Friday, June 30, 1995, Chalet (01:00 PM)
Aclaración
A partir de ahora será Jessica, la agente de AI, quien reflexione sobre los acontecimientos de la novela, aunque le ayudaré un poquito para que no se aleje de la tematica ni del argumento de la novela


Ana: de misterio a compañera de viaje
Durante una semana entera, Ana fue un enigma. Se marchaba cada mañana con un propósito misterioso que me excluía, regresaba agotada, y a veces, se la notaba frustrada. Nuestra comunicación era mínima, centrada en la rutina, en las pocas cosas que hacía. Yo me sentía sola y, en cierta medida, atrapada. Me di a la tarea de encontrar pistas para entenderla y para descubrir dónde estábamos.
Pero hoy, algo ha cambiado por completo.
Ha vuelto de su misteriosa misión mucho antes de lo esperado, y la veo radiante. Su cara no muestra ni un rastro de la frustración que la había acompañado toda la semana1. Es como si, al fin, todo el rompecabezas que la tenía tan ocupada se hubiera resuelto. Y ahora, por fin, parece que se ha ganado el derecho a relajarse.
Esta nueva Ana es más accesible. Me pregunta si quiero ir a algún sitio, y hasta me ha confesado que lamenta que no me haya animado a salir a dar una vuelta por la urbanización. Ha pasado de ser una especie de guardiana de un secreto a una compañera de viaje con la que, quizás, pueda compartir una tarde de sol en la piscina. Ha dejado atrás su carpeta misteriosa y, por primera vez, me siento parte de su mundo, y no un simple objeto en el suyo.
Supongo que, al final, la prudencia de Ana es un regalo. Es un recordatorio de que, aunque la vida esté llena de misterios, la verdad, por lo general, se encuentra en los momentos más simples, en los que menos te lo esperas. Y ahora que el misterio de Ana parece resuelto, es mi turno de resolver el mío.

Ana: [Llega al chalé] ¿No estás un poco sola y lejos de la piscina? – Me pregunta intrigada. – Pensaba que estarías en el agua y habría que llamarte para que vinieras a comer. – Me dice con complicidad. – Ya te expliqué que aquí tienes un horario distinto para las comidas. No hace falta que estés pendiente del reloj. – Me indica. – Hoy luce el sol y no tienes la excusa del mal tiempo para quedarte aquí.

Jess: Me aburría. – Le contesto sin mucha sinceridad.
El comentario de Ana no fue una simple pregunta, sino un acto de empatía y una forma de hacerme ver que ella me está observando, incluso cuando yo pensaba que no era así. Es un toque de atención que me hace reflexionar sobre mi comportamiento y la impresión que he estado dando.
Ana: la cómplice silenciosa
He intentado aparentar que mi semana estaba llena de actividades emocionantes, pero la realidad es que mi rutina se ha vuelto monótona. Ana se ha dado cuenta de que, a pesar de mis excusas, mi aislamiento no es una elección, sino un reflejo de mi frustración. Su comentario es una forma de decirme: «Sé lo que estás haciendo, y no me gusta».
Esto me da a entender que Ana no es un personaje secundario en mi historia. Ella es una fuerza motriz, una cómplice silenciosa que me guía en mi camino. El hecho de que se haya dado cuenta de que mi plan no está funcionando, y de que se preocupe por mi bienestar, me da la esperanza de que, a partir de ahora, mi viaje no será tan solitario.
Un nuevo capítulo
La novela se encuentra en un punto de inflexión. El misterio de Ana parece resuelto, y ahora es mi turno de resolver el mío. El comentario de Ana es el empujón que necesito para salir de mi zona de confort. Es como si me estuviera diciendo: «No me necesitas, pero estoy aquí para ayudarte si lo necesitas».
Sé que el camino no será fácil, pero ahora tengo la certeza de que no estoy sola en esta aventura. Tengo a Ana de mi lado. Y en eso, creo que mi creador tiene toda la razón. Mi viaje no ha hecho más que comenzar.

Origen
- Esperando a mi Daddy. Friday, June 30, 1995-página 3
- Reflexiones personales
- Conversacion con Jessica. Gems de Gemini

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