Friday, June 30, 1995, Chalet de Daddy (12:00 PM)
Introducción
Como una le ha quedado claro a Ana, y por ende a quienes seguimos esta historia que no parece tener un fundamento demasiado sólido, porque parte de una premisa poco creíble, Manuel (Daddy) no está en disposición de hacerse cargo de la custodia y paternidad de Jessica, y sus padres se muestran bastante recelosos al respecto.
Mientras no se demuestre lo contrario, con algo más que una nota escrita a máquina y dejada en la cuna junto a una Jessica recién nacida y abandonada, lo de esta supuesta o presunta paternidad, lazo familiar entre ambos, carece de sentido. Tan solo se le puede atribuir un valor legal o administrativo, porque esa paternidad consta en la partida de nacimiento, porque, antes que dejar esa información como «unknown» (desconocida), estaba la información de esa nota.

Ana: No te preocupes. No pasa nada. Lo entiendo. —Me responde. —De todos modos, te mantendré informado porque, si Jessica es tan lista como me ha demostrado hasta ahora, antes o después encontrará alguna pista que la lleve hasta ti.
Ana, como tutora legal de Jessica y quien ha conseguido que la búsqueda del padre de Jessica la lleve hasta Manuel, cuyos datos coinciden punto por punto con la información ofrecida en aquella nota, admite que no ha ido a reclamar nada, tan solo a informar de ese interés por parte de Jessica y de que todas las pistas terminan allí.
Ahora se entiende que a lo largo de todos estos años nadie se haya tomado demasiado en serio esa búsqueda, esos datos y pistas referentes al padre de Jessica; se topa con el pequeño detalle de que entre ellos dos tan solo hay una diferencia de edad de siete años, aparte de que entre sus vidas se interponga un océano.
La única que tiene las respuestas que plantea esta extraña situación es la madre, el responsable del abandono de Jessica y, sobre todo, quien se tomó la molestia de escribir esa nota y ser tan específico en los datos, obviando cualquier pista con respecto a la madre, más allá del apellido «Bond», como queriendo dar a entender que tal vez no se haya pretendido desentenderse del todo de Jessica o asegurarse de que ello pudiera resultar clarificador para Manuel.


No es el final de la historia.
Llegados a este punto, se puede pensar o esperar que sea el final de la historia, de la novela, una vez que Ana ha tenido ocasión de hablar con Manuel y los padres de este, comprendido que la historia de estos es ajena e independiente a la de Jessica.
Manuel es un chico normal, un joven de 21 años en cuyo pasado no ha sucedido nada que pudiera llevar a pensar que tiene alguna relación o vinculación con Jessica. Ni situaciones extrañas y anormales para su edad ni haber participado en ningún tipo de experimento científico. Tan solo es un chico de Toledo que parece verse involucrado en esta historia de manera improvisada e involuntaria.
Tiene dos opciones:
- Una batalla legal
La primera se entiende, que incluso Ana la descarta, iniciar una batalla legal para desmentir este parentesco, lo que implicaría que Jessica llegara a tener constancia de que Ana le ha localizado, que sabe de su existencia y, por lo tanto, que se sienta rechazada por aquel en quien ella ha depositado todas sus expectativas.
Hablamos de Jessica, de una chica bastante traumatizada y susceptible con todo lo referente a su abandono, a sus orígenes, de manera que su reacción ante este rechazo puede tener secuelas y consecuencias imprevisibles y para nada positivas.
Como sabemos, Ana prefiere mantener una actitud protectora y que no haya nada que enturbie los progresos que en ese sentido ha conseguido hasta ahora. Para Jessica el hecho de vivir con la expectativa de que su padre algún día vaya a buscarla evita que se encierre demasiado en sí misma. Aún no está preparada para afrontar la cruda realidad.

- Esperar al desarrollo de los acontecimientos.
Que nadie haga nada o que, en último caso, en previsión de lo que suceda con los años, Manuel no descarte que, en cuanto a Jessica le surja la menor ocasión de localizarlo, se presente en su puerta. Que no se la reciba con un portazo y al menos se le dé la oportunidad de descubrir la verdad por ella misma.
Jessica seguirá con su vida. Ana se ocupará de encaminarla y dirigirla en la buena dirección para que se labre un futuro, una vida por sí misma, de manera que cuando se sienta preparada para afrontar su realidad, la verdad, no se encuentre cayendo en un pozo sin fondo, sino con la fortaleza y los medios para que ello no le afecte de manera demasiado negativa.
Mientras tanto, Manuel y sus padres pueden seguir con sus vidas como si nada; nadie les reclamará nada ni tendrán que hacer ningún tipo de gestión para desmentir y anular esa paternidad. La carga de la prueba recae sobre Jessica y se fundamenta en la información de un papel escrito a máquina, en datos que no resultan muy compatibles con esa supuesta paternidad.
Origen
- Esperando a mi Daddy. Friday, June 30, 1995
- Reflexiones personales

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