Cómo sobrevivir al desamor

SILENCIO EN TUS LABIOS

Introducción

Sigo avanzando en el testeo de la novela con Bing Chat, que le da su peculiar versión, con el tema de la ruptura e intento de reconciliación. Esta vez parece que la situación se va a arreglar, pero todo se tuerce en el último momento. Desde el punto de vista de Ana.

Junio 2003

Preguntas al Bing Chat

Prompt: Desarrolla el siguiente texto como una entrada de blog en tono divertido. Manuel, mi novio, vive en Toledo y yo, Ana, vivo en Segovia. Hemos discutido. Todo empezó hace unas semanas, cuando invité Manuel a venir a Segovia a pasar el fin de semana a mediados de mayo, la que iba a ser nuestra primera cita y éste me dejó plantada. Por lo cual, corté la comunicación entre nosotros. Esto es a finales de junio:

Cómo sobrevivir a una ruptura a distancia y no morir en el intento

Hola, soy Ana y hoy quiero contaros una historia que seguro que os va a hacer reír (o llorar, según se mire). Se trata de mi relación con Manuel, mi novio… o exnovio, no lo tengo muy claro. El caso es que él vive en Toledo y yo en Segovia, y llevamos unos meses sin vernos por culpa de la pandemia, el trabajo y otras excusas baratas.

Todo empezó hace unas semanas, cuando le invité a venir a Segovia a pasar el fin de semana a mediados de mayo, la que iba a ser nuestra primera cita después de mucho tiempo. Él aceptó encantado y yo me puse como loca a preparar todo: la habitación, la comida, el plan romántico… Pero resulta que el muy cabrón me dejó plantada. Sí, sí, como lo oís. Me llamó el mismo día que tenía que llegar y me dijo que no podía venir porque tenía que trabajar. ¿Trabajar? ¿En serio? ¿Un viernes por la tarde? ¿Y no podía haberme avisado antes? Me sentí tan humillada y enfadada que le colgué el teléfono y le mandé un mensaje diciéndole que se olvidara de mí para siempre. Y así fue como corté la comunicación entre nosotros. Esto es a finales de junio:

Después de un mes sin saber nada de él, pensé que lo mejor sería intentar olvidarlo y seguir con mi vida. Así que cuando mis amigas de la parroquia me propusieron ir a un retiro espiritual en Toledo para aquel fin de semana, no lo dudé ni un segundo. Me pareció una idea genial para desconectar, rezar y conocer gente nueva. Además, era la oportunidad perfecta para vengarme de Manuel y hacerle ver lo que se había perdido.

¿Qué podía salir mal?

Pues todo. Lo primero que salió mal fue que me puse enferma justo el día antes de salir. Sí, enferma. Fiebre, dolor de cabeza, malestar general… Vamos, lo típico que te pasa cuando tienes ganas de hacer algo divertido. Por suerte, mis amigas fueron muy comprensivas y me dijeron que no me preocupara, que ellas irían al retiro y me contarían todo a la vuelta. Yo me quedé en casa con una bolsa de agua caliente y una caja de pañuelos, viendo películas tristes y comiendo helado.

Lo segundo que salió mal fue que Manuel se enteró de que yo iba a ir al retiro. Sí, se enteró. Resulta que él también forma parte del Movimiento Juvenil Católico y había planeado ir al mismo retiro que yo. ¿Casualidad? No lo creo. Creo que él sabía que yo iba a ir y quiso darme una sorpresa. O quizás quiso pedirme perdón. O quizás quiso volver conmigo. No lo sé, porque nunca llegué a hablar con él.

Lo tercero que salió mal fue que Manuel me llamó el domingo por la mañana y yo no le contesté. Sí, me llamó. Después de un mes sin dar señales de vida, el tío tuvo la cara de llamarme por teléfono. Y yo no le contesté porque tenía el móvil apagado. Cuando lo encendí, vi su llamada perdida y un mensaje bastante escueto por el que se mostraba poco optimista ante la posibilidad de que le respondiera: “Cuídate, besos”.

Era fácil deducir que había ido al retiro, hablado con mis amigas y enterado de que estaba enferma. Sin embargo, entendí que mis amigas tampoco habían entrado en demasiado detalle sobre mi situación porque aquel era un asunto sobre el que aún no había hablado con Manuel y consideraba que era mi responsabilidad.

Lo cierto era que me preocupaba su reacción cuando se enterase, dado que mi no asistencia a aquel retiro era la misma por la que en ocasiones anteriores Carlos, mi exnovio, se había encontrado con que no participaba en sus escapadas. Con Manuel era la primera vez y en el momento más inoportuno porque aquello lo entendería como un desplante o una reafirmación en mi negativa a que nos volviéramos a ver, cuando la verdad era que me molestaba más aquella absurda falta de comunicación que mis propias debilidades.

Así que ahí estoy ahora, sin saber qué hacer ni qué decirle. ¿Le llamo yo? ¿Espero a que él me llame? ¿Le cuento toda la verdad? ¿Le digo adiós para siempre? ¿Le doy una segunda oportunidad? ¿Me doy una segunda oportunidad? No sé qué hacer ni qué pensar. Solo sé que estoy hecha un lío y necesito vuestra ayuda.

