12:00 PM. Detached of Daddy. [Daddy]
Resulta extraño, sospechoso, que una mujer, una desconocida, ayer por la tarde llamase al teléfono del chalé y preguntase por mí, demostrase bastante interés en hablar conmigo, en que nos viéramos, porque tenía un tema importante que comentarme y prefería hacerlo en persona. Estaba dispuesta a poner todas las facilidades por su parte para que se produjese ese encuentro, a lo que en un primer momento respondí con cierto recelo porque su manera de hablar, su tono de voz, delataban que no es española y que, aparte de su aparente seguridad, no ocultaba su contrariedad ante el hecho de no tener claro hacer lo correcto, aunque, por otro lado, me dejó constancia de lo difícil que le había sido localizarme, del trabajo que le ha costado encontrarme, e incluso intuyo que estaba, si cabe, bastante más sorprendida que yo por haberlo logrado.
Aun así, a pesar de las suspicacias y recelos iniciales, por otra parte, lógicos, debido a su insistencia, me cité con ella para esta mañana y cuando se ha presentado en la verja del chalé le hemos permitido la entrada y que se explicara. Ésta no es una zona por la que suele venir gente ajena al lugar, de manera que su visita es intencionada. Quizá lo más extraño y peculiar es que se ha acercado hasta aquí a pie y por las horas que son, o lleva varias horas dando vueltas por la zona en busca del chalé, dado que último autobús pasó a las ocho, o ha dejado el coche aparcado lejos, en vez de llegar hasta la puerta.
Es más, por la expresión de su cara, por su aspecto, me da la impresión de que su paseo no ha sido muy largo y que desde el primer momento estaba muy segura de la puerta a la que tenía que llamar, aunque no del recibimiento que recibiría.
En cuanto ha empezado a explicarse, han sido inevitables el recelo y las suspicacias, a pesar de que la primera impresión nos llevara a pensar que se trataba de algún asunto serio. Que haya venido de Boston para encontrarse conmigo, lo cierto es que impresiona bastante, sobre todo porque desde el primer momento ha dejado claro que no viene a pedir nada, tan solo a que le aclaremos una cuestión un tanto incoherente y que según la información de que dispone me afecta de manera directa.
Ni mis padres se lo creen ni yo tampoco, pero lo que esa mujer nos intenta explicar, que nos creamos en relación con la documentación que nos ha enseñado, tiene la misma credibilidad que el peor de los timos, aunque en su caso parece que está tan argumentado y justificado que en el supuesto de que se tratase de una estafa, la incoherencia de los datos aflora en el primer vistazo. La historia resulta del todo inverosímil, por mucho que la documentación y las pruebas que aporta no dejen lugar a dudas y como tal se le haya dado un reconocimiento oficial por parte de la Administración del Estado de Massachusetts, aunque haya sido sin el conocimiento ni el consentimiento de quienes en esas fechas tenían capacidad de decisión, lo que catorce años después, la posibilidad de que se presente una solicitud de invalidez o aclaración es tan inviable como la inconsistencia misma de toda esta historia para la que no hay una explicación lógica por muchas vueltas que se le dé. Lo peor de todo este asunto es que esta mujer parece sincera, convencida de lo que nos dice y no se ve ninguna maldad ni mala intención en sus palabras ni pretensiones.
Tal y como nos ha dicho, para que no nos sintamos obligados ni presionados por la situación, ésta es una primera toma de contacto, porque en realidad ha tardado varios días en localizarnos y cuando ha llamado al timbre de la verja, ya casi daba por pérdida cualquier posibilidad de que se produjera esta reunión, porque, según ella misma nos ha contado, ha llamado a otras puertas, seguido otras pistas, pero donde no se ha encontrado con que no le abrían, le indicaban que se había equivocado y que allí no vivía la persona que buscaba ni sabían darle ninguna indicación al respecto.
