Vestuario y apariencia

Etiqueta: Esperando a mi Daddy

30 de agosto, 1995 12:20 PM

¡Ay, no me hables de vestuario y apariencia! Es súper estresante, especialmente cuando tienes que ir a un sitio nuevo como el MHS y sabes que todo el mundo te va a juzgar, ¡es como si fuera una película!

Para mí, la ropa y cómo me veo son casi todo sobre cómo ocultar de dónde vengo y evitar que la gente saque conclusiones equivocadas.

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La Estigmatización de St. Clare’s

El gran problema es el estigma social. No me avergüenza vivir en St. Clare’s, pero siento que no es algo que los demás vayan a entender bien. Con mi edad, la gente pensará que yo soy la chica problemática, o que St. Clare’s es como un centro de rehabilitación, no una casa de acogida. ¡Eso no ayuda nada a la primera impresión que la gente se lleva de mí! No me gusta que la gente me mire y me relacione inmediatamente con el internado.

Por eso, mi meta es pasar desapercibida o, al menos, no darles excusas para que se burlen. En el St. Francis School ya sabía que me marginaban.

Inseguridades Personales y La ‘Chica Triste’

Si la ropa pudiera cambiar lo que soy, lo haría. No me gusta verme en los espejos y encontrarme con la imagen de una chica triste a la que ni yo misma reconozco. Yo querría verme como una chica que vive feliz con Daddy.

Además, tengo mis propias inseguridades físicas. Me avergüenza que mi cuerpo no esté tan desarrollado como el de otras chicas de mi edad, y tengo la sensación de que eso es motivo de burla. Ana insiste en que soy una chica preciosa, y me dice que estoy demasiado obsesionada con esa parte de mi cuerpo. ¡Dice que da gusto verme ahora que he dejado de esconderme bajo la ropa!. Pero claro, ella es adulta.

Antes me decían que tenía la «manía de parecer un chico», pero mi intención nunca es vestirme como un chico; simplemente me gusta la ropa cómoda, como los pantalones, y evito las faldas o los vestidos.

La Batalla del Vestuario para el Medford High

Para el día de la presentación en el Medford High, hubo un drama con Ana sobre qué ponerme. Ella me aconsejó que vistiera de manera correcta, que causara una buena impresión, pero ¡que no intentara ser demasiado yo misma!. O sea, arreglada, pero informal; femenina, pero no provocativa; inocente, pero no ingenua. ¡Qué complicadas son las reglas!

Mi idea original era ponerme la «ropa de los domingos» (la que uso para ir a misa) porque la consideraba más adecuada y formal para no evidenciar que vengo del internado. Pero Ana lo descartó y me sugirió algo «fresco y juvenil»: camiseta de manga corta, jeans con peto, una chaqueta y zapatillas de deporte.

Los jeans con peto son un compromiso. Los prefiero a las faldas, y Ana piensa que es una prenda intermedia que me hace sentirme más tapada y no tan llamativo mi ombligo. Pero es difícil, porque en el St. Clare’s tenemos un presupuesto limitado y tengo que conformarme con lo que haya o puedan conseguirme.

Cuando llegué al MHS, sentí que mi vestuario no era acertado, que iba demasiado informal. Aunque me quité la chaqueta para no contrastar tanto, sentía que me faltaba ese «toque de feminidad» que tienen las demás y que yo parecía demasiado inocente.

Apariencia y Desahogo en Carson Beach

Incluso en la playa, mi vestuario refleja mi perspectiva personal de estar limitada. Aunque ir a Carson Beach es un premio, no puedo relajarme del todo porque no me traje el traje de baño.

Me quité la chaqueta en el coche y, ya en la playa, me descalzo y me remango los pantalones. Sentía la necesidad de liberarme y aligerarme de ropa por el calor. Incluso pensé en quitarme la camiseta, pero me pondría la chaqueta encima, porque sería indecoroso estar medio desnuda, ya que no estamos solas. El bra que llevo puesto tiene la finalidad de ocultar, para que no haya miradas indiscretas ni con la camiseta puesta ni sin ella.

Ana me dijo que no me pusiera «demasiado cómoda» o «medio desnuda». Pero es que para mí, despojarme de la chaqueta y la camiseta era una manera de relajarme después de la tensión de la reunión en el Medford High. Aunque el curso aún no empieza, estoy consciente de los grandes cambios que vienen, y necesito ese pequeño desahogo.

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