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Crónicas del Aula: Primer Día, Primeras Impresiones en Spanish I
1.0 Introducción: El Entusiasmo de un Nuevo Comienzo
Cada primer día de un nuevo curso en Medford High se siente como una página en blanco, una oportunidad para encender una chispa. Este año no es la excepción. Entro al aula con el mismo entusiasmo de siempre, convencido de mi filosofía de enseñanza: la inmersión lingüística no es solo un método, es una invitación a vivir el idioma.
Desde el primer «buenos días», mi objetivo es sentar las bases de un entorno donde el español sea el vehículo para el descubrimiento y el respeto mutuo. Hoy, mi esperanza es simple pero profunda: embarcar a este nuevo grupo de alumnos en la fascinante aventura del aprendizaje del español y ver hasta dónde podemos llegar juntos.
2.0 El Plan Inicial: Un Viaje a España sin Salir del Aula
Mi estrategia para la primera parte de la clase era clara: sumergir a los estudiantes en la geografía y la relevancia actual del español, creando un contexto tangible para su aprendizaje.
2.1 Inmersión Total
Comencé la clase como siempre lo hago: exclusivamente en español. «Buenos días a todos», dije, mientras escribía mi nombre en la pizarra. Me presenté con mi nombre completo, Francis Randy Bacon, para establecer una conexión formal. Expliqué mi origen, «Soy de Boston», pero inmediatamente añadí el detalle que me da credibilidad como su guía en esta materia: «mi familia materna es de ascendencia española, de Burgos«. Era fundamental que entendieran desde el principio que el idioma que vamos a estudiar forma parte de mi propia herencia.
2.2 Un Recorrido Visual por España
Para hacer el idioma tangible, desplegué sobre la pizarra un gran mapa satélite de la península ibérica. Mi método pedagógico para el primer día se basa en lo que llamo «anclaje cultural»: dar al idioma un hogar físico, un lugar de origen que puedan visualizar.
Antes de la gramática y el vocabulario, necesitan un sentido de lugar. Señalé con calma los elementos más destacados: los grandes ríos que la atraviesan como arterias (Miño, Duero, Tajo, Guadalquivir, Guadiana, Ebro y Segura), la vasta Meseta Central que define su corazón, y las imponentes cordilleras como la Cordillera Cantábrica, los Pirineos, el Sistema Penibético y el Sistema Central, que actúan como sus fronteras naturales. Mi intención era que, antes de conjugar un solo verbo, los alumnos «vieran» el país del que emana nuestra asignatura.

2.3 Conectando con el Presente
Tras el viaje a España, era crucial traerlos de vuelta a su realidad inmediata. Desplegué dos mapas de los Estados Unidos. El primero, uno político estándar. El segundo, un mapa demográfico que mostraba con distintas tonalidades de azul la prevalencia de hispanohablantes en cada estado. Les expliqué cómo en estados como California o Texas más del 28% de la población habla español. Luego, centré su atención en nuestro propio estado, señalando el dato clave: «en Massachusetts lo habla más de un 3%». Concluí la explicación con una predicción estadística para el aula: «Trasladado a esta clase, al menos uno de vosotros conoce el idioma».


3.0 Primeras Impresiones del Alumnado: Contrastes Notables
El primer día es siempre un microcosmos del curso que está por venir. Las personalidades emergen rápidamente, y en esta clase los contrastes fueron evidentes desde el primer momento.
3.1 Yuly: La Chispa Inesperada
Mi grata sorpresa llegó de la mano de Julia Stephanie MacWindsor, quien más tarde supe que prefiere que la llamen ‘Yuly’. Mientras describía el mapa de España, interrumpió con un español perfecto y una aguda observación: «Vigo se encuentra en el flequillo». Su comentario, que comparaba el perfil noroeste de la península con un rostro, no solo demostraba dominio del idioma, sino también ingenio. Poco después, cuando mencioné la estadística de hispanohablantes en Massachusetts, ella levantó la mano y confirmó la predicción al presentarse como hablante nativa por su madre española. Su actitud proactiva y su confianza son, sin duda, un activo inmenso que dinamizará la clase.

3.2 Los Chicos: La Energía Desenfocada
En contraste con la participación constructiva de Yuly, un grupo de alumnos varones mostró una energía más caótica. Tras la intervención de Yuly, las preguntas se superpusieron sin orden: Alice preguntó por Madrid, George por Barcelona y John por Sevilla.
Sus preguntas, aunque pertinentes, crearon un pequeño alboroto. Tuve que intervenir para pedir calma: «Quien quiera saber algo, que primero levante la mano y espere su turno«.
Internamente, reconocí el patrón: es el arquetipo clásico de alumnos probando los límites en el primer día. Mi respuesta, serena pero firme, no buscaba solo restaurar el orden, sino establecer desde el minuto uno el precedente de autoridad y respeto que regirá todo el año. Aproveché para reforzar la filosofía de la clase, recomendándoles que usaran el español que supieran para motivar al resto.

3.3 Jessica: El Enigma Silencioso
Mi atención también se fijó en una alumna, Jessica Marie Bond. Había elegido un pupitre en las filas centrales pero en un extremo, una posición estratégica para quien busca pasar desapercibido sin aislarse por completo. Como pedagogo, reconozco esta conducta no como simple timidez, sino como un deliberado acto de autopreservación. Mi reto como su profesor es claro: ¿cómo puedo hacer de esta aula un espacio lo suficientemente seguro para que ella decida emerger? Cuando decidí empezar las presentaciones formales siguiendo el orden de la lista, la llamé. Apenas había pronunciado su nombre para que se presentara cuando el murmullo de la clase fue roto no por su voz, sino por el cántico irrespetuoso de un grupo de chicos.

