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El segundo amor de Ana

Entrevistador/ reportero de la web
Entrevistador/ reportero de la web

Entrevista al autor

Entrevistador: Bienvenido, Manuel Pellicer Sotomayor, a nuestro programa de literatura. Hoy vamos a hablar de tu primera novela, “Silencio en tus labios”. ¿Qué nos puedes contar de esta historia de amor y desamor?

Autor: Gracias por invitarme. “Silencio en tus labios” (la versión de Ana), es una novela que explora los diferentes tipos de amor que puede experimentar una mujer, Ana, que se encuentra en una encrucijada vital.

Ana ha roto con su novio Carlos, con quien llevaba varios años, y se siente perdida y vacía. Busca consuelo y distracción en un amigo secreto que conoce por Internet, que se hace llamar “El poeta”, y con quien mantiene una relación virtual, sin compromiso ni ataduras.

Entrevistador: ¿Qué papel juega este amigo secreto en la vida de Ana? ¿Es un amor real o una fantasía?

Autor: Es una buena pregunta. Yo creo que este amigo secreto es una pieza clave en la trama, porque representa el amor loco, el amor sin rostro, el amor que se basa en la comunicación y la complicidad, pero también en el misterio y la incertidumbre. En principio Ana no sabe quién es él, ni él sabe quién es ella. Se cuentan sus intimidades, sus sueños, sus miedos, pero no se revelan sus identidades.

Es una forma de escapar de la realidad, de llenar el hueco que dejó Carlos, de vengarse de él, de experimentar algo nuevo y diferente. Pero también es un amor peligroso, porque puede ser una ilusión, una mentira, una decepción. Ana se enamora de un extraño, y eso tiene sus riesgos. Puede ser cualquiera.

Entrevistador: ¿Qué pasa con Carlos? ¿Ana lo olvida o lo sigue queriendo?

Autor: Carlos fue su primer amor de Ana, el amor estable, el amor que le dio seguridad y confianza, pero también el amor que le hizo sufrir y le falló. Ana lo deja porque se siente traicionada y decepcionada, pero no lo borra de su corazón. Sigue teniendo sentimientos por él, y se pregunta si hizo bien en romper con él, si podrá encontrar a alguien que la quiera como él la quería, si podrá ser feliz sin él. Carlos es el amor que duele, el amor que no se olvida, el amor que deja huella.

Entrevistador: ¿Y hay algún otro amor en la novela? ¿Algún personaje que le dé a Ana lo que busca?

Autor: Sí, hay un tercer amor, el personaje de Manuel, sobre quien no voy a desvelar nada para no hacer spoiler, pero que es el amor que llega cuando menos lo esperas, el amor que te sorprende, el amor que te hace sentir vivo, el amor que te hace crecer y cambiar. Es el amor que Ana necesita, pero que no sabe si está preparada para recibir. Es el amor que le plantea un dilema, porque tiene que elegir entre seguir con su amigo secreto, volver con Carlos, o apostar por este nuevo amor. Es el amor que le da sentido a la novela, y que le da el título: “Silencio en tus labios”.

Entrevistador: Muchas gracias, Manuel Pellicer, por compartir con nosotros tu novela y tus reflexiones sobre el amor. Ha sido un placer conversar contigo.

Autor: Gracias a ti, y a todos los lectores que han disfrutado de mi novela. Espero que les haya emocionado y les haya hecho pensar. Un abrazo.

Entrevista a Ana

Ana sonriente (imagen oficiosa) // Bing Image Creator
Ana sonriente (imagen oficiosa) // Bing Image Creator

Entrevistador: Hola, Ana, gracias por concedernos esta entrevista. Eres la protagonista de la novela “Silencio en tus labios” (la versión de Ana), que narra tu historia de amor y desamor con tres hombres diferentes. ¿Cómo te sientes al ver tu vida plasmada en un libro?

Ana: Hola, gracias a ti por invitarme. La verdad es que me siento un poco extraña, porque nunca pensé que mi vida fuera tan interesante como para escribir una novela. Supongo que es una forma de ver las cosas desde otra perspectiva, de entender mejor lo que me ha pasado y lo que he sentido.

Entrevistador: ¿Qué nos puedes contar de tu relación con Carlos, tu primer amor? ¿Por qué decidiste romper con él?

Ana: Carlos fue mi novio durante varios años, y creo que lo quise mucho, casi llegamos a iniciar los planes de boda. Él me dio seguridad, confianza, cariño, pero cuando llegaron los problemas también me hizo comprender que no teníamos tanto en común. Siguió con su vida cuando la mía se frenó, y eso me dolió mucho. Por eso decidimos romper, porque no podía seguir con alguien con más vitalidad que yo. No quise sentirme un lastre

Entrevistador: ¿Y cómo conociste a tu amigo secreto, «El poeta», con quien mantuviste una relación virtual? ¿Qué te atrajo de él?