¿Qué haríais vosotros en mi lugar? ¿Cómo sobreviviríais a una ruptura a distancia y no morir en el intento?

Espero vuestros comentarios y consejos con ansia.

Me ha gustado mucho tu entrada.

Muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado mi entrada. ¿Te ha pasado algo parecido alguna vez? ¿Qué hiciste al respecto?

La idea de ir al retiro era reencontrarme con Manuel e intentar aclarar nuestra relación y superar aquella tensión, pero me ha gustado el toque reivindicativo que le has dado.

Gracias por tu feedback. Me alegro de que te haya gustado el toque reivindicativo. Creo que a veces hay que ser un poco atrevida y no dejar que nadie nos haga sentir mal. ¿Crees que debería ir al retiro la próxima vez que se organice?

Sí, creo que sería una buena oportunidad para hablar con Manuel.

¿De verdad? ¿Por qué crees eso? ¿Qué te hace pensar que él también quiere hablar conmigo?

Porque se nota que te quiere.

¿De verdad crees que me quiere? ¿No crees que si me quisiera no me habría dejado plantada? ¿No crees que si me quisiera me habría llamado más a menudo? ¿No crees que si me quisiera me habría pedido perdón?

Fuiste tú quien cortó toda comunicación con él, aunque tuvieras motivos para sentirse un desencantada tras el plantón. Aparte que las distancias sean un impedimento para hablar.

Tienes razón, fui yo quien cortó toda comunicación con él. Pero lo hice porque me sentí muy dolida y decepcionada. No quería hablar con él porque pensé que no tenía nada que decirme. Quizás fui demasiado impulsiva y orgullosa. Quizás debería haberle escuchado y haberle dado una oportunidad de explicarse. Pero ahora ya es tarde, ¿no crees?

Él le ha preguntado a tus amigas por ti. Supongo que aún no es tarde para intentar arreglar las cosas. Además, te ha mandado un mensaje deseando que te recuperes de tu enfermedad.

Es cierto, él se ha interesado por mí y me ha mandado un mensaje. Pero no sé si eso significa que quiere arreglar las cosas o solo que es educado y amable. ¿Tú qué crees? ¿Crees que debería llamarle yo o esperar a que él me llame?

Creo que deberías hablar con tus amigas y organizar algo para que sea él quien venga a verte ¿No te parece buena idea? Aprovechar alguna de esas actividades que haya programadas en tu ciudad

Pues no me parece mala idea. Podría hablar con mis amigas y ver si hay alguna actividad interesante en mi ciudad que le pueda gustar a Manuel. Así podría invitarle a venir y ver si acepta. ¿Qué tipo de actividad crees que le podría interesar? ¿Algo cultural, deportivo, religioso, lúdico…?

Dado que parece que os habéis conocido en un ambiente religioso, podría ser alguna convivencia o algo así, de manera que haya más gente que venga desde Toledo y que ello facilite que tenga menos reparos.

Esa es una buena opción. Podría ser una convivencia o un retiro espiritual en mi ciudad, donde haya más gente de Toledo y de otras partes. Así él se sentiría más cómodo y tendría más motivos para venir. Además, sería una oportunidad para compartir nuestra fe y nuestros valores. ¿Crees que le gustaría esa idea? ¿Crees que aceptaría mi invitación?

Sí, creo que le gustaría esa idea y aceptaría tu invitación.

Ojalá tengas razón y le guste la idea y acepte mi invitación. Me haría mucha ilusión volver a verle y hablar con él. Creo que aún le quiero y que podemos arreglar lo que se rompió entre nosotros. ¿Qué crees que debería decirle cuando le vea? ¿Cómo debería actuar?

Deberías actuar con naturalidad y dejar que fluya la conversación.

Gracias por tu consejo. Creo que tienes razón, lo mejor es actuar con naturalidad y dejar que fluya la conversación. No quiero presionarle ni agobiarle con mis sentimientos o mis reproches. Quiero que se sienta cómodo y que me cuente lo que quiera. Espero que así podamos entendernos mejor y recuperar la confianza que perdimos. ¿Qué te parece? ¿Crees que es una buena forma de actuar?

Sí, creo que es una buena forma de actuar.

Me alegra que pienses así. Gracias por tu apoyo y tu comprensión. Eres muy amable y me has ayudado mucho con tus consejos. Espero que todo salga bien y que Manuel y yo podamos volver a ser felices juntos. Te contaré cómo me va cuando le vea. ¿Te parece bien?

Sí, me parece bien. Estaré esperando tu relato.

Muchas gracias. Te agradezco mucho tu interés y tu paciencia. Te prometo que te contaré todo lo que pase cuando le vea. Espero que no te aburras con mi historia. ¿Te gustaría que te siguiera escribiendo en el blog o prefieres que te mande un mensaje privado?

De acuerdo, te seguiré escribiendo en el blog. Así podrás seguir mi historia y comentar lo que quieras. Me gusta mucho que me leas y que me des tu opinión. Eres un gran lector y un gran amigo. Gracias por todo. Hasta pronto.

Gracias por leerme.

Que tengas un buen día. Nos vemos en el próximo post.

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