4.0 Un Giro en el Guion: La Gestión de un Conflicto
Todo plan de clase debe ser flexible, y el comportamiento de un grupo de alumnos me obligó a demostrarlo. Un incidente de falta de respeto me forzó a cambiar de rumbo para reafirmar la autoridad y establecer el tono correcto para el resto del curso.
4.1 La Canción y la Falta de Respeto
Justo cuando llamé a Jessica, un grupo de chicos interrumpió la clase entonando una canción burlona y completamente inapropiada:
«♫ Jess Bond, Jess Bond, you are Jessica Bond. You can give it to me when I need to come along… ♫».
Mi desaprobación fue inmediata. Esto no era una simple broma; era una falta de respeto grave, una forma de acoso en el primer día de clase que cruzaba una línea inaceptable. Reprendí su comportamiento, preguntándoles:
«¿Así empezáis el primer día de clase?».
4.2 La Decisión: Del Juego al Trabajo Serio
Tenía preparada «una actividad un poco más divertida» para romper el hielo, pero mi filosofía pedagógica es clara: el respeto es un prerrequisito para cualquier actividad lúdica.
Este incidente exigía un reinicio fundamental, un acto de «gestión del aula» para recentrar el propósito de nuestra comunidad. Decidí cambiar el plan. La tarea que asigné no era un mero castigo, sino una herramienta diagnóstica y una declaración de intenciones: una redacción por parejas a entregar en dos semanas, donde debían explicar sus motivos para matricularse en la asignatura. La broma había terminado; era hora de trabajar en serio.
4.3 Estableciendo Consecuencias Claras
Para que entendieran la seriedad del encargo, detallé las instrucciones y advertencias con total claridad. Les expliqué que este no era un ejercicio sin importancia, sino una tarea evaluable con un peso real en su calificación. Los puntos clave que les comuniqué fueron:
- La calificación de la redacción contará para la nota final del curso.
- Quien no me presente la redacción estará suspenso hasta final de curso y más le vale que obtenga muchas ‘A+’ en los exámenes que hagamos, porque se juega el curso completo.
- Se valorará más la calidad del contenido que la cantidad.
- El uso del español puntuará más, aunque, por ser el primer trabajo, no es obligatorio.
- Se tendrá muy en cuenta la ortografía y la presentación del trabajo.
5.0 Sentando las Bases: Normas y Actitud
El incidente me brindó la oportunidad perfecta para dejar claros no solo los objetivos académicos, sino también las expectativas de comportamiento. Era el momento de establecer el «contrato social» que regiría nuestra convivencia en el aula durante todo el año.
5.1 Un Código de Conducta
Mientras los alumnos empezaban a formar parejas, me dirigí a la pizarra y escribí el título «Good schoolmate». Debajo, enumeré una serie de normas básicas de convivencia. Les expliqué que, para que no hubiera quejas futuras, estos serían los criterios con los que realizaría la «evaluación de la actitud» en clase. Las 8 reglas eran sencillas y universales:
- Mira a los ojos.
- Respeta a los demás: sus ideas y opiniones.
- Da las gracias tres segundos después de recibir algo.
- Cuando ganes, no te jactes, cuando pierdas, no te enfades.
- Haz tus tareas cada noche sin fallar.
- Sé la mejor persona que puedas ser.
- Aprende los nombres de todos los profesores y compañeros de clase y salúdales.
- Si alguien se enfada contigo, incluso si no fue tu culpa, pide disculpas.
5.2 Reacciones y Cierre de la Clase
La reacción no se hizo esperar. George, uno de los chicos que había interrumpido antes, exclamó: «¡Esta asignatura es un chollo!».
Lejos de entrar en una confrontación, respondí con calma y un enfoque colectivo: «Entre todos intentaremos que lo sea«.
Fue en ese momento, mientras el murmullo se calmaba, cuando observé un detalle revelador: Yuly, la alumna segura y nativa, se acercó directamente al pupitre de Jessica, la alumna silenciosa que acababa de ser el blanco de las burlas, y le propuso ser su pareja. Una pequeña alianza inesperada, nacida del conflicto.
Me llenó de una cautelosa esperanza: quizás esta unión podría ser la clave para integrar el talento de una y desbloquear el potencial de la otra. Con las normas claras y la tarea asignada, di la instrucción final para que comenzaran a trabajar. Un silencio ordenado y productivo llenó el aula.
6.0 Conclusión: Reflexiones de un Primer Día
Este primer día ha sido un intenso mosaico de personalidades y dinámicas. He visto el entusiasmo brillante de una alumna como Yuly, un faro de potencial para el resto de la clase. He percibido la reticencia silenciosa de Jessica, un enigma que requerirá paciencia y un entorno seguro para desvelarse. Y he tenido que gestionar la energía disruptiva de un grupo de alumnos que aún deben aprender que el respeto es la base de cualquier comunidad de aprendizaje.
La decisión de Yuly de formar pareja con Jessica, nacida de un momento de tensión, es quizás la dinámica más interesante que ha surgido hoy. Esa interacción puede ser una de las más importantes a observar a lo largo del curso. A pesar del comienzo accidentado, me siento optimista. Cada alumno, desde el más participativo hasta el más reservado, tiene potencial para crecer.
El camino ha comenzado con turbulencias, pero confío en que, con estructura, respeto y dedicación, este viaje por el español será productivo para todos.

Origen
- Esperando a mi Daddy. 6 de septiembre, 1995
- NotebookLM- Analisis 6 de septiembre, 1995

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