cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

¿Qué le pasa a Ana?

Introducción

Tras ese improvisado lavatorio de los pies, todo el grupo regresa a la iglesia para iniciar los turnos de oración y vigilia que les han de durar toda la noche, en principio algo que no tiene nada de particular, que se repite todos los años la noche del Jueves Santo.

En esta novela, y en este caso, estos turnos de oración se supone que los inician todos juntos y que después, en función de la disposición de cada uno o el turno escogido para esa vigilia, este grupo inicial se reducirá porque, para que solo queden los del primer turno mientras los demás se marchan a descansar, a dormir el tiempo de que puedan disponer.

La noche se les hará larga, son dieciocho jóvenes y se supone que estos turnos de oración serán más o menos hasta las ocho de la mañana del viernes, con intención de que siempre haya alguien rezando ante el Monumento, que se han organizado para que no haya tiempos libres.

Una chica sola en la noche

Entré y tan solo me quedé diez minutos sentada en el banco más próximo a la puerta, mientras los demás se colocaban en torno al Monumento. Ni siquiera mis amigas se quedaron conmigo.

Ana. Silencio en tus labios, 18 de abril, 2003

Ana, quien se supone es una chica sociable, con buena relación con todo el mundo, comprometida con su fe, con la vida del grupo, de la parroquia, en este caso, se esconde de todo el mundo. es ella quien se muestra esquiva incluso de sus propias amigas, se comporta como hiciera Manuel la noche anterior, aunque en este caso, es el rato de oración y no el hecho de acompañar a los demás a sus alojamiento

Calle nocturna del pueblo // Copilot Designer

No hacía falta que me acompañasen ni tomasen ninguna molestia por mí; dentro de lo que se esperaba, me encontraba bien, tan solo agotada y necesitada de unas cuantas horas de sueño antes de mi turno de vela. 

Ana. Silencio en tus labios, 18 de abril, 2003

La noche anterior los chicos acompañaron a las chicas a su alojamiento, se mostraron caballerosos y detallistas con éstos. De hecho, debido a los turnos de vela, tampoco se espera que durante la noche vayan a ser tan considerados, aunque ello dependerá en gran medida de la disposición de éstos y de la consideración que tengan las chicas hacia estas atenciones.

Se entiende en todo caso, que las chicas se protegen entre ellas, en caso de que alguna sienta cierta desconfianza ante el hecho de ir por el pueblo a esas horas de la noche, a pesar de que en principio no tiene por qué pasar nada, aunque nunca está de más una cierta prudencia por parte de todo el mundo.

Ana entra en la iglesia y se queda retrasada del grupo cerca de la puerta, intentando pasar inadvertida incluso de sus amigas, de tal manera que antes de que nadie pueda pararle los pies, decirle nada, aprovechando que todo el mundo está centrado y concentrado en la oración, ella se marcha de manera discreta, sin ningún temor. Se va a dormir.

La última mirada, el último vistazo es para Manuel, quien parece ser el único que la observa desde la distancia, está pendiente de ella, como queriendo tener ese último momento de complicidad, lamentándose porque no vayan a coincidir en el turno de oración.

El turno de vela

Ana se marcha a dormir con la confianza de que alguien se quedará rezando ante el Monumento, mientras que ella no se siente con ánimos ni con fuerza para ser ejemplo de nadie. Se deja vencer por sus propias debilidades. Necesita quedarse sola, lo cual incluso puede interpretarse como una huida, una manera de evitar coincidir con Manuel.

Ana, con gesto triste y cansado (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

A las cinco de la madrugada me despertó una de mis amigas, a quien le había dejado el encargo, en media hora comenzaba mi turno de vela y, aunque no me sintiera con fuerza, hice el esfuerzo y me levanté con más resignación que voluntad. 

Ana. Silencio en tus labios, 18 de abril, 2003

Como no queda claro a qué hora comenzaron los turnos de oración, aunque suponemos que fue pasada la media noche, tampoco es que Ana haya dormido demasiado. Sin embargo, la fragilidad demostrada cuando se fue a dormir, ahora se ha convertido en determinación. Es más la tranquilidad con la que se despertó en jueves por la mañana ahora se convierte en ligereza, para permitir que las demas descansen,

Calle nocturna del pueblo // Copilot Designer

De nuevo se encuentra con la calle solitaria y oscura, sin que nadie la acompañe ni la haya ido a buscar. quien se supone es la alegría de la fiesta cuando está de buen humor, parece esconderse de todo el mundo, preferir la tranquilidad, la soledad ¿Acaso no busca la complicidad de las amigas?

De hecho, para acentuar este deseo de quedarse a solas, como parte de la historia se me ocurrió que esa tranquilidad se viera un poco má acentuada con el ambiente que se encuentra en la iglesia, con un chico que tarda poco en marcharse, sin que ningún otro le tome el relevo, y un par de chicas que alargan su turno de oración, pero que tampoco tardarán mucho en dejarla sola.

La cuestión es que lo que se supone ha de ser un turno de una hora, que ha de haber una cierta rotación, relevo para que siempre haya alguien ante el Monumento, se queda y reduce a la presencia de Ana hasta que llegue la gente del pueblo

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