¿Alguien sabe de qué va esta web?
«TRAS EL ÚLTIMO VERSO»
El título puede generar una cierta confusión, sin que sea esa mi intención, Sin embargo, he de admitir que en esencia he conseguido que sea justo lo que parece, un tanto confusa, porque, sin duda, el título está claro «Tras el último verso», que suena así, muy poético, y por lo tanto, esperas encontrarse mil y un poemas de todo tipo, de amor, de experiencias de vida expresión de la fe, de protesta, de desahogo, de expresión de la poesía como medio de comunicación de los sentimientos. La poesía como concepto y en la Literatura es tan variada que daría y da por sí misma para dar sentido a esta página web. La verdad es que tampoco es algo en lo que me prodigue, aunque, con más o menos acierto e incluso calidad, he escrito poemas como para estar varios años publicando uno cada día. También hay poemas que por circunstancias o se han traspapelado o han sido víctimas del olvido, no he sido capaz de encontrarlos.

Pero sí, en esta web hay poemas escritos en los últimos treinta años, que ya son poemas, aunque ha habido épocas en las que de mis manos, de mi inspiración, fluían a borbotones y épocas en las que parece que el deposito de las baterías anda un poco bajo. Mi labor creativa ha encontrado, si no otras prioridades, al menos otras maneras de expresión literaria. Tal vez porque lo que tenga que decir y esté dicho o porque no haya encontrado orejas dispuesta a poner el oído ni manos que hayan anhelado ese no sé qué con las que sorprenderse y sentir un algo indescriptible en los más profundo de su ser. La responsabilidad puede que sea mía por no fijarme en que esas manos pedigüeñas están ahí con la pena de ese silencio inconsolable. A veces, simplemente, es por reprimir esa insistencia en empapelar el mundo de poemas, que, en realidad, como se refleja en mis novelas, son algo que, en sí mismo, forma parte de esta faceta de escritor.
Como escritor de historias, por definirlo de algún modo, soy de los que cogen el hilo y no tienen fuerza para soltarlo, lo cual es la virtud del defecto o el defecto de la virtud, que igual que hay escritores, más o menos conocidos, que necesitan soltar a su criatura, prodigarse en esto de publicar, de variar, yo agarro el hilo y termino haciendo una madeja que poco a poco se va haciendo más y más gorda, hasta el punto de que parece que sea complicado que algo así vaya a caber por la puerta, por mucho que la ensanche, por mucho que venga una grúa o una excavadora, que eso no hay terremoto de grado 9 que no mueva del sitio.
Y las reflexiones en el blog son una manera de hacer todo eso pedazos, fragmentos, y que fluya como si fuera un riego por goteo, de manera que he de admitir que todo ese trabajo previo o complementario a mi labor creativa se convierte en parte de lo que estoy dispuesto a compartir, de manera que, si en mis novelas hago mención a los poemas, es porque muchas veces no parece que encuentre otra manera de sacarlos a la luz. En el blog hago mención a las novelas y voy dando pequeñas pinceladas de aquí y de allí, como si fuera una carta de presentación y que la gente tenga una idea un poco más clara de cómo y sobre qué escribo.
Y sí, dado que en mis novelas me gusta eso del narrador múltiple, de permitir que algunos de mis personajes (Jessica) se apoderen de mi labor narrativa para ser ellos mismos quienes cuenten sus vidas, lo que a mí me convierte en un personaje que ni tan siquiera participa en la acción y hasta da la sensación de que mi sola presencia o existencia supone un molestia, con el blog, en ocasiones, me sucede lo mismo. No es que me haya vuelto medio chiflado ni necesite una camisa de fuerza y una habitación acolchada sin salida. Se trata de darle una visión un poco más crítica, distinta, a esto que algunos tienen a bien «el arte de la escritura».

De hecho, estas últimas semanas me ha dado por recorrer la ciudad Toledo, como si no quisiera que quedase un solo rincón de esta ciudad que no haya sido mencionado, por ambientar un poco más la novela, cuando, en realidad, en mis novelas, es algo que de manera premeditada parece que evito. Sí, muchas de las escenas ocurren en Toledo, pero, salvo que se trate de un lugar muy concreto y conocido, evito dar demasiados detalles, que tan solo aquellos que tengan una ligera idea de cómo es la ciudad sepan ubicarlo con más o menos acierto. Sin embargo, con el blog, con idea de hacer mención a la novela «Esperando a mi Daddy», da la sensación de que pretendo hurgarle la nariz a las estatuas, aunque tampoco voy tan al detalle. Tan solo se trata de dar una idea general y, si surge la ocasión, resaltar algo que me haya resultado llamativo o significativo: una fecha, un cartel, la alusión a algún personaje conocido en el barrio o a nivel mundial.

Entonces ¿Alguien sabe de qué va esta web?
No se trata de una pregunta de examen, pero sí, tiene truco. La respuesta está en la propia web, en el título. «Tras el último verso», en la interpretación se le pueda dar y que en su momento a mí me pareció que no tenía ninguna complicación, hasta que cometí la osadía de intentar buscar su traducción en ingles:
- «Under the last verse» (Bajo el último verso)
- «After the last verse» (Después del último verso)
- «Behin the last verse» (Detrás del último verso)
- «Chasing the last verse» (Persiguiendo el último verso)
Si nos atenemos a lo que dice el poema «Ruido en el silencio«, que es de donde ha salido el verso y el título de la web, todo es mucho más simple de lo que parece, al menos quiero interpretarlo así. «Tras el último verso me tienes a mí», que intento expresar algo que vas mas allá de la poesía. Es una manera de dar a entender que hay ruido en el silencio, en todo aquellos que no se plasma con palabras, que en todo cuanto escribo, sin que suene pretencioso, estoy yo queriendo decirte algo porque no sé cómo hablar contigo.
Mis versos decoran todos tus olvidos,
adornan tus manos un momento,
tú los lees como si fueran un cuento,
una historia a la que le falta final feliz,
porque llegas hasta el último verso
y ves que ya no tuve nada que escribir,
que tras el último verso no hay nada,
pero tras el último verso me tienes a mí.
Manuel Pellicer Sotomayor
La literatura está llena de títulos que solo le corresponde saber la interpretación que el autor le da en el momento de construirlo. Para mi modesta opinión, es Manuel Pellicer y solo el, tal y como expresa largo y tendido en la exposición de referencia, es un sitio donde cabe todo lo que cabe, en un cajón desastre con los límites propios del respeto y buen gusto.
Me gustaMe gusta