Date: | 06/20/1995 |
Name | Jessica Marie |
Surname | Bond |
Date Born | April 21, 1981 |
Place Born | Medford. Massachusetts. USA |
Sex | Female |
Address: | St Clare’s Catholic Home for girl. 193 Fulton St, Medford, MA 02155, USA |
Graduated student: | Middle School. St. Francis School. 1 St Clare St. Medford, MA 02155, USA |
Actual Age | 14-year-old |
Mother | |
Name | Unknown |
Surname | Bond |
Date Born | Unknown |
Place Born | Unknown |
Sex | Female |
Address | Unknown |
Graduated student: | Unknown |
Actual Age | Unknown |
Father | |
Name | Manuel |
Surname | Pellicer |
Date Born | March, 1974 |
Place Born | Toledo, Spain |
Sex | Male |
Address | Toledo, Spain |
Graduated student | Unknown |
Actual Age | 21-year-old |
Ana: Ésta es toda la información y documentación que hasta el momento se tiene sobre Jessica y todo lo referente a su historia personal. – Nos dice. – Ya sé que la historia les resulta bastante incoherente, pero, basándose en esta documentación, es cómo se ha elaborado su certificado de nacimiento y se la tiene acogida en nuestra casa.
Daddy: Nada de esto tiene sentido. – Le digo contrariado. – Si esa chica nació en 1981 es imposible que sea su padre. – Constato. – Entonces tan solo tenía siete años, los había cumplido casi dos meses antes.
Ana: Las investigaciones que se han llevado a cabo hasta ahora no han dado ningún resultado, pero tampoco hay nada que contradiga lo que consta en este documento. – Dice en referencia a la carta que dejaron junto a Jessica cuando la abandonaron. – Se desconoce la identidad de la madre y lo que se ha averiguado sobre ésta no aclara nada.
Daddy: ¿Porque alguien haya escrito mi nombre en ese papel se me atribuye la paternidad? – Pregunto con bastante incredulidad. – Nada de esto tiene sentido. – Argumento.
Ana: Conocí a Jessica en el St. Clare’s, cuando ya tenía ocho años. – Me aclara. – No sé por qué ni quién tomó esa decisión, que por otro lado parece la más lógica, si quién la abandonó te identifica como su padre.
Daddy: Como comprenderá ahora mismo no estoy en situación de asumir ninguna paternidad. – Constato porque es más que evidente. – Lo único que puedo hacer por el bien de esa chica, para que no se cree falsas ilusiones y expectativas al respecto, es no presentar ningún recurso para que se invalide esa paternidad, pero más allá de eso la situación supera mis posibilidades y compromiso.
Ana: Ya imaginaba que la situación resultaba tensa y comprometida, por eso no he querido que me acompañara para que la conocierais en persona. – Me dice para que vea que entiende mi situación y posición. – No hace falta que te preocupes por nada ni te hagas cargo de nada. – Me indica para mi tranquilidad. – Mi única pretensión con esta visita es que estuvieras al corriente de los hechos y tomases la decisión más conveniente para los dos, que no te extrañe si en los próximos años ella te localiza y se pone en contacto contigo. – Justifica. – En el St. Clare’s queremos lo mejor para nuestras chicas y comprendemos que hay situaciones familiares y personales complicadas.
Daddy: Entonces ¿ella no sabe nada sobre mí? – Le pregunto contrariado.
Ana: Lo que hay escrito en el certificado de nacimiento y poco más. – Me responde para que me tranquilice. – Está tan ilusionada con el día en que su Daddy vaya a por ella y la saque del St. Clare’s, que no quiere saber nada más por temor a que todo sea una mentira.
Daddy: Lo comprendo. – Le digo. – La situación le resultará demasiado confusa. – Comento. – Seguro que más que a mí. – Afirmo con cierta pena. – Sin embargo, ahora mismo no estoy en situación de hacer nada por ella.
