cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

El alojamiento de las chicas

Introducción

Detenerse y entretenerse en divagar sobre el alojamiento de las chicas en el pueblo, durante los cuatro días en que va a durar la convivencia, puede resultar un tanto irrelevante, invadir su privacidad, cuando tampoco es algo sobre lo que me explaye en ninguna de las dos versiones de la novela, dado que se puede entender como un detalle menor.

Que chicos y chicas tengas alojamientos separados, al menos para el sentido que se le quiere dar a la novela, supone más de lo que puede parecer a primera vista, aunque esa coherente con esas primeras y lógicas deducciones, están de Pascua y se ha de mantener una cierta compostura. Pero, sobre todo, es para proporcionar a Ana un espacio de privacidad, donde se sienta tranquila y a salvo, de las pretensiones e impulsos de Manuel.

La casa

Una calle de pueblo // Copilot designer
Una calle de pueblo // Copilot designer

Sobre la vivienda tampoco se puede decir mucho, porque en la novela tan solo se dan pequeñas pinceladas para que el lector tome conciencia de ese separación, pero se intuyen a grandes rasgos algunas características:

  • Es una vivienda que se encuentra en una de las calles del pueblo, algo alejada de la plaza, de la iglesia. Se llega a decir que por esta calle hay tráfico, pasan coches de vez en cuando, por lo cual se puede pensar que la calles es una de las principales
  • Es una casa de pueblo, sin que se especifique si se trata de una vivienda individual o adosada, aunque puede intuirse esto segundo, que tiene vecinos a derecha e izquierda, por eso de que los protagonistas de la novela llegan a insinuar que se llegan a sentir vigilados.
  • No quedan demasiado claras las dimensiones ni si se trata de una vivienda de una sola planta o de dos, pero se llega a comentar que desde algunos de los dormitorios se observa la calle.
  • Es una vivienda con varios dormitorios, se puede intuir que no están amueblados, porque las chicas tienen los sacos y las esterillas extendidos por el suelo.
  • Cada dormitorio está ocupado por varias chicas. Es fácil deducir que las compañeras de dormitorio se han escogido por afinidad, dado que no se busca tan solo el dormir, sino tener ocasión de compartir confidencias de amigas, de chicas.
  • La vivienda cuenta por al menos uno o dos cuarto de baño donde las chicas se pueden asear, pero que al verse obligadas a compartirlos se puede llegar a formar un pequeño atasco a ciertas hora, con lo que ello implica para cumplir con puntualidad con los horarios.
  • Siempre hay una chica responsable de las llaves, unas veces es la primera en llegar y otras la última en salir. En alguna que otra ocasión es Ana quien se hace cargo de ello para asegurarse de que haya un cierto control.

Compañeras de dormitorio

Chicas compartiendo dormitorio// Copilot designer

Como ya he comentado en entradas anteriores, el dormitorio es un buen sitio, privado y tranquilo donde compartir confidencias de amigas lejos de los oídos y la curiosidad de los chicos y será aquí donde en algún que otro momento Ana comparta sus impresiones y busque consejo porque siente que la situación se le escapa un poco de las manos y no quiere sus asuntos personales afecten al clima de la convivencia.

En ese dormitorio es ella quien se ha traído el despertador de casa, quien lo programa para que suene a una determinada hora por la mañana, lo que no siempre será bien recibido por sus amigas, no por pereza, sino por falta de sueño porque las noches se hacen demasiado cortas para lo intensos que son los días

Aquella mañana fue mi despertador el que sonó para todas las chicas, había tenido la oportuna ocurrencia de traerlo conmigo de casa y a las ocho, cuando le oí, mi primer pensamiento fue de remordimiento por ello. 

Ana. Silencio en tus labios 17 de abril, 2003

Pero también serán las amigas las que en determinado momento le aconsejen que dé prioridad a su salud, a su descanso, frente a las actividades del día, que no se puede focalizar tanto en la Pascua ni en sus inquietudes sentimentales cuando es su cuerpo quien le está mandando señales para que pare, que el mundo no se va a parar por el hecho de que ella se eche una siesta a mediodía.

No se aclara demasiado si estas amigas con las que comparte dormitorio y confidencias son solo de su ciudad, que son quienes más la conocen, o también habrá alguna de las chicas de Toledo, que son con quienes más fácil le puede resultar compartir ciertas inquietudes.

Tampoco queda demasiado definido si este reparto de los dormitorios se hace por edad o por situación sentimental, separando a aquellas que tienen pareja de las que no tienen compromiso. En principio, como es el alojamiento de las chicas, la presencia de los chicos no les ha de condicionar en ese sentido.

Se puede plantear como un tema de organización, de manera que en cada dormitorio siempre haya alguna de las chicas que se encuentre más espabilada a primera hora de la mañana y movilice a las más perezosas, porque como sé da entender en el novela, cada una tiene su ritmo y no siempre se ponen de acuerdo ni van las once chicas a la par.

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