cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

Una chica para todo

Introducción

En la novela SILENCIO EN TUS LABIOS ya hay una pequeña introducción a los pensamientos de Ana en cuanto a su implicación en la organización de la convivencia de la Pascua. 14/04/2003-15/04/2003

Lo que, en cierto modo, fue como asentar las bases de la idea de que Ana necesitaba de su propia versión de la novela, que, como escritor, me veía capaz de ponerme en su piel.

Que no se trataba tan solo de escribir el diario de los acontecimientos de esos siete días, esa semana, para compartirlos con Manuel al final y que éste entendiera cómo evolucionaba su relación, como expresión de la complicidad que debía surgir entre ellos.

El lector de la novela, incluso yo, como escritor, necesita conocer un poco más de la personalidad de Ana, más allá de sus desencuentros con Manuel.

Ana con gesto serio (imagen oficiosa para la web
Ana con gesto serio (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Ana, responsable de la Pascua

Por lo que sabemos de Ana hasta este punto de la novela, a grandes rasgos es:

  • La ruptura de su relación con Carlos, su exnovio
  • Es una chica discreta y que valora en mucho su privacidad
  • Padece una enfermedad ¿cáncer? que no está demasiado definido ni explicado pero que condiciona toda su vida
  • Trabaja como contable con sus padres en la gestoría familiar
  • Tiene coche propio
  • Mantiene una buena relación de amistad y complicidad con sus amigas de siempre y con las de Toledo
  • Es una chica que no pasa desapercibida. Le gusta implicarse
  • Está implicada en la vida de su parroquia y en la del grupo parroquial, de la que es la actual dirigente, relevando a Carlos
  • Se ha convertido en el enlace entre la gente de Toledo y el grupo de su parroquia

Pero ahora nos encontramos que se acerca la convivencia de la Pascua y que, sin que se den muchas explicaciones en la novela, a ella le ha correspondido ser la responsable de una de las pascuas.

Este último detalle parece que Manuel lo ignora. Me pareció relevante esta ocultación para dar a entender que éste no se deja condicionar en ese sentido a la hora de acudir o no a esa pascua después de todo lo que ha pasado. Incluso cabría pensar en la intencionalidad de quienes le convencen para que acuda

Hay que recordar que en diciembre Ana le escribió una carta a Manuel bastante ofuscada, ante la expectativa de que éste acudiera a la convivencia organizada en Navidad .

Portada de la novela (imagen oficiosa para la web) // Canva

14 de diciembre, 2002

(….)

Cuando regresé a casa, tras una ducha, cogí un par de folios con intención de que Manuel supiera lo que pensaba y no se obsesionase conmigo, por si con la primera carta no hubiera bastado. Reconozco que estaba algo nerviosa y de nuevo me sentía perjudicada por toda aquella historia.

Silencio en tus labios (Versión de Ana)

Ahora se supone que ya han tenido ocasión de hablar, de aclarar sus posturas y planteamientos al respecto. Que, si Manuel pretende no estropear su amistad y trato con Ana, debería evitar este tipo de coincidencias, darle a Ana su espacio. Aunque es cierto que ese aparente rechazo por parte de An, se pone en duda al final del día de su encuentro previo.

15 de febrero de 2003

(….)

Cuando se marchó se despidió con un adiós en general y yo le respondí con un sentido “hasta luego”. Me salió tan natural que en aquellos momentos no hubiera negado el hecho de que esperaba que nos viéramos de nuevo y a no tardar mucho.

Silencio en tus labios (Versión de Ana)
Ana con gesto alegre (imagen oficiosa para la web

Una chica muy ocupada

La cuestión es que por el hecho de pensar que para esta historia y el desarrollo de la novela, Ana tuviera un papel destacado en la convivencia de la Pascua, se hace necesario que sobresalga de algún modo sobre el resto del grupo.

La novela destaca por ese contraste entre los dos personajes principales, en esa contradicción entre lo que cada uno se plantea y que en realidad sucede. En este caso a Ana se la tiene que ver. Tiene que ser como esa luz que brilla en la noche para todo el mundo, pero que busca sus propios momentos de tranquilidad.

Manuel la tiene que conocer en su salsa, que sea la chica que aparece en todas las fotos y de la que todo el mundo habla maravillas. Ha de ser una chica que enamore con su personalidad, que cautive sin pretenderlo.

Por lo tanto, además de ser la responsable de la convivencia, tendrá que dar la charla del sábado, que quizá sea la única de la que no se ocupa el sacerdote, porque no forma parte de la liturgia formal de esos días. Es decir, le va a queda poco tiempo para sí misma, aunque sabrá encontrarlo.

La intención de tener tan ocupada a Ana es que esté centrada en la vivencia de la Pascua, presentarla como una chica seria, responsable. Lo importante es la Pascua. Todo lo demás queda para después, mientras le quede fuerza de voluntad para no dejarse llevar por sus propios impulsos y debilidades.

En todo este proceso Ana tampoco podrá alejarse ni ignorar del todo su propia realidad, pero, en este caso, para ella encontrarse con Manuel no supondrá ninguna sorpresa y, a diferencia de su reacción y temores sobre la convivencia de diciembre, no toma ninguna medida, prefiere confiar.

15 de abril, 2003

(…)

Con respecto a Manuel no ha habido ningún problema. En realidad, no me he quejado porque vaya a estar allí ni creo que pase nada porque coincidamos. Sabré manejarle. 

Silencio en tus labios (Versión de Ana) 15/04/2003
Manuel (Imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

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