas y decisiones: He considerado seguir a Ana, pero he decidido no hacerlo por si me meto en problemas. Tengo que averiguar por mi cuenta dónde estoy y, hasta ahora, no he hecho nada al respecto.

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