cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

¡Para cotillas, nosotros!

Introducción

¿No te intriga eso de meterte en conversaciones ajenas?

En la vida real es de mala educación y se supone que en la irreal también, pero esto es una reflexión sobre novela «Silencio en tus labios» y, dado que hay cuestiones que no se hablan con la suficiente claridad ni de manera directa, conviene meter la oreja y enterarnos de lo que pasa, de lo que hablan, aunque sin intervenir.

En este caso queremos saber qué pasa con esa conversación entre Ana y Carlos, porque, después de dos años de su ruptura como pareja, no parece que tengan nada en común ni de lo que hablar. Aparte que Carlos ya tiene novia y que Ana se acaba de sincerar con Manuel, por lo que debería enfocar su atención en hablar con éste y no remover el pasado.

Era preferible que mantuviéramos aquella conversación en privado. El tema lo conocía mi director espiritual y no era un asunto del que me gustase que se enterase todo el mundo. En cierto modo, había sido una de las causas por las que Carlos y yo habíamos dado por terminada nuestra relación. Sin embargo, mientras que él lo había superado y aceptado, yo mantenía mis reticencias porque ya era evidente que un cambio de actitud por mi parte no cambiaría lo sucedido.

Ana. Silencio en tus labios. Domingo, 20 de abril, 2003 (6)

Por la entrada anterior sabemos, o queremos pensar, que esta salida de la fiesta es porque Carlos se tiene que instalar esta noche en el alojamiento de los chicos y es Ana quien se hace cargo de acompañarle, que, como no se encontrarán a nadie durmiendo ni con situaciones comprometidas, no hay problema en que Ana se pase por allí.

No son horas para que andorreen por el pueblo. Podemos suponer que son más de las dos o tres de la madrugada y que casi todo el mundo se ha ido a dormir o al menos son horas para pensar en que la gente del pueblo reclama tranquilidad.

calle del pueblo en plena noche
Calle del pueblo en plena noche // Copilot designer

Secretos

No queda demasiado claro quién de los dos sale primero por la puerta y tampoco parece importar, pero el caso es que Carlos y Ana abandonan la reunión. Salen a la calle en busca de privacidad, porque tienen un tema pendiente que tratar del que prefieren nadie se entere, porque puede llegar a ser un poco controvertido.

Hasta ahora hemos supuesto que el motivo de la ruptura de la relación entre Ana y Carlos se debió a un decisión de Ana provocada por su salud, que no quiso ser un atadura ni freno para que Carlos siguiera con su vida.

Sin embargo, esta confidencia de Ana nos deja un tanto contrariados, nos da a entender que hay algo más

El tema lo conocía mi director espiritual y no era un asunto del que me gustase que se enterase todo el mundo. En cierto modo, había sido una de las causas por las que Carlos y yo habíamos dado por terminada nuestra relación.

Es decir, que Ana tiene una vida secreta, aunque ya sabemos que es una chica discreta que no va por ahí hablando de sus intimidades con nadie. Lo que evidencia que, en el fondo, su vida no es tan perfecta como quizá pueda parecer en un principio. En todo caso, ya de por sí se entiende que debido a sus circunstancias tiene alguna que otra dificultad.

Ana con gesto alegre (Imagen oficiosa para la web) // Copilot designer
Ana con gesto alegre (Imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

En este asunto de