Ana: No hace falta que me expliques nada. – Me responde como si ya estuviera todo dicho. – Entiendo que no es el mejor momento para que asumas esta paternidad, ni tampoco lo pretendo. Tan solo te aviso de lo que pase en los próximos años, en el caso de que Jessica averigüe algo más por su cuenta.
Daddy: ¿Podría verla, aunque fuera desde lejos? – Le pregunto intrigado porque me ha parecido entender que no se ha dejado a la chica en el St. Clare’s.
Ana: Era mi intención, si querías conocerla. – Me contesta. – De hecho, como te he dicho, me había planteado esta reunión con mucha discreción, consciente de que te mostrarías bastante incrédulo y receloso ante esta historia y sobre todo no es mi deseo que ella sufra un desengaño. – Me responde.
Daddy: No puedo hacer nada por ella. – Me reitero. – Si vive en Boston, será difícil que nos crucemos por la calle. – Argumento. – Pero, si se me atribuye esa paternidad, casi es mejor que no me meta en líos legales para que se desmienta. – Le comento. – De todos modos, al menos quisiera una oportunidad para verla. – Le digo con algo de interés frente a toda mi suspicacia sobre este asunto.
Ana: Como suponía, basándose en la información de que dispongo, vivías en Toledo, en la ciudad, para que Jessica no se ilusione ni cometiera ninguna tontería de las suyas, nos hemos instalado en el chalé de unos amigos, en las afueras.
Daddy: Si consideras que es preferible que no me cruce con ella, no insistiré. – Le contesto con cierta prudencia.
Ana: No lo digo por eso. – Me responde en tono conciliador. – Como te he explicado antes, llevo una semana intentando localizarte y hasta hoy no he dado contigo. Pensaba que vivías en la ciudad, pero en la dirección que me dieron nadie me ha abierto la puerta.
Daddy: Durante los meses de verano vivimos aquí. – Le explico y aclaro su confusión por los problemas que le haya causado.
Ana: Dado que me imagino cómo sería la reacción de Jessica, si supiera que estamos en Toledo, de momento no le he dado muchos detalles al respecto. – Me comenta. – Haría lo que fuera por dar contigo y a mí me ha costado casi una semana.
Daddy: Entonces ¿hay alguna posibilidad de que la vea? – Le pregunto de nuevo porque parece que la diferencia de planteamientos complica que nos entendamos.
Ana: Mentiría, si no dijera que en última instancia hasta me había planteado la posibilidad de que se quedara aquí con tus padres y contigo. – Me explica. – Lo cual, ya lo dejo a tu lección.
Daddy: Lo siento, pero no se puede quedar aquí. – Le reitero y reafirmo en lo dicho. – Mis padres no se pueden hacer cargo y yo tampoco.
Ana: Lo entiendo, no hace falta que me expliques nada. Bastante es que por lo menos no inicies los tramiten de renuncia de esa paternidad, aunque estás en tu derecho y comprendería que lo hicieras. – Me dice. – De momento el St. Clare’s asume la tutela y no tenemos ningún interés en meternos en cuestiones legales, tan solo que las chicas que viven allí encuentren un buen hogar. – Me explica para que entienda que no hay ningún interés económico ni oculto por su parte, que casi dan por seguro que yo ganaría el juicio.
Daddy: ¿Dónde está Jessica? – Le repito la pregunta en espera de una respuesta clara, de alguna evidencia de que lo que me cuenta tiene algún fundamento
Ana: No sé si se trata de la misma urbanización o no hay relación entre unos chalés y otros, pero el chalé de mis amigos está aquí al lado, es el 26A. – Me responde. – Desde que llegamos hace una semana Jessica tan solo va del chalé a la piscina de la urbanización y de la piscina al chalé.
Daddy: Tampoco hay mucho más que hacer por aquí. – Le digo porque comprendo la frustración de Jessica ante el panorama que este lugar le ofrece.
