Introducción
Sigo con esto de testear mi novela con la inteligencia artificial Bing Chat y con las reflexiones de Ana previas a la convivencia de la Pascua. En este párrafo, ella ya es consciente de que volverá a reencontrarse con Manuel y le surgen dudas existenciales.
Esta vez he querido añadir un blog desde un planteamiento más informal, porque en lo del blog entusiasta hablaba de acontecimientos que se supone aún no han ocurrido
Cuestión planteada
Corrige y desarrolla el siguiente texto como si fueras una chica llamada Ana que reflexiona sobre su vida:
Martes 15 de abril 2003
(….)
Si el otro día mantuvimos una charla amistosa, no veo razón para que no compartamos la Pascua en un clima de fraternidad, con todos, como todos, pero eso sí, ¡él por su lado y yo por el mío! Quizá, si durante la Pascua sucediera algo que provocase un cambio de actitud por mi parte, lamente la frialdad con lo que ahora me lo planteo. Sin embargo, tengo claro que a la Pascua nadie acude en busca de pareja. Si él se ha apuntado con esas expectativas, creo que se equivoca desde el principio. Yo tengo claro que espero que ésta sea una Pascua lo más tranquila posible, como lo han sido todas hasta ahora, aunque este año tengo la impresión de que habrá cuestiones que llevaré conmigo, a pesar de que no me agrade.
Queda pendiente si la despedida de febrero tuvo algún sentido o no fue más que consecuencia del momento. Tengo hasta mañana para tomar una postura y una decisión clara ante ello, porque está claro que, si me muestro muy afable desde el primer momento, me temo que no me le quitaré de encima en los cuatro días y necesitaré momentos de tranquilidad, sobre todo que me permita que viva la Pascua a mi ritmo y sin coacciones por parte de nadie. Si él acude en plan tonto, me temo que por mi parte no tendrá la menor complicidad. Si por el contrario se comporta como los demás, acorde con lo que allí vivamos, hasta es posible que compartamos banco alguna vez y no le rehúya. Lo que está claro es que esta pascua no será el reencuentro de dos enamorados ni nada por el estilo. Mis obligaciones están con el grupo porque los del Consejo han puesto en mí toda su confianza, por suerte no estaré sola en esas labores y cuento con la colaboración de todo el mundo.
Blog divertido
¿Qué tal, lectores? Soy Ana y hoy os voy a contar cómo me preparo para pasar la Pascua con un chico que me gusta pero que no quiero que se me acerque demasiado. Sí, ya sé que suena contradictorio, pero os aseguro que tiene sentido.
Os pongo en situación: el otro día tuvimos una charla muy agradable y me pareció que había buena química entre nosotros, pero no quiero que se piense que voy a la Pascua a buscar novio. ¡Ni mucho menos! Yo voy a disfrutar de la experiencia espiritual, de la convivencia con el grupo y de la paz interior. No necesito que nadie me agobie con sus miraditas, sus piropos o sus intentos de acercamiento. Así que he decidido que voy a mantener las distancias con él, pero sin ser grosera ni antipática. Quiero que seamos amigos, pero nada más. Al menos por ahora.
¿Qué pasa si durante la Pascua surge el amor y me enamoro perdidamente de él? Pues bueno, eso ya se verá. No soy de las que cierran las puertas al destino, pero tampoco de las que se lanzan a la piscina sin mirar si hay agua. Prefiero ir poco a poco y ver cómo evoluciona la situación. Quizá me arrepienta de ser tan fría y calculadora, pero es que tengo miedo de equivocarme y de hacerme daño o de hacérselo a él.
Además, no sé si lo que pasó en febrero fue algo real o solo un calentón del momento. ¿Os acordáis de lo que os conté? Sí, ese beso apasionado que nos dimos en la despedida y que me dejó con ganas de más. Pues todavía no sé qué significó para él ni para mí. Tengo hasta mañana para aclarar mis sentimientos y tomar una decisión.
Lo que tengo claro es que no voy a dejar que él me condicione mi forma de vivir la Pascua. Quiero estar tranquila, relajada y centrada en lo importante. No quiero que me moleste con sus tonterías ni con sus insinuaciones. Si se comporta como un amigo más, genial. Podremos compartir momentos bonitos y divertidos, e incluso sentarnos juntos alguna vez. Pero si se pone pesado o empalagoso, le voy a dar calabazas sin pensarlo dos veces. No estoy para juegos ni para rollos pasajeros. Esta Pascua no va a ser el escenario de una historia de amor de película, sino el momento de reencontrarme conmigo misma y con el grupo. Tengo una responsabilidad como miembro del Consejo y no voy a defraudar a nadie. Por suerte, cuento con el apoyo de todos mis compañeros y sé que no estaré sola en esta aventura.
Bueno, pues esto es todo por hoy. Espero que os haya gustado mi reflexión y que me dejéis vuestros comentarios al respecto. ¿Qué haríais vosotros en mi lugar? ¿Cómo os preparáis para la Pascua? ¿Qué esperáis de ella? Os leo y os respondo en cuanto pueda.
Un beso enorme y hasta la próxima.

Blog informal
Hola, soy Ana y hoy quiero compartir con vosotros algunas reflexiones sobre mi vida. Hace poco tuve una conversación amistosa con un chico que me gusta, pero que no sé si siente lo mismo por mí. Manuel también va a participar en la Pascua que se celebra este fin de semana y yo no sé cómo actuar con él. ¿Debo ser cariñosa y darle señales de que me interesa o debo mantener las distancias y ser solo una amiga más?
La verdad es que estoy muy confundida. Por un lado, me gustaría que hubiera algo más entre nosotros, que aprovecháramos la Pascua para conocernos mejor y ver si hay química. Por otro lado, no quiero que se piense que voy a la Pascua solo por él, ni que me agobie con sus atenciones. Yo voy a la Pascua para vivir una experiencia espiritual, para compartir con el grupo y para crecer como persona. No quiero que nada ni nadie me distraiga de ese objetivo.
Además, no sé si él tiene las mismas expectativas que yo. Quizás él solo me ve como una amiga y no quiere nada más. O quizás él sí quiere algo más, pero no está dispuesto a comprometerse o a respetar mi ritmo. No quiero ilusionarme ni decepcionarme por alguien que tal vez no valga la pena. Tampoco quiero hacerle daño ni jugar con sus sentimientos.
Así que he decidido que lo mejor es ser natural y sincera con él. No voy a evitarlo ni a buscarlo, simplemente voy a tratarlo como a cualquier otro compañero del grupo. Si surge algo entre nosotros, bienvenido sea. Si no surge nada, tampoco pasa nada. Lo importante es que vivamos la Pascua con alegría y con fe, sin forzar nada ni dejar nada sin intentar.
Espero que vosotros también disfrutéis de la Pascua y que encontréis lo que buscáis. Yo os contaré cómo me ha ido cuando vuelva. Hasta pronto.

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