Te vas porque quieres, por eso te vas,
por eso cierras la puerta y no miras atrás.
Dirás que te vas porque hoy puedes,
que la puerta está abierta y quieres,
porque podrías irte, aunque no quisieras.
No querrías irte, si supieras que no puedes,
querer es poder y el que puede quiere.
Con la puerta cerrada, la llave echada,
con la ventana colgada en la torre,
con la reja que te impidiera el paso,
con la pared tapiada, nadie puede.
Pero, si quieres irte, por mí no te quedes,
la llave no tiene puerta que la cierre,
el paso no tiene freno que lo detenga,
al que huye no lo detiene la nieve.
Te vas porque quieres, por eso te vas,
pero, si no quieres, por mí no te quedes,
no te quedes pensando qué quieres,
porque la maleza ya supera el muro,
porque el tiempo ya adelantó al reloj,
porque, si quieres, puedes quedarte,
si quieres, no habrá quien diga que no.
08/02/2022 Manuel Pellicer
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