¿Un plan infalible?

Introducción

Llega el momento de poner en práctica el plan de Ana para darse ese paseo hasta en pueblo en compañía de chico que se desvive por ella y que ésta dando saltos apasionado en su corazón; con ese chico por quien ya no puede ocultar que siente mariposas en el estómago y la vida le parece estar llena de luz, color y felicidad. Llega el momento de serle sincera.

El plan es de lo más romántico, al menos ella así se lo plantea: repetir la situación y el paseo del 15 de febrero, pero esta vez siendo los dos conscientes de que esto tiene un sentido, que es el comienzo de algo y no acabará cuando lleguen al pueblo y se reencuentren con los demás.

Esta vez, si les preguntan si son novios, los dos deberían tener clara la respuesta y no reprimirse en confirmarlo.

Ermita donde se supone han pasado el día

El plan

El plan consiste en aprovechar esta peculiar manera de organizar las parejas para «el camino de Emaús» para regresar al pueblo, de tal manera que Manuel entienda que tiene una oportunidad de que vayan juntos, que tan solo tendrá que aprovecharla cuando se le presente o, en todo caso, esperar hasta que se hayan marchado todos y Ana no se le pueda escapar.

Son un grupo de once chicas y siete chicos, se han de formar nueve parejas y, por lo que sabemos, ya hay al menos dos parejas de novios, por lo cual, con un poco de paciencia, estrategia y suerte, las opciones de que Manuel pueda escoger con quién quiere darse ese paseo de vuelta juegan a su favor, sin que tenga que abrir la boca, sin que tenga que hacer nada más que esperar.

Todo el mundo se ha dado cuenta de que durante la charla Ana no ha podido reprimir que es la chica más enamorada del momento, que esa nueva ilusión aflora en ella a la vista de todo el mundo, aunque se guarde para sí el nombre del chico que le provoca esos sentimientos y esas sensaciones, que basta con que éste la mire de reojo para que ella responda con un «sí» sin dudarlo un momento.

Las parejas del Emaus

Camino

El sistema para formar las parejas es un poco diferente al habitual. Esta vez la decisión no la toman los dirigentes de grupo, la responsable de la convivencia ni el sacerdote reunidos en privado y previamente, estableciendo la formación de dichas parejas según consideren es el mejor criterio y consideración.

Foto de grupo // Copilot designer

Esto es, la elección es libre, aunque siguiendo un orden y con una premisa previa, lo que en principio le tiene que dar un doble sentido a la elección y formación de las parejas. Algo en principio tan sencillo de entender cómo complicado de explicar.

  1. El sacerdote nombra a uno de los presentes
  2. Quien sea nombrado ha de escoger al primer componente de la pareja que vaya a salir, alguien con quien se supone no quiere hacer el Emaús.
  3. Quien sea nombrado puede escoger entre los presentes a quien quiera que le acompañe.
  4. Una vez formada la pareja inician el camino y se les da un cierto margen de ventaja
  5. Se repite el proceso hasta que no quede nadie.

Se supone que, según se formen las parejas el grupo, la posibilidad de escoger pareja se va reducción paulatinamente, por lo que la composición de estas depende tanto de a quién nombre el sacerdote en cada ocasión, como de quien sea elegido como acompañante, de manera que los primeros tienen más opciones de elección que los últimos.

Como sucedió la tarde del 15 de febrero, la gente que acudió al encuentro se fue marchando, el grupo se fue redujo hasta el punto de que Manuel y Ana se quedaron solos y éste tuvo la osadía, gentileza y caballerosidad de quedarse a hacerle compañía, por considerar que Ana se quedaba sola y desamparada en aquella avenida, al atardecer, a las puerta de la iglesia.

¿Quién quiere escoger a Ana como pareja para el Emaús?

Ana (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

En principio cualquiera de los allí presentes, porque se trata de Ana, una chica simpática, que brilla con luz propia y que tras haber dado la charla sobre la Vigilia pascual, seguro que tiene mucha conversación. Es una chica sociable y buena amiga de todos.

Además, es la dirigente de la convivencia, de manera que se la puede considerar una chica sería y responsable, comprometida con el carisma del grupo y que de seguro tiene una intensa vida espiritual de la que se puede aprender mucho.

Seguro que ella estará encantada de irse con el primero que se lo proponga y que no pondrá ningún reparo en ese sentido. Tendrá una conversación amena y fluida desde el primer momento.

Tal vez, incluso puede que, en la privacidad de la conversación, quien vaya con ella se gane la suficiente confianza como para que le desvele el nombre ese chico por el que ella se siente llena de vida, amor y alegría, aunque bueno, sus amigas más cercanas ya son consciente de ese secreto. Las chicas pondrán compartir confidencias de chicas. Los chicos mejor no dejan a un lado las aspiraciones románticas.

Es más, afortunado se tiene que sentir aquel chico o aquella chica a quien ella elija, en el caso de que ésta se vea en esa tesitura. Aunque siendo la responsable de la convivencia, lo lógico es pensar que prefiera quedarse la última, que haya de quedarse y cerciorarse de que se forman todas las parejas.

¿Quién quiere escoger a Manuel como pareja para el Emaús?

Manuel (Imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Es un chico que ha venido a la convivencia de la Pascua un poco por libre, un poco obligado por sus amigos de Toledo para que supere ese negatividad que parece tener sobre sí mismo y se convenza de que puede vivir una Pascua como los demás.

Es un chico que se ha mostrado un tanto introvertido durante esos días y quizá demasiado pendiente de Ana, aunque también bastante participativo en las actividades de su grupo, cuando la ocasión así lo ha requerido.

Quién sabe, quizá con la tranquilidad de saber que el paseo hasta el pueblo será largo, supere, en cierto modo, su timidez y demuestre tener mucho tema de conversación, demuestre a quien vaya con él que es un chico que confunde un poco con las primeras impresiones.

En realidad, por lo que ha demostrado a lo largo de esos días, casi todo el mundo tiene claro que, si tiene la opción de escoger pareja, él lo tiene claro. Que el tenga esa preferencia no implica que se vea correspondido por parte de Ana.

Sin embargo, lo que muchos han visto es que Ana le ha estado evitando desde el miércoles por la tarde, apenas se han cruzado dos o tres palabras en esos días, ¡Cómo para que se queden solos durante la hora y media que dura el paseo!

De manera que, si Ana no quiere ir con él, y Manuel ha de escoger otro acompañante, los demás son descartes. No es agradable sentirse la segunda opción de nadie Hay gente mucho más afable y con menos lastres en su conciencia, con los que disfrutar de ese paseo.

Recuerda:

A la Pascua no se viene a hacer el tonto

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