Friday, June 30, 1995, Chalet de Daddy (12:00 PM)

Introducción

🌿 Jueves, 29 de junio de 1995 – Chalé de Daddy (09:30 PM)

🏡 El chalé de los padres de Daddy

El chalé de Daddy se encuentra en una urbanización tranquila a las afueras de Toledo, rodeado de parcelas similares que ofrecen privacidad y silencio. Es una parcela amplia, con jardín cuidado y zonas de sombra bajo árboles frondosos. La vivienda principal es una casa de dos plantas con buhardilla, construida en estilo tradicional castellano, con tejado de tejas rojas, paredes en tonos cálidos y ventanas con contraventanas de madera.

En el exterior, destaca una piscina rectangular, rodeada por una terraza de piedra donde se colocan tumbonas durante el verano. Es el lugar favorito para relajarse en las tardes calurosas, y también el punto de encuentro ocasional para los vecinos de la urbanización.

La entrada está protegida por una verja metálica, que da acceso a un camino de piedra que serpentea hasta la puerta principal. En la parcela vive un pastor alemán, fiel guardián de la casa. Su presencia impone respeto, pero es también un compañero leal para Daddy, que lo saca a pasear por las tardes como parte de su rutina.

Durante los meses de verano, Daddy y sus padres se instalan allí, disfrutando de la tranquilidad del entorno. El chalé no solo es un refugio físico, sino también emocional: un espacio donde Daddy se enfrenta a sus pensamientos, sus dudas y las decisiones que podrían cambiar su vida.

🌅 Escena: Tarde de verano en el chalé

El sol comenzaba a descender tras los tejados de la urbanización, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y violetas. En la terraza de piedra que rodeaba la piscina, la familia de Daddy se había reunido para disfrutar del último tramo del día. Las tumbonas estaban ocupadas por sus padres, que conversaban en voz baja mientras sostenían vasos de limonada casera. Sus hermanos, más jóvenes, jugaban con una pelota cerca del borde del agua, salpicando sin intención pero sin reprimenda.

Manuel permanecía sentado en una silla de madera, con los codos apoyados en las rodillas y la mirada fija en el reflejo del cielo sobre la superficie tranquila de la piscina. El pastor alemán, siempre alerta, descansaba a su lado, con las orejas erguidas y los ojos atentos a cualquier movimiento más allá de la verja.

La conversación giraba en torno a temas cotidianos: el calor, las reformas en la buhardilla, los vecinos que habían llegado esa semana. Pero Manuel apenas intervenía. Su mente estaba en otro lugar, atrapada entre el murmullo del agua y el peso de una noticia que aún no había compartido del todo.

Su madre lo observaba de reojo, con esa intuición que solo las madres tienen. Su padre, más práctico, hablaba de la necesidad de revisar el filtro de la piscina. Los hermanos reían, ajenos a la tensión que se escondía bajo la calma del atardecer.

En ese instante, Daddy se preguntó si ese sería el último verano en que todo seguiría igual. Si Jessica llegara a cruzar esa verja algún día. Si él estaría preparado para recibirla.

El perro se levantó de golpe, como si hubiera sentido algo. Daddy también alzó la vista, pero no había nadie. Solo el silencio, la luz dorada, y el eco de una vida que estaba a punto de cambiar.

Origen

• Esperando a mi Daddy. Friday, June 30, 1995
• Reflexiones personales
• Conversación con Copilot