cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

¿Cuánto importa el pasado?

Introducción

Si vas siguiendo la reflexiones de la novela, te habrás dado cuenta de que ya estamos en el sábado por la noche. Está a punto de comenzar la Vigilia Pascual, porque Ana ya le ha avisado a Manuel de que ha de salir a plaza, lo que ha sido otro momento de romanticismo y complicidad por parte de ésta. Le han mirado a los ojos para decirle que le quiere.

Si estuviste atento a la charla que dio Ana sobre a Vigilia entenderás que para ella éste es un momento lleno de religiosidad, pero también de romanticismo, que ella tiene el anhelo de vivir este momento con el chico que haya cautivado su corazón y todas las flechas que dispara Cupido parece que en la misma dirección, tienen un claro y único objetivo.

Sin embargo, es el grupo de Ana el que participa en la celebración y Manuel no será más que un participante más. Lo cual hace que sea un poco complicado por no decir que imposible que vayan a poder vivir este momentos juntos. Va a ser difícil que Manuel le haga un sitio a su lado en el banco, tanto como que ésta se desentienda de la gente de la gente de su grupo una vez que haya concluido su participación en la liturgia.

Además, aún no se ha hecho público y oficial ante sus amigos eso de que ellos dos empiezan a considerarse como una pareja, más bien que Ana se comporta de manera un poco diferente a como acostumbra, pero está demasiado claro con que intención ni pretensiones, aunque las amigas de ésta lo sospechen, por eso de que entre amigas hay confidencias de chicas.

Manuel con gesto de preocupación (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Es sábado por la noche

Sin embargo, aunque no vamos a ocultar que a Manuel le gustaría que durante la Vigilia hubiera un poco más de trato y cercanía con Ana, no sentirse un mero espectador de cómo ésta, de vez en cuando, se levanta del banco para participar de la liturgia y dejarse ver. Ocasión que Manuel aprovechará para buscar otra mirada de complicidad, algún gesto que le dé a entender que ella también le busca y tiene localizado entre la multitud.

Ana con gesto alegre (Imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Pero, como es sábado por la noche, tampoco podemos pasar por alto un detalle. Un detalle al que tal vez Manuel no le está dando la suficiente importancia, porque no conoce su trascendencia, pero que Ana no puede pasar por alto, porque le afecta de manera directa y personal: la llegada de Carlos, su ex, y el hecho de que tienen una conversación pendiente.

Sí, viene Carlos

Carlos (Imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Pero no acude para desestabilizar el corazón ni los sentimiento de Ana; no viene con intención de recuperar y retomar su historia, dado que sabemos que éste ya tiene novia estable y quienes le conocen aseguran con rotundidad que es un chico fiel y responsable, que ya ha pasado página a esa época de su vida, pero que, sin embargo, aún queda algún cabo sueltos que resolver.

A partir de ahora, en cualquier momento, Carlos se puede presentar, por lo que puede decirse que Ana tiene un ojo puesto en Manuel y con el otro está pendiente de la llegada de Carlos; que mientras Carlos no se presente buscará la manera de tener momentos de complicidad con Manuel, de hacer público lo que hay entre ellos, para que no sea algo tan secreto.

¿Es la Pascua el lugar y el momento para hablar de cuestiones personales?

En principio podría pensarse que no. Más bien, que tienen algo que esconder, que aprovechan que están lejos de la ciudad para tratar asuntos personales y privados, cuando siendo los dos de la misma ciudad, del mismo barrio, igual podrían quedar y verse en otras fechas.

Sin embargo, se trata de seguir la historia que se cuenta en la novela, de hacer que Ana rompa definitivamente con su pasado, porque sabemos que aún anda algo resentida consigo misma por aquella ruptura, de la que tan solo ha quedado una buena amistad.

Para el personaje será importante enfrentar pasado y futuro, tanto como el hecho de que Manuel se haya de enfrentar al hecho de que Ana tiene un pasado, del que él no ha formado parte, del que fue un mero espectador cuando, al comienzo de la novela, fue el propio Carlos quien les presentó.

Los ex son el pasado

Se dice, con buen acierto, que en toda relación todo el mundo tiene un pasado y que debería quedarse como tal, que no conviene establecer comparaciones ni equiparaciones, porque es como crearse falsas expectativas que nunca se cumplen y tener más la vista en lo que se dejó atrás que en lo que se tiene en el presente, en el momento actual.

La aparición de Carlos en este momento de la novela, de la historia, es porque poco a poco, y a partir de ahora, la novela se centrará cada vez más en la vida de Ana, dejando un poco de lado todo lo que ya sabemos de Manuel. De manera que Carlos es como ese punto de inflexión en la historia.

¿Qué sabemos de Ana?

Si nos ceñimos a la información que tiene Manuel, lo cierto es que no demasiado, por lo que puede dar la sensación de que no tiene demasiado claro quién ni cómo es en realidad la chica de la que se ha enamorado, más allá de lo que ella misma ha tenido a bien contarle de sí misma en los meses previos.

Es una chica con una vida muy intensa, comprometida con su parroquia, su trabajo y su familia, Una chica bastante divertida y sociable con sus amigas. mientras que Manuel se identifica más con la idea de ser un chico tranquilo

¿Qué sabemos de Manuel?

Con lo que respecto a lo que Ana sabe de Manuel, aclarar que ésta ha tenido la posibilidad de compartir confidencias y secretos con las amigas de Toledo, las cuales suponemos le han informado con pelos y señales sobre el chico que ha sido su pesadilla. que no se lo han presentado como un chico tan maravilloso como para que sea de su interés, pero para ello ya se ha creado sus propias impresiones y valoraciones.

Conclusión

Aunque sea una visita un poco intempestiva e inoportuna, no podemos bloquear la carretera que comunica la ciudad con el pueblo; no podemos detener el tráfico, porque, además, la gente del grupo necesita del coche de Carlos para regresar a casa al día siguiente.

No vamos a llamar a Carlos para decirle que no venga, que Ana se lo ha pensado mejor y aplaza esa conversación pendiente, por dejar que Manuel acapare cinco minutos más la atención de ésta.

Mejor que acuda, que tenga un buen viaje hasta el pueblo y se encuentre el camino despejado, no vaya a ser que alguien se preocupe por su bienestar.

En cierto modo, pensemos que la llegada de Carlos será el aliciente que la falta a Ana para romper su silencio y gritar a los cuatro vientos que Manuel es el chico que ha cautivado su corazón, porque, si Manuel ya tiene sitio en su corazón, lo tendrá también en su vida y, por lo tanto, éste se sentirá obligado a hacerle una visita y descubrir un poco más y mejor a la verdadera Ana.

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