Carlos volverá el sábado

Introducción

Dado que en la entrada anterior aludía al alojamiento de los chicos y mencionaba un poco de pasada que en la convivencia hay siete chicos, pero que se espera que Carlos, el exnovio de Ana se reúna con ellos el sábado, considero el momento de intentar explicar el motivo de esa visita, de la que como es lógico no todo el mundo tiene conocimiento.

Suponiendo que esta convivencia de la Pascua es en año 2003 y que según la novela, en la versión de Ana, la ruptura de esa relación fue en marzo de 2001 el hecho de que Carlos aún ande por la novela, aparezca de vez en cuando para hacer gala de su personalidad arrolladora, casi resulta innecesario, irrelevante. Sin embargo, en esta parte de la novela es un personaje secundario con cierta importancia en el desarrollo de los acontecimientos.

El regreso de Carlos

En la versión de Manuel no se hace ninguna mención a Carlos cuando los de Toledo llegan al pueblo, aunque por parte de Ana sí se hace el inciso de que éste ha ejercido de chofer para la gente de su parroquia, porque hacía falta un coche para movilizar a tanta gente y dado que éste también es del grupo, se ha abusado un poco de su buena predisposición.

Lo que no me supuso ninguna sorpresa, porque ya contaba con ello, fue que Carlos y su novia se encontrasen en el punto de reunión, aunque, como tal, no acudieran a la misma pascua que el resto del grupo, pero ponían su coche a disposición de quien lo necesitara.

(….)

De todas maneras, Carlos se reuniría con nosotros el sábado, con lo cual sería como si pasara los cuatro días allí y su ausencia de esos primeros días pasaría desapercibida. Quizá para mí lo más relevante del caso es que su interés por la ayuda no se vinculase conmigo, aunque me avisara de que nos quedaba una última conversación pendiente, 

Ana. silencio en tus labios, 16 de abril 2003

Se entiende que cuando los de Toledo llegan al pueblo Carlos ya se ha marchado, que su cometido de esa tarde se limita a llevar a la gente y no se entretiene mucho más, por mucho que Ana mencione de éste no se desentienda del todo de lo que allí suceda. Implicación que se da a entender que la actual novia de éste no tiene, aunque se deduce que tiene una buena relación con la gente del grupo.

Alojamiento de los chicos según Copilot designer

El caso es que Manuel no sabe nada del tema, deduce que los asistentes e implicados en la Pascua son quienes están allí presentes y no se esperan nuevas incorporaciones ni hay ausencias reseñables, de lo contrario hubiera cobrado mucho más sentido eso de que para Ana y el resto del la gente sería como Carlos siguiera allí, al menos en el pensamiento y en unión en espiritual.

Dado que Ana es la responsable, la encargada de la organización, ese es un detalle que no pasa por alto y por eso de manera tácita se sobreentiende que en el alojamiento de los chicos hay sitio para éste, que los chicos no tienen motivos para sentirse más afortunados, ya que esa supuesta o mayor amplitud está condicionada por el regreso de Carlos.

¿No podría quedarse en su casa?

Carlos (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

No es por criticar ni por debatir sobre la conveniencia o no de que este personaje pretenda mantener un protagonismo que ya no le corresponde. es alguien del pasado de Ana, en el sentido que de han pasado dos años desde su ruptura y ya ha rehecho de vida de pareja con otra chica, aunque queden algunos flecos por resolver y en último caso lo que queda de aquello es una amistad y relación por ser parte activa del mismo grupo parroquial.

Parece una mala ocurrencia como escritor considerar, no sólo que Carlos participe en la convivencia y se incorpore en el último momento, casi por sorpresa, sino que, además, en la versión de Ana ya se avisa, se adelanta, que acudirá con la intención de mantener una conversación con ésta.

Si simplemente apareciera por allí y se incorporase a la convivencia como uno más se entendería, después de todo es alguien del grupo y el hecho de tener otra novia no ha hecho que se desvincule, pero el hecho es que acudirá solo, porque a su actual novia no se la espera y con intención de acaparar durante unos minutos la atención de Ana, con cuestiones ajenas a la Pascua.

¡Una mala idea como escritor! ¿Verdad? Cuando se supone que esta parte de la novela, de la historia es para conseguir ese definitivo acercamiento de Manuel con Ana, de que se den una oportunidad como pareja, con la mediación de las amigas de Ana, las chicas de Toledo. La llegada y presencia de Carlos parece indicar un detonante en el sentido contrario, provocar un motivo de duda, remover un pasado que se supone ya está cerrado.

¿Le decimos a Carlos que se lo piense mejor y busque otra ocasión para esa charla con Ana? ¿Que se espere a después de la Pascua cuando Ana ya tenga las ideas un poco más claras con respecto a Manuel y esta interferencia no genere esta tensión?

Asunto zanjado

Lo cierto es que me pareció importante cerrar este asunto de una manera un poco más destacada en la novela, que la llegada de Carlos sea un detonante, un motivo de confusión y contrariedad tanto para Manuel como para Ana, aunque ésta parezca tener bastante claro el motivo de esa conversación pendiente. Ana ha de enfrentar pasado y presente, consciente de que aquella historia llegó a su final.

A lo largo de los cuatro día de la convivencia, aunque no sea una constante, Ana sí llegará a dar a entender que está algo inquieta por esa conversación pendiente, por esa visita y por lo que ello supondrá para su futuro y las decisiones personales y trascendentales que ha de tomar esos días.

De hecho, en la versión de Manuel, casi el comienzo de la novela, éste deja claro que no fue él la causa por la que Carlos y Ana rompieron su relación, se exime de toda responsabilidad e implicación, conscientes de que la versión de Manuel está escrita en pasado, con conocimiento de la evolución de los acontecimientos, esta secuencia resulta casi una incoherencia.

Era absurdo que se planteara la posibilidad de que aquella tarde hubiera surgido el flechazo entre Ana y yo. Ella estaba allí con su novio y a mí nunca me ha dado por ser el tercero en conflicto en una relación, más cuando no fue esa la causa de su ruptura ni yo tuviera como tal una implicación directa, por mucho que al final Ana y yo acabásemos juntos. 

Manuel. Silencio en tus labios. 5 de octubre 2000

Para Manuel, por lo que sabemos de su personalidad, de su manera de ser, esta interferencia supone un motivo de duda, de inseguridad, que cuando da la impresión de que Ana se muestra permisiva o benévola con sus torpezas, cuando se puede pensar que sus posibilidades de conquista han subido superado algún que otro recelo insalvable, todo se viene abajo.

Él no sabe de esta visita y menos aún de esa conversación pendiente entre ellos, aunque sí que Carlos ya está emparejado con otra chica. Sin embargo, le verá acudir solo y cómo acapara la atención de Ana.

Ana no recibirá a Carlos en una actitud menos afable ni condial de cómo ha recibido a Manuel

Ana sonriente (imagen oficiosa para la web)// Copilot designer

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