La tierra, esta arena suelta, aquella que levanta el viento y que el agua no puede tocar. La tierra tiene orillas en el mar, pero es tierra, arena nada más, aquella que arrastra el viento y que el mar no se puede llevar. Por eso dejé mi barca en la orilla y en ella sólo tú te fuiste a sentar, porque estaba perdido en la tierra y Tú al mar me querías arrastrar, querías llevarme mar adentro, porque no querías verme solo, querías hundirme en las olas, para llevarme contigo nada más.
Poema de 1996