Construir una ciudad

Cuando hago mención a Toledo en mis novelas, me es fácil ubicarme, expresar con más o menos claridad cómo llegar a un sitio, acompaño a los personales en sus paseos, ya sea a pie, en coche o en autobús, porque son recorridos que ha hecho o hago con relativa frecuencia. No tengo más que echar mano de mis recuerdos y hacer un pequeño esfuerzo e imaginarme la impresión que mis personajes ello les causaría, incluso cuando por razones de la novela éstos se han llegado a perder e incluso se han creado ilusiones que se han creado. Soy capaz de perderme por Toledo y capaz de sorprenderme con todo lo que la ciudad aún me tiene que descubrir a nivel personal e incluso como ubicación para mis novelas, porque mis personajes se han llegado a imaginar la ciudad como la mejor del mundo, donde no le falte de nada y sí, lo cierto es que esa visión un tanto utópica, la propia ciudad me ha demostrado que no está tan lejos de la realidad, que tal vez tengo menos imaginación y creatividad de la que presumo o presupongo.

Ha jugado con la ciudad y la he convertido en un personaje más de mis novelas, a disfrazarla sin que pierda su esencia e incluso le he limpiado el polvo acumulado con el paso de los siglos y descubierto curiosidades que desconocía, ya sea por no haber prestado atención hasta ese momento o porque será verdad eso de que quienes menos conocemos la ciudad somos los que vivimos en ella, que tienen que venir de lejos para que nos demos cuenta de toda la magia y el encanto que tiene Toledo más allá de lo que se aprecia a primera vista. detrás de cada piedra. A la vuelta de cada esquina hay una historia que contar, aunque sea la mía, porque he sido testigo de muchos de los cambios que ha sufrido la ciudad en los últimos años, lo que en muchas ocasiones ha derivado en la pérdida de mi propio pasado, porque yo en realidad no soy nadie y mi vida, mi propia existencia tiene la misma importancia y relevancia que la del resto de los habitantes de la ciudad o de aquellos que alguna vez han pasado por aquí. la salvedad es que yo me he permitido, he tenido la osadía de plasmar esos recuerdos en mis novelas y tal vez algún día, alguien tenga curiosidad por visitar esos mismos lugares y ni tan siquiera los localice en el mapa. Pero sí, yo he estado allí.

Vista de Toledo

El problema viene cuando pretendo escribir sobre una ciudad que no existe como tal, que no aparece en los mapas, sobre la que nadie me puede hablar, pero que yo pretendo resulte tan creíble como Toledo, un sitio al que a la gente le gustaría ir, recorrer esas calles y saber que a la vuelta de tal o cual esquina se encuentra el quiosco donde comprar el periódico y que, si vas un poco más allá se encuentra un parque donde los niños juegan por las tardes y las madres aprovechan para hablar de sus cosas, donde los abuelos llevan a pasear a los nietos y donde con cierto disimulo los personajes de mis novelas son capaces de encontrarse sin ser conscientes de ello porque aún no se conocen o prefieren pasar desapercibidos. ¿Existe ese lugar?

En la novela «Esperando a mi Daddy», Medford sí existe, todos los lugares que se mencionan, cada dirección y casi cada edificio tal y como se describen en la novela, aunque algunos son más fruto de mi imaginación de la evidencia de que todo lo que menciono de ese lugar es consecuencia de una investigación previa, de la búsqueda de planos y reconstrucciones en 3D más o menos fiables con la realidad. Algún edificio es del todo inventado, porque el que se encuentra en esa dirección o no ha sido de mi agrado o no reúne las características que yo le he dado en la novela. Sin embargo, he preferido respetar la ubicación, porque se encuentra en el punto exacto y preciso, el que encaja como un guante con la historia que pretendo contar. Y no, yo como tal no he estado en Medford, ni siquiera he puesto un pie en el continente americano, pero he acompañado a mis personajes en su viajes y aventuras, me he asomado con ellos por la ventana y hasta me he metido con ellos en la bañera mientras se duchaban, aunque también me han dado con la puerta en las narices por meterme donde no me llaman. He subido por esas escaleras exteriores e interiores en los edificios donde no hay ascensor. Incluso me he permitido ir de compras o de fiesta, cuando ha surgido la ocasión, de manera que se me ha hecho tarde para dormir o he tenido que madrugar.

