Lista de lo visitado hasta ahora: (ver lista en pagina aparte)
La pluma es más poderosa que la espada
La pluma es más poderosa que la espada es un tópico literario acuñado por el autor inglés Edward Bulwer-Lytton (The pen is mightier than the sword), como una metonimia para indicar que hace más daño un escrito bien concebido y dirigido contra un punto débil del adversario, que una estocada. Se usa habitualmente para referirse a la primacía de los recursos literarios sobre los militares, o de la inteligencia sobre la fuerza (de un modo similar al refrán castellano «más vale maña que fuerza»). Aunque la forma de expresarla es original, la idea de que la expresión escrita o, en general, cualquier forma de comunicación, sobrepasa en eficacia a la violencia tiene muchos precedentes. La expresión cuarto poder con el que se compara a la prensa con los tres poderes clásicos del Estado comparte gran parte de ese sentido.
Wikipedia
En la pelea, la calidad de la espada y de su acero era un elemento tan esencial como la preparación personal y experiencia del portador de dicha arma.
Si hemos de escoger armas para batirnos en duelo, aunque sea cierto eso de que «la pluma es más fuerte que la espada«, no podemos olvidarnos de que estamos en la ciudad Toledo. De manera que habrá de ser un duelo espadas, a espadas toledanas y cantar eso de……
CANTO A LA ESPADA ¡Fiel espada triunfadora, que ahora brillas en mi mano y otros hombres y otras lides ya la gloria conoció; ya venero la nobleza de tu acero toledano, que del Tajo entre las aguas reciamente se templó. ¡Brilla, tizona de fino acero, igual que un claro rayo de luna! ¡Brilla, tizona, que a tu luz quiero hallar la senda de mi fortuna! Sé en las lides como rayo que no cede ni perdona, hiere siempre que te asistan el derecho y la razón. ¡Brilla, tizona de fino acero, igual que un claro rayo de luna! ¡Brilla, tizona, que a tu luz quiero hallar la senda de mi fortuna!
Espada Tizona del Cid Campeador.
Espada Tizona del Cid Campeador «Don Rodrigo Díaz de Vivar».

Espada Tizona del Cid Campeador.
Hoja en acero inoxidable, tallada.
Longitud total: 105 cm.
Hecha en Toledo.
Según cuenta el Cantar del Mio Cid (Obra anónima sobre la vida del Cid) la espada fue ganada por el Cid en la batalla de Valencia al Rey Búcar de Marruecos, más tarde la regalaría a uno de sus yernos.
Espadas de Toledo
El origen de esta tradición del acero no se conoce con claridad, sin embargo, se dice que ya existía esta fabricación en la Prehistoria y en la Edad de Bronce. Lo que sí se sabe, es que el acero toledano tenía una calidad muy alta, lo que hizo favorecer al Imperio español en sus batallas.
Cuentan las leyendas que las tropas de Aníbal llevaban falcatas hechas en Toledo. Estas eran una especie de espada de filo curvo empuñadas por los luchadores más temibles. Armas que provocaban terribles heridas.
Pero lo que sí se sabe, es que la tradición de las espadas toledanas comenzó sobre los siglo XV y XVI formándose gremios de espaderos que fueron los que realmente impulsaron esta tradición y mostraron la calidad de acero toledano.
Las espadas de Toledo fueron durante siglos muy apreciadas. Su belleza, resistencia y diseño hicieron que los más valientes guerreros eligieran los aceros toledanos.
Las espadas de Toledo son todo un símbolo de la ciudad, y lo son desde hace muchísimo tiempo. Se comenzaron a fabricar hace siglos, cuando las luchas cambiaron y se incorporaron las armas a los combates.
Si durante los siglos XV, XVI y XVII las armerías toledanas fueron famosas y sus productos de lo más demandados, durante el siglo XVIII se produjo el declive: las armas de fuego se hacían con el protagonismo en el campo de batalla, haciendo que espadas, dagas y picas se hicieran inútiles. La artesanía toledana corría el riesgo de desaparecer, pero el ilustrado monarca Carlos III -decidido a que la tradición del acero no se perdiera- mandó la construcción de la Fábrica de Armas de Toledo, cuya misión fue preservar el legado de los forjadores.

El acero toledano fue cobrando fama y el trabajo de los herreros era cada vez más apreciado. Espadas con diseños especiales y bien trabajadas para aumentar su precisión.
Su composición y temple de las espadas era un secreto que pasaba de padres a hijos. Por ello, nunca han podido ser mediocremente copiadas. Son únicas e irrepetibles.