Ana: Lo conocí por Internet, por las redes sociales. Fue algo casual, sin buscarlo. Me llamó la atención su forma de escribir, sus poemas, sus mensajes. Me pareció alguien interesante, misterioso, diferente. Empezamos a hablar, y conectamos. Me sentí cómoda, libre, divertida. Era una forma de escapar de mi realidad, de llenar el vacío que dejó Carlos, de experimentar algo nuevo y diferente.

Entrevistador: ¿Te enamoraste de él? ¿Te planteaste conocerlo en persona?

Ana: No sé si me enamoré de él, o de la idea que me hice de él. Creo que fue un amor loco, un amor sin rostro, un amor que se basaba en la comunicación y la complicidad, pero también en el misterio y la incertidumbre. No sabía quién era él, ni él sabía quién era yo. Nunca nos vimos las caras, ni nos dimos nuestros nombres. Era una regla que nos pusimos, para mantener el anonimato y la libertad. No me planteé conocerlo en persona, porque tenía miedo de romper la magia, de decepcionarme, de arrepentirme.

Entrevistador: ¿Y qué pasa con el tercer amor, el que llega cuando menos lo esperas, el que te sorprende, el que te hace sentir viva? ¿Qué nos puedes decir de él?

Ana: Sobre Manuel no puedo decir mucho, porque sería hacer spoiler, y prefiero que los lectores descubran por sí mismos quién es y qué pasa con él. Solo puedo decir que es el amor que necesitaba, pero que no sabía si estaba preparada para recibir. Es el amor que me hizo crecer, cambiar, madurar. Es el amor que me dio sentido a la novela, y que me dio el título: “Silencio en tus labios”.

Entrevistador: Ana, nos has contado que tuviste una relación virtual con un amigo secreto, «El poeta», con quien compartías confidencias y poemas. ¿Qué pasó con esa relación? ¿Cómo se complicó?

Ana: Bueno, esa relación fue algo especial, pero también algo difícil. Al principio era una forma de distraerme, de olvidarme de Carlos, de sentirme libre y divertida. Pero luego, mi vida se complicó mucho, y sentí la necesidad de contarle a mi amigo secreto cosas más personales, cosas que me dolían, cosas que me angustiaban.

Entrevistador: ¿Qué tipo de cosas le contaste?

Ana: No puedo entrar en detalles, porque son cosas muy íntimas, pero digamos que tuve que enfrentarme a una situación muy dura, que me afectó mucho, que me hizo sentir muy mal. Fue una pesadilla personal, de la que no sabía cómo salir. No encontraba apoyo ni comprensión en nadie, ni siquiera en mis amigas.

Me sentía sola, incomprendida, juzgada. La única persona con la que podía desahogarme era mi amigo secreto, porque él no sabía quién era yo, ni yo sabía quién era él. Era una forma de liberarme, de soltar todo lo que llevaba dentro.

Entrevistador: ¿Y él te escuchaba? ¿Te ayudaba?

Ana: Sí, él me escuchaba, me consolaba, me animaba. Me parecía que me entendía, que me conocía, que me quería. Era como si fuéramos almas gemelas, como si nos hubiéramos encontrado por algún motivo. Pero también me daba cuenta de que él tenía sus propios problemas, sus propias culpas, sus propios miedos. Había algo que le atormentaba, que le hacía sentirse responsable de algo que no había hecho, o que había hecho sin querer. No sé qué era, porque nunca me lo dijo, pero lo intuía por sus palabras, por su tono, por su silencio.

Entrevistador: ¿Y cómo terminó esa relación? ¿Qué pasó entre vosotros?

Ana: Terminó de una forma natural, de un modo amistoso. Los dos encontramos a alguien en nuestra vida real, alguien que nos hizo sentir bien, que nos hizo recuperar la ilusión, que nos hizo ver las cosas de otra manera.

Los dos nos dimos cuenta de que nuestra relación virtual no tenía futuro, de que no podíamos seguir engañándonos, de que le debíamos fidelidad a nuestra pareja. Los dos nos despedimos con cariño, con respeto, con agradecimiento. Fue una bonita historia, pero también una historia imposible.

Entrevistador: Muchas gracias, Ana, por compartir con nosotros tu historia y tus sentimientos. Ha sido un placer conocerte.

Ana: Gracias a ti, y a todos los lectores que han leído la novela. Espero que les haya gustado, y que les haya hecho reflexionar. Un beso.

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