Ana: Nos marchamos dentro de una semana. – Me indica. – Ya eres adulto, de manera que haz lo que consideres. Tan solo te pido que, por favor, tengas en cuenta que es bastante susceptible y no quiero que sufra ni le hagan daño. – Me advierte. – Según estos documentos es hija tuya y estás en tu derecho de conocerla, pero respeta sus circunstancias.
Daddy: Si me acerco a verla, no le diré nada. – Le prometo. – Aparte que no tiene nada de especial que saque al perro de paseo por las tardes. – Le digo para que entienda que tengo una buena tapadera. – Lo habitual es que vaya en dirección contraria, pero no levantaré sospechas, si por una vez doy esa vuelta. – Le sugiero. – Al menos, si algún día las circunstancias cambian y volvemos a vernos, que no sea una completa desconocida.
Ana: Te repito lo que te he dicho antes, legalmente es tu hija. Ya eres adulto y responsable, pero tan solo te ruego que no le crees falsas expectativas. – Me advierte. – Si no se queda con vosotros, mejor que no sepa que te he encontrado.
Daddy: Tan solo quiero verla. – Le indico. – Si dentro de unos años me localizara y se presentara en mi puerta, quisiera reconocerla. No hace falta que hagas las presentaciones.
Ana: Nos quedaremos por aquí una semana, de manera que dispones de ese tiempo para tomar una decisión o encontrarte con ella, si es lo que quieres.
Resulta absurdo que se me atribuya la paternidad de una adolescente cuando no hace tanto que yo lo era, pero esta mujer está segura de ello y por la documentación que me ha entregado no cabe ninguna duda al respecto. Mientras un juez no lo desmienta, soy el padre de Jessica a todos los efectos, pero queda a mi decisión que asuma mis derechos, obligaciones y responsabilidades al respecto. La diferencia para Jessica está en que, si el rechazo, se la considerará una chica sin padres y, hasta cierto punto, esa renuncia habría de constar por escrito y de manera formal para que tuviera alguna validez y surtiera efecto. Si por el contrario dejase la situación tal y como está, aún en el supuesto de que no asumiera la custodia y me desentendiera, Jessica seguiría ligada a mí hasta que alcanzara la mayoría de edad y obtuviera la emancipación. En cierto modo la razón de la visita de esta mujer es esa, Jessica ha superado la edad máxima de estancia en el St. Clare’s, donde vive acogida y, según las normas del centro, no se puede tomar ninguna decisión al respecto sin que se me haya consultado. Tampoco es que la vayan a echar a la calle, pero el procedimiento a seguir precisa de unos trámites, entre los cuales se incluye mi aprobación como familiar directo reconocido.
Ana: Lo mejor para todos es que por el momento Jessica permanezca con nosotras en el St. Clare’s. Le haremos una concesión especial. – Me indica. – Así nadie se verá perjudicado ni afectado por este asunto. – Alega. – No espero que haya dificultad en que se quede otros cuatro años más, hasta que se gradúe en Secundaria y pase a la universidad.
Daddy: Yo no estoy en situación de acogerla y mis padres ya han dejado claro que no asumen ninguna responsabilidad. – Le explico y reitero.
Ana: Confiemos en que dentro de cuatro años la situación haya mejorado para todos. Considéralo como un tiempo de reflexión. – Me responde en tono conciliador. – Comprendo vuestra situación y no es prudente que se fuerce porque ello no beneficiaría a nadie.
Daddy: ¿Qué pasará con el tema de la paternidad? – Le pregunto contrariado porque es un tema que queda pendiente.
Ana: Por eso no te preocupes. – Me dice para que me tranquilice. – Asumiré la tutela y la custodia para que no haya ningún problema ni tengas que asumir ninguna responsabilidad. Será la única manera que impedir que Jessica se vea envuelta en un nuevo proceso de adopción, aunque lo que ella espera es conocerte.
Daddy: No puedo hacer nada más. – Le reitero porque es una situación que me supera.
