Evaluación de competencias profesionales

En verdad, en verdad

En ese descubrimiento de mí mismo, en buscar de conocer tanto mis virtudes como mis defectos, en parte porque se insiste mucho en el tema, he querido descubrir cuáles son mis competencias profesionales a la hora para elaborar el curriculum, ya que acostumbro a bloquearme y no sé qué muy bien qué decir de mí mismo. Se trata de vender mi imagen, destacar por encima de los demás y que, en esa seleccionen de un candidato, me pongan el primero de todos. ¡Cómo si fuera tan fácil darse esos aires de grandeza, superioridad, autoconfianza y que, además, resulte creíble! 

No es tanto echarme flores a mí mismo como el hecho de destacar los puntos fuertes de mi personalidad, aquello que no se consigue porque te den un título o una certificación académica. Por lo que entiendo al respecto, lo que se pretende con ello es convencer de que se es una persona responsable, de confianza, que va a cumplir con el trabajo; capaz de enfrentarse a los problemas bajo presión y tener siempre una sonrisa amable para los demás; capaz de comprometerse con los ideales y objetivos de la empresa desde el primer momento, ya que tal cómo te comportes se te tratará.

La cuestión es que en el resultado de ese test, para mi asombro y sorpresa, lo que más se destaca de mí, dentro de lo que se puede considerar positivo, – lo negativo lo he omitido porque la intención es «vender al burro cojo como si fuera un hermoso corcel»- es que soy sincero. 

Esperaba que destacase mi belleza personal; mi don de gentes; mi inteligencia emocional; mi simpatía innata; mi trato agradable; mi generosidad desmedida; que soy un tipo responsable, puntual y de la máxima confianza…… Los que me conocen ya saben que a mí se me abren todas las puertas con tan solo el susurro de mi nombre, que no hace falta ni que vaya porque vienen a buscarme……

Pues nada, ahora resulta que mi mejor cualidad es la sinceridad y eso, me parece a mí, se valora en su justa medida tan solo cuando interesa, porque eso de decir la verdad 2 de cada 3 veces, por establecer una probabilidad, debe resultar un tanto confuso. ¡Hay que ser un poco más «pillo» para ciertos temas!

  • ¿Has terminado ya con eso? – Sí, no he parado en todo el día y ahora me estoy tomando un minuto de descanso.
  • -> No hay que decir, «Terminé hace dos horas y no había nada más que hacer»
  • ¿Tienes algo que hacer esta tarde? – ¡Uff, lo siento! Tengo la agenda apretadísima para toda la semana, incluso el mes! Te aviso, si tengo un hueco.-
  • -> No hay que decir » ¿Esta tarde? Nada. Me puedo quedar cinco minutos más»
  • No van tres en un burro. Van dos y un tercero con el que se están turnando.
  • -> Tengo las gafas sucias y no veo bien

Pues nada, ya conozco mis puntos fuertes. A partir de ahora, cuando me pregunten, ya sé qué tengo que responder y confío en que no suene a cuento chino. 

01. diciembre 2016

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