En la otra urbanización

Friday, June 30, 1995, Chalet de Daddy (01:00 PM)

Introducción

Ana se marcha después de haber mantenido esa pequeña, pero intensa conversación con Manuel y sus padres, sin que las expectativas iniciales hayan estado muy lejos de lo sucedido. Son buena gente, una buena familia, pero no están muy dispuestos a cargar con una adolescente con quien no sienten que tengan ningún vínculo y cuya presencia será motivo de más problemas que alegrías.

Pero, sobre todo, lo relevante es que se marcha con las manos vacías, dado que les deja la carpeta con toda la documentación que tiene sobre Jessica; entendemos que, si no son los documentos oficiales, al menos son copias, para que, en caso de que lo consideren oportuno, con independencia de lo acordado, realicen las gestiones que consideren oportunas. Sobre todo que tengan algo que aportar cuando Jessica llame a su puerta.

En realidad, Ana deja la puerta abierta a la posibilidad de que haya un cambio de postura, que el recelo y la desconfianza de Manuel y los padres hacia Jessica no sea demasiado firme ni rotundo, aunque no haya motivos para que se impliquen ni quieran verse involucrados en esta historia. Ella tan solo ha llamado a su puerta porque las pistas que ha seguido la han llevado hasta allí, pero todo son conjeturas.

Ana:  El domingo por la mañana iremos a misa, a la iglesia de la urbanización. –Me comenta. —Tal vez sea un buen momento para que la veas sin levantar sospechas. –Me propone. —¿Sueles ir a misa? —me pregunta contrariada.

Lo que deja claro es que, si ellos no quieren involucrarse, tampoco hagan nada que les ponga en evidencia ni genere situaciones comprometedoras frente a Jessica. Mejor que no sea consciente de que se ha producido ese encuentro y han mantenido esa conversación.

No hemos de olvidar que, de momento, Jessica permanece ajena e ignorante al lugar donde Ana la ha traído de vacaciones y al verdadero motivo de este viaje, por lo cual en su caso todo son sospechas basadas en sus propios anhelos, en el hecho de que para ella todo lo que suponga alejarse del St. Clare Home for Girls es acercarse a su padre.

¿Quiere conocer a Jessica?

El caso es que Ana puede entender que, a pesar de ese lógico rechazo y sorpresa inicial, Manuel sienta la curiosidad de conocer a Jessica, que no se vaya a conformar con lo que Ana le haya dicho de esta, lo que conste en esa documentación o con una fotografía, sobre todo porque no ha de ir muy lejos para provocar ese primer encuentro entre ellos, ese cruce causal.

Queda descartado que Jessica vaya a hacer una visita a ese chalé, que la vayan a invitar a merendar o a bañarse en la piscina con cualquier excusa medianamente creíble alusiva al hecho de que Ana conoce a mucha gente por todo el mundo, aunque hasta ahora no haya hecho mención a esta familia en ninguna ocasión.

Se hace necesario buscar otros momentos en que dicha coincidencia no levante sospechas, que igual podría ser que Manuel se acercase por la piscina de la urbanización, pero se asume que es de uso reservado para los vecinos de la propia urbanización. Donde Manuel no es ningún extraño y cuya presencia puede provocar suspicacias.

El domingo en misa

Ya que en ninguna de las dos urbanizaciones hay una parroquia a la que acudir a misa los domingos y días de precepto, se puede intuir que la mayoría de la gente reside allí tan solo en vacaciones, lo que pensar en un entorno neutral y que no levante sospechas resulta un poco complicado.

Es preferible que a Jessica se la mantenga en su ignorancia y, hasta cierto punto, que no se le den alas en cuanto a su espíritu aventurero, que se la tenga localizada y no se sienta tan segura a la hora de buscarse lugares donde se pueda esconder y sentirse segura. Ya sabemos que ella es tendente a evitar las reuniones sociales que le causen algún tipo de recelo y encontrarse con extraños, con posibles familias de acogida, es uno de ellos.

Manuel:  Sí, acostumbro a ir los días de precepto. —Le respondo.

Puede parecer que con su respuesta, con su buena predisposición, Manuel ha intentado compensar las primeras impresiones; en caso de que no hayan sido muy favorables, se entiende que Ana lo ha encontrado en su residencia de vacaciones y que, ante el motivo de la visita, tampoco se haya esforzado por impresionar a nadie. Ha sido en consonancia con su postura ante este asunto.

Es un chico con buenos principios, con creencias, de tal manera que no hay motivos para pensar que el desmentido de esa paternidad o el rechazo a asumir la custodia oculten otras intenciones, más allá de la constatación de que no hay como tal un motivo para suponer que esa presunción tenga alguna veracidad.

Manuel:  Si nadie me lleva, voy a pie. —Le explico.

Manuel es alguien que conoce la zona, que, en contra de lo que Ana llegara a pensar, la parroquia a la que fueron el domingo no se encuentra tan lejos; se puede llegar a pie, dando un paseo.

Es decir, que Manuel está dispuesto a poner de su parte para provocar ese encuentro, aunque sea con la discreción que la ocasión merece, lo que casi es un acto de rebeldía frente a los recelos de sus padres, porque si no hay nadie que le acerque con el coche, él está dispuesto a ir a pie, por sus propios medios. Que Ana puede confiar en que acudirá, si así lo han acordado.

Origen