Ana: Si no quieres, no dejaré que Jessica se ponga en contacto contigo, por el momento. – Me responde. – Ni siquiera le diré que te he encontrado. – Añade. – Por lo que sería aconsejable que tú tampoco intentases contactar con ella, para no confundirla. – Me recomienda. – En todo caso, mejor que lo hables conmigo primero, porque es una chica bastante susceptible y podrías hacerle daño.
Daddy: No intención de hacer nada. – Le aseguro.
Ana: En el hipotético caso de que tus padres y tú cambiéis de parecer, poneos en contacto conmigo y yo me ocuparé de las gestiones. Os la mandaría una vez hubiera terminado el curso, para que interrumpir su formación. – Me explica. – Por supuesto, antes de nada, me tendría que cerciorar que será acogida en las mejores condiciones, al menos que estará contigo igual que en el St. Clare’s.
Daddy: Eso lo entiendo. – Le respondo a la seriedad y firmeza de sus palabras. – Mientras no esté en condiciones de cuidar de Jessica, no tiene mucho sentido que viva conmigo. – Añado. – Ahora mismo no estaría en situación de asumir esa paternidad ni responsabilidad, por lo cual es mejor que me mantenga al margen. – Recalco. – En todo caso, esperaré hasta que sea Jessica quien se ponga en contacto conmigo.
Ana: Como se ponga cabezota, ten por seguro que lo hará. – Le contesta con complicidad. – Por mi parte intentaré frenarle dentro de mis posibilidades porque prefiero que se centre en los estudios y deje sus fantasías porque no le llevan a ninguna parte.

Me hace entrega de una fotografía un tanto informal para que no me piense que me habla de un fantasma y, en cierto modo, para que ello me ayude a tener las ideas un poco más claras cuando tome una decisión firme. Por la impresión que causa la fotografía, el día que la hicieron, Jessica no parece muy entusiasmada, lo que en cualquier caso confío en que no sea su expresión de tristeza de todos los días ni un truco de la tutora para que mis padres y yo seamos un poco más flexibles en nuestra respuesta y postura sobre todo este asunto. Entiendo que el St. Clare’s no sea el lugar más feliz del mundo y que, si es cierto todo lo que ha contado, es normal que Jessica no se sienta muy dichosa por estar allí, pero al menos parece que goza de buena salud y que las condiciones en que está son aceptables, que no me he de sentir mal por el hecho de que se quede unos cuantos años más. Mejor un sitio donde esté bien atendida que con una familia que la tratará como si fuera una extraña, con cierto recelo. Es preferible que mi encuentro con ella, si alguna vez se produce, sea en mejores circunstancias para los dos, cuando ella sea un poco más consciente de lo que hay aquí y tome una actitud responsable y madura al respecto.
Ana: Como entiendo que necesitas tiempo para conoceros, la puedo mandar aquí en vacaciones. – Me propone en un último intento por vencer las lógicas reticencias. – Si te supone mucho gasto, el St. Clare’s costearía el viaje, pero no la estancia ni manutención.
Daddy: Es mucha responsabilidad y no creo que mis padres estén de acuerdo. – Le contesto.
Ana: Tan solo intento facilitar la situación para todos. – Me aclara. – Conozco a Jessica y sé que antes o después superará sus miedos y hará lo imposible por reunirse contigo.
Daddy: De momento no estoy en situación de hacerme cargo de ella. – Le reitero. – Mis circunstancias no son las más adecuadas para hacerme responsable de una menor y lo mejor es que siga en el St. Clare’s, que siga con su vida.
Ana: Como quieras. – Me responde en tono conciliador y comprensivo. – Estaremos por aquí una semana. Si quieres conocerla, acercarte por el chalé con cualquier excusa. – Me indica. – No sabe nada de vosotros por lo cual dudo que se acerque por aquí con intención de presentarse. – Me dice para que no nos preocupemos.