Durante el siglo XX, la producción de armas blancas para la tropa quedó reducida en exclusiva a las armas de caballería y, tras la Guerra Civil, al suministro de sables a oficiales y suboficiales de los diferentes cuerpos. A mediados de los años 80, y debido a la escasa necesidad de suministro, se decidió el cierre definitivo de la Fábrica de Armas Blancas de Toledo, rehabilitándose sus edificios recientemente para constituir un campus universitario.
Entre los elementos a destacar del edificio de Sabatini se encuentran la capilla, situada en el lado izquierdo de la fachada, que muestra en su interior pilastras de gusto clasicista y grandes ventanas. Así como la biblioteca y los patios rodeados por corredores cubiertos, que presentan en la parte baja arcos sobre pilares y ventanas en el piso.
Unido al palacio de Sabatini en su parte posterior aparece el Canal de Carlos III. Del resto del conjunto destaca la presencia de numerosas naves y talleres que se comienzan a construir casi un siglo después del palacio en estilo neomudéjar, que se corresponde con las corrientes historicistas que se producen a finales del siglo XIX y comienzos del XX.
La espada toledana se tuvo por la mejor espada del mundo. Su dureza y flexibilidad eran extraordinarias y le aportaban un poder casi invencible. Y acudían a la localidad manchega artesanos espaderos de toda Europa, e incluso de Damasco para aprender los secretos de fabricación de las hojas toledanas, que eran excelentes e inimitables. La tradición popular habla de que la espada toledana debía su calidad a ser templada con el agua del río Tajo y la arena de sus orillas. Toledo llegó a sobrepasar rápidamente a otros centros de producción de espadas como Sahagún, Valencia o Madrid.
Una espada para unirlos a todos y atraerlos a Toledo
Conan, Los Inmortales, Hércules y la princesa Xena, entre otros héroes de la gran pantalla y la televisión, también blandieron espadas de Toledo para enfrentarse a sus principales enemigos. Incluso el anillo de poder de la saga creada por J.R.R. Tolkien surgió de un rincón de la fundición de espadas Marto, una firma con 40 años de historia cuya sede central se encuentra en Olías el Rey, a escasos kilómetros de la ciudad manchega, y que se ha convertido en la armería más solicitada por los entusiastas del cine de acción y de fantasía.
La fama de las espadas de Toledo ha llegado hasta las Tierras de Mordor, en la Tierra Media
La espada de Frodo, el hobbit que salvó del mal a la Tierra Media en «El Señor de los Anillos», se fraguó en una forja de Toledo. No la que lleva en las películas, pero sí la réplica de alta gama que se fabrica desde que se proyecto la primera entrega.




El anillo de Poder.
Hay múltiples versiones y tamaños del anillo indestructible con el que debe cargar Frodo en su aventura por parajes tenebrosos. Los aros de latón se elaboran en Espadas Marto, mientras que los de metales nobles – el de oro puede costar hasta 525 euros y hay incondicionales que no dudan comprárselo- se producen en Palma de Mallorca y se comercializan después desde Toledo.
El anillo de poder, idéntico al de la película, lleva grabado en su circunferencia interior un mensaje escrito en la lengua de Mordor, el país de la oscuridad: «Un anillo para gobernarlos a todos.. Un anillo para encontrarlos… Un anillo para atraerlos a todos… y atarlos en las tinieblas».

Espada de Robert Bruce de escocia Braveheart
Impresionante réplica de la espada usada por Robert Bruce, Robert de Brus o Roberto I de Escocia, Rey de escocia en el X. XIV.
Es también uno de los personajes que aparece en la película Braveheart, en concreto el lider de los nobles que traiciona a William Wallace por consejo de su padre y que, en la contienda en la que le traiciona, le salva la vida llevándoselo a caballo del campo de batalla.
Es una espada con hoja de acero inoxidable de gran calidad, con empuñadura de metal y puño de piel de imitación.
Mide 122 cm
Pesa 3 kg
Katana Connor

Katana Connor de la película Los Inmortales (Highlander), con hoja de acero inoxidable y fabricada en la fábrica Marto de Toledo (España). Es una réplica exacta a la de la película Los Inmortales. Viene con certificado de autenticidad y una elegante vaina lacada en color negro.
Katana,
- Empuñadura en aleación de resina con forma de cabeza de dragón con una cola que se enrolla parcialmente a lo largo del puño.
- Impresionantes detalles en relieve en la empuñadura
- Viene equipada con una elegante vaina lacada en color negro
- Hoja de acero inoxidable.
- Longitud total: 104 cm.
- Hoja: 70 cm
- Peso: 1,5 kg
Exclusiva Espada de la Excelente Colección “Espadas de Películas” de Marto.
Certificado de Origen y Calidad. Hecho en Toledo.
Debe estar conectado para enviar un comentario.