Medford, Massachusetts

Sin embargo, en lo referente a la novela «Silencio en tus labios» esa otra ciudad a la que se hace mención la he creado casi desde cero, la he ido descubriendo poco a poco según el personaje de Ana ha cobrado importancia dentro de la novela, se ha afianzado ese romance entre los personajes y he sentido la necesidad de llevar el desarrollo de la novela a otro nivel.

La pregunta inicial que hay que hacerse es ¿De dónde es Ana? ¿Qué sabemos de ellas? ¿Qué nos ha contado de sí misma hasta ahora, en todo lo que me he permitido publicar? Empieza siendo una chica venida de lejos, de otra ciudad, porque suponemos que es otra ciudad, que no es una población pequeña, dado que es cómo se presenta. Tampoco da muchos datos de sí misma para presentarse, alude a su parroquia, a su grupo de amigos, a novio de entonces. Ana puede proceder de cualquier sitio siempre que no sea Toledo y quede claro que han de hacer ese viaje en coche o en autobús.

Para mí, ella era una chica que había ido al retiro en compañía de su novio y que, debido a lo lejos que vivían, sería difícil que nos viésemos mucho más que hasta entonces.

Manuel, 7 de octubre 2020

Pero claro, Ana empieza a venir a Toledo, se empiezan a producir esos encuentros entre ellos, por lo cual no basta con decir que Ana viene de lejos ¿Cuánto tarda en llegar o en volver? ¿Cuán fácil es hacer ese trayecto? Ana unas veces viene a Toledo por su cuenta y otras en autobús, por lo que se comenta en la novela, el trayecto es de unas dos horas en coche lo bastante como para pensárselo, pero no tanto para descartarlo, para hacer el trayecto de ida y vuelta en el día o aprovecharlo como excusa para quedarse todo el fin de semana en Toledo, para hacerle una visita rápida a los amigos y tener una excusa fácil para que éstos la retengan o ella se pueda escapar sin muchas más explicaciones. Se le hace tarde y no quiere que se le haga de noche en la carretera, sobre todo cuando viaja sola.

Cuando Manuel hace esa primera visita a la ciudad, es cuando me encuentro en la tesitura de dar un poco más de forma a la ciudad, dar forma a sus calles, a sus edificios, a su infraestructura, dado que Ana no vive en una casa aislada en mitad del desierto. Ella misma nos cuenta que vive cerca de su parroquia, que esa cercanía le permite implicarse de manera un poco más personal porque tampoco le quita demasiado tiempo y se puede contar con ella sin problema. Ya tenemos un lugar de referencia, un dato de la ciudad, un punto de partida. Como también se hace mención a los trayectos en autobús, es fácil comprender que ha de haber una estación. Es decir, que esa nada en mitad de ninguna parte a dos hora de coche de Toledo, empieza a tener algo más de consistencia. Las estaciones de autobuses suelen estar en las poblaciones grandes. además se hace mención a una casa de ejercicios a una casa de oración donde se reúne la gente.

En esa primera visita de Manuel, se alude al hecho de que la ciudad cuenta con varias parroquias, iglesias, que es posible acudir a misa a horas diferentes, de ahí que Ana evita ese primer y pretendido reencuentro. Además, se dice que que ella reside en una calle comercial, por donde hay tráfico, por donde ha de pasar el coche de sus amigos de regreso a la casa de ejercicios. Se menciona que ella vive en una calle bastante transitada, en un edificio que cuenta con portero automático, por lo que se deduce que es de varias plantas, sin que se especifiquen cuantas.

