Wednesday, September 6, 1995

02:30 AM. School Bus

Las clases terminaron hace diez minutos, pero todavía no se ha subido todo el mundo al bus y hay que esperar. Me parece que se me hará eterna la vuelta. Es una suerte que haya habido un descanso a lo largo de la mañana y haya tenido oportunidad de comer algo, de lo contrario creo que moriría de hambre, me comería los asientos, en realidad, los libros, si ello me sirviera de excusa para no regresar, pero éste únicamente ha sido el primer día de clase y lo único malo es la actitud de los chicos y la asignatura de Spanish I. Tal vez lo positivo sea que ya soy una chica de High School y después de las clases regreso al St. Clare’s, cuando en circunstancias normales mi residencia sería otra, pero allí hay más probabilidad de que Daddy me encuentre, ya que, si le obligan a que se recorra medio condado, se lo pensará mejor y seguro que decide que es mejor que desista en ese empeño por encontrarse conmigo. Sin embargo, como vivo en el St. Clare’s, seguro que, si Daddy se asoma por la puerta, Ana o Monica le darán conversación hasta que yo llegue; en caso de que les preguntase por mí cualquiera de las dos le diría dónde me encuentro, porque soy una chica fácil de localizar.

Yuly: [Mientras se sube a un coche] Hasta la vista, baby. – Se despide con una sonrisa.

Jess: [Junto al bus] Adiós. – Le devuelvo el saludo.

Supongo que le pareceré simpática. Al final nos no hemos pasado la mañana juntas, pero las dos clases y el descanso que hemos compartido no han sido una mala experiencia y su compañía tampoco. Como ya no estoy en el mismo centro que mis compañeras, supongo que tendré que favorecer mi amistad con ella porque de lo contrario me sentiré muy sola durante todo el curso, aunque me molesta un poco el hecho de que su interés por mí se deba a que le cuente mi vida por el trabajo de Spanish I y después me olvide como ya hacen el resto de las compañeras, sin que la actitud de los chicos favorezca en exceso mi vida social, porque me han convertido en el bufón, sin que lo haya pretendido. Supongo que, si tengo una amiga, la situación me será mucho más soportable. Sin embargo, todavía no tengo muy claro hasta qué extremo quiero que sea mi amiga, porque supongo que, como todas las chicas con las que he tomado confianza, ésta también se marchará antes o después, mientras que la pandilla de los chicos del parque siempre está ahí y son más o menos los mismos, aunque desde hace algunos años estén en plan tonto y sea preferible no darles muchas confianzas. Yuly no vive en el barrio y solamente nos veremos aquí, en el Medford High, lo cual no creo que resulte muy positivo, porque no tengo intención de moverme del barrio, salvo que Daddy venga a por mí.

02:55 AM. St Clare’s

Llego al St. Clare´s y el ambiente que me encuentro es el habitual un primer día de curso, pero con la particularidad de que no he compartido las mismas vivencias y experiencias que las demás. Vengo de un lugar completamente distinto. En cierto modo me siento como supongo que se habrán sentido éstas durante años cuando regresaban después de haber estado de excursión mientras yo me quedaba aquí castigaba por haberme escapado o escondido para que no me obligasen a subir al autobús. Esta tarde la que tiene mucho que contar soy yo, pero la verdad es que no me apetece hablar de ello. Ha sido un día demasiado intenso y necesito tiempo para descansar y aclararme las ideas, por lo que antes de subir a mi habitación me paso por la cocina con idea de prepararme un sándwich y coger una manzana, como algún que otro día he hecho con permiso de Ana, porque no me siento con ganas para comer nada más. Necesito que me dejen sola, esconderme del mundo. Ni tan siquiera me molestaré por preguntar por Daddy porque ya me sé la respuesta. En caso de que hubiera alguna novedad, mi llegada hubiera levantado un poco más de entusiasmo, pero Ana está dedicada a las niñas pequeñas y Monica a las mayores, de manera que me puedo mover por el edificio como un fantasma, casi como cuando me escapaba y regresaba con idea de que nadie se diera cuenta, pero al menos Ana siempre me sorprendía porque, como ella suele decirme, ‘La Policía no es tonta’. Antes de que ella llegase al St. Clare el truco me funcionaba. Sin embargo, Ana está demasiado pendiente de mí como para que se le pasen por alto mis ausencias sin permiso, fue una de las razones por la cuáles tuve que abandonar esa mala costumbre.

En todo caso, mientras no me llamen y esté localizable, me puedo esconder en mi dormitorio y hacer como si no estuviera, dado que allí no me molesta nadie y se me ha asignado esta habitación con idea de que no me haga notar demasiado, aunque todo el mundo sepa que vivo aquí, Sin embargo, mi presencia supone una alteración de las normas y es mejor que no conlleve, además, un motivo o causa de problemas añadidos, por mucho que sepan que hay una adolescente en la casa a quien quizás hayan de prestar más atención que el resto, dado que ya he dejado de ser una niña pequeña, pero aún no soy lo bastante mayor como para que se me considere una chica tan independiente. En realidad, lo que quiero es que me dejen tranquila y no me hagan preguntas incomodas sobre cómo me ha ido la mañana, ya que mi respuesta no será tan positiva como quizá esperan, he tenido que asistir a clase de Spanish y sufrido las burlas de mis compañeros de clase, lo cual es un mal precedente el primer día de clase.