Entre Jessica y yo no hay ningún parecido físico, al menos es lo que se deduce de la fotografía. Los datos que se tienen de mí, que me vinculan a ella son lo bastante incoherentes con esa idea de paternidad que por sí mismos desmienten cualquier argumento al respecto, aun así, esta mujer es una simple intermediaria y se limita a cumplir con lo que entiende en su obligación, a informarme sobre esta cuestión, porque está claro que no es algo que se haya inventado por aburrimiento. Entiendo que los datos y la información están reconocidos y tienen plena vigencia. Mientras no se demuestre lo contrario, para la Administración de los Estados Unidos, soy el padre de Jessica a todos los efectos. Tan solo queda que dicha información llegue a la Administración de España para que asuma las consecuencias de algo sobre lo que no me siento responsable no tengo recuerdo de nada que haya sucedido que me vincule a esta historia que no tiene ninguna credibilidad, por mucho que los datos que se tienen sobre mí sean tan exactos y no dejen lugar a dudas.
Daddy: Lo lamento, pero no puedo hacer nada más. – Me reafirmo. – No quiero que nadie salga perjudicado con toda esta historia.
Ana: No te preocupes. No pasa nada. Lo entiendo. – Me responde. – De todos modos, te mantendré informado porque, si Jessica es tan lista como me ha demostrado hasta ahora, antes o después encontrará alguna pista que le lleva hasta ti.
Daddy: No estoy en situación de implicarme. – Le insisto. – Pero haz lo que consideres oportuno.
Ana: Confiemos en que tu situación mejore en los próximos años y te replantees la situación. – Me dice con optimismo. – Cuando quieras saber algo de Jessica, ponte en contacto con el St. Clare’s o conmigo. – Me propone. – Jessica sabrá de ti cuando lo autorices o lo descubra por su cuenta.
Daddy: Para entonces espero que mis circunstancias hayan mejorado y me replantearé la situación. – Le contesto. – Ahora no son las más adecuadas.
Ana: Será mejor que me marche antes de que se impaciente y haga alguna de las suyas. – Me comenta con complicidad. – Si cambias de opinión, estamos cerca. – Me indica. – Nos marchamos dentro de una semana y mientras seas prudente, por mi parte no habrá inconveniente en que te acerques a conocerla.
Daddy: Me lo pensaré. – Le prometo sin darle mucha certeza. – Ahora mismo no sé hacer. – Le confieso
Ana: El domingo por la mañana iremos a misa, a la iglesia de la urbanización. – Me comenta. – Tal vez sea un buen momento para que la veas sin levantar sospechas. – Me propone. – ¿Sueles ir a misa? – Me pregunta contrariada.
Daddy: Sí, acostumbro a ir los días de precepto. – Le respondo.
Ana: Tampoco te quiero poner en un compromiso. – Me aclara.
Daddy: Si nadie me lleva, voy a pie. – Le explico.
Ana: ¿No conduces? – Me pregunta un tanto extrañada.
Daddy: No todavía no, pero estoy en ello. – Le comento. – Me presentaré al examen práctico después del verano.
Ana: Bueno, no te entretengo más. – Me dice. – Me alegro de haberte conocido y que al menos esta conversación haya servido para que se aclaren algunas cuestiones. – Me comenta aliviada. – Espero que podamos hablar en los próximos días, aunque habremos de ser discretos para que Jessica no se descubra que te he encontrado. – Me dice. – Es capaz de querer quedarse y asumo que por el momento no se dan las condiciones.
01:00 PM. Detached of Daddy. [Daddy]
13:10- 30 de junio 1995 A mis padres no les convence la idea y supongo que es una ocurrencia un tanto imprudente, una vez que le hemos dicho a esa mujer que es mejor que me mantenga al margen de la vida de Jessica porque en principio no parece que le aporte nada bueno y tampoco estoy en situación de asumir esa custodia. Sin embargo, he pensado que, ya que estos días se encuentra por aquí cerca, podríamos aprovechar y que nos hiciera una visita, que fuera su tutora quien se buscase cualquier excusa, para que no sea yo quien me presente en el chalé donde están alojadas, ya que resultaría un tanto más sospechoso. Supongo que es preferible que no se cree falsas ilusiones ni expectativas. Que la situación se mantenga como hasta ahora, que ni tan siquiera se me pase por la cabeza la posibilidad de que se quede aquí este verano y a finales de agosto la mande de regreso al St. Clare’s. La intención con la que esa mujer la ha traído a Toledo es para dejarla bajo mi custodia y por cómo me ha explicado, lo más probable es que una vez que sepa que soy su padre, no haya manera de que suba a ningún avión de regreso a Boston. Lo mejor, si quiero conocerla sin levantar sospechas, es que me cruce con ella por la calle, pero sin que me reconozca ni identifique como su padre. Sin embargo, me desagrada el hecho de que le tengan engañada, por muy buena intención que se tenga y beneficioso que sea para su cabeza adolescente. En principio, habría sitio para ella en el chalé y no demasiado problema en que se quedase, pero la responsabilidad que conlleva es algo que mis padres no asumen y para lo que no me siento preparado. Temo que la situación me supera y que tampoco le aportaría nada positivo, ya que tras la emoción de los primeros momentos se daría cuenta que la vida a mi lado no es ni una décima parte de lo maravillosa que se imagina. Entiendo que, por lo menos, conviene que pasen estos cuatro años que se supone se me han concedido de margen, para que ella crezca y mi situación personal mejore en lo posible. Pasados esos cuatro años, tal y como la tutora me ha advertido, será Jessica quien tome sus propias decisiones y quien me pida las explicaciones que considere oportunas. Si a partir de entonces aún la rechazo, el remordimiento recaerá sobre mi conciencia y lo más probable es que me exija algo más que mi indiferencia, querrá que deje constancia de ello, ya que la paternidad que se me ha atribuido tiene la misma validez en cualquier lugar del mundo y por lo tanto estará en su derecho de reclamar aquello que le corresponda. Si no quiero que este asunto termine en los tribunales, más vale que medite muy bien las decisiones y la postura que he de tomar en todo este asunto. En cierto modo que me hayan atribuido la paternidad de Jessica provoca que haya un vínculo entre los dos y que no es algo que se pueda romper o de lo que desentenderse sin más. Quizá en los próximos días, una vez que nos lo hayamos pensado con un poco más de calma y objetividad, las ideas estén un poco más claras. Por el momento se ha adoptado la postura que a todos nos ha parecido más apropiada y conveniente. Tal vez, antes de que regresen a Boston, haya ocasión para ese encuentro, para que por lo menos no se marche de aquí sin saber que su tutora ha hecho todo lo posible porque estuviéramos juntos, al menos que se ha tomado en serio la búsqueda de ese padre que ella tanto anhela. Como tal no me he negado a que haya algún tipo de comunicación entre los dos, siempre bajo el criterio y control de la tutora que es quien mejor la conoce y sabe lo que más le conviene. Si como ésta supone, dentro de unos años Jessica no se cohibirá a la hora de iniciar esa búsqueda por su cuenta, lo mínimo que se espera por mi parte es que, si quiero que me localice, no le ponga demasiadas dificultades. La tutora me ha sugerido que le entregue alguna evidencia que dentro de unos años le ayude a saber que ya hemos estado juntos y sé de su existencia. La sugerencia en principio me parece buena, siempre y cuando no se vuelva en mi contra y a Jessica le dé por pensar que no quiero nada con ella ni ahora ni en el futuro. La tutora se ha comprometido a que por su parte no dirá nada que me perjudique o condicione en uno u otro sentido. De hecho, me ha reconocido que es más partidaria de que le dé una oportunidad cuando esté mentalizado y preparado para ello. De momento no resulta muy conveniente para ninguno de los dos.
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