Foto de ejemplo de portal

Se hace mención al hecho de que antes de llegar a la Casa de ejercicios, hacer un recorrido por la ciudad, de manera que Ana aprovecha para contarle a Manuel detalles sobre su vida personal, dónde estudió, su colegio, su instituto; dónde jugaba con las amigas, etc. Como van en coche, es comprensible pensar que entre hasta allí hay una cierta distancia, aparte que se hace mención al hecho de que la casa de ejercicios cuenta con aparcamiento propio ¿Cuán lejos o encuentra se encuentra del centro de la ciudad? ¿Cómo es el edificio? ¿Moderno o antiguo? Se dice que tiene varias plantas y con muchas habitaciones, con un patio patio exterior que por las noches se ilumina con farolas.

Sabemos por la escapada tras la convivencia, que en la ciudad tiene que haber u centro comercial o al menos un cine con diferentes salan donde se proyecta películas actuales, del momento, donde Ana se lleva a Manuel para esconderse, para que éste esté entretenido mientras ella discute consigo misma para resolver su conflictos personales y familiares sobre su futuro. Hay algo que amenaza su felicidad y su futuro.

Película estrenada en 2003

En la siguiente visita de Manuel, con algo más de tranquilidad, tenemos ocasión de estar en la estación de autobuses y montarnos en el autobús urbano, por lo que descubrimos con más las facilidades de movilidad dentro de la ciudad, que no es necesaria esa dependencia del coche. También nos llevan a la peluquería para que nos peinen para la boda y a la gestoria para que nos hagamos una idea de cuales son las opciones de trabajo, a qué se dedican Ana y familia. también se hace menciona un local de celebraciones con aparcamiento subterráneo para los clientes y con opción de acercar el coche hasta la puerta principal para dejar o recoger gente.

Photo by Erik Mclean on Pexels.com

Por supuesto no debemos pasar por alto hacen mención a la existencia de ese hospital, como referente para los problemas de salud de Ana, por lo que entendemos que ha de tener estructura y capacidad suficiente para atender situaciones como la suya, donde poder quedarse ingresada siempre que lo necesita y donde sentirse bien atendida. Que no se trata de un centro de salud de barrio, ni es necesario el traslado a otra población.

Medicamentos de Ana

Nos falta determinar aún cuál es la idea de Ana en cuanto al plan de vivienda el en que ha invertido sus ahorros y para el que ha pedido la participación de Manuel, una vez que Carlos se ha quedado al margen ¿Queda alguna vivienda libre en la ciudad? ¿Se plantea vivir en la ciudad o se irán a vivir fuera? ¿Cuánto se quiere o puede alejar de sus padres, del trabajo, del hospital? ¿Qué opciones le ofrece la ciudad?

Si se trata de una ciudad ¿Qué importancia tiene? ¿Es una capital de provincia? ¿Cuál es su pasado? ¿Su futuro? ¿Cuáles son sus ofertas culturales, deportivas, de ocio? ¿Qué se puede hacer en esa ciudad, aparte de ir a misa, a convivencias de oración, a trabajar en la gestoria o de boda si tenemos la suerte de que nos inviten? ¿Quién más vive en la ciudad aparte de Ana, su familia y amigos? Sabemos que el hermano de Ana está casado, vive por su cuenta y ya tiene un hijo. Sabemos que la hermana vive en el extranjero, que pronto va a ser madre y no quiere al bebé ¿Estará la ciudad en disposición de acoger a ese bebé o se va a encontrar con un mundo solo para adultos? ¿Podrán Ana y Manuel formal su propia familia? ¿Estará la ciudad preparada para contar a Manuel entre sus vecinos? ¿Será la ciudad la causante de esa ruptura anunciada?

¿Hay alguien que sepa dónde vive Ana? Es por avisar a los vecinos porque no saben lo que les espera, para que se vayan preparando. Porque cuando se produzca esa ruptura, Ana se va a esconder y encontrará en el conocimiento previo de la ciudad su mayor ventaja. Vete y dile que se esconda en Toledo, ya verás cómo Manuel tampoco consigue dar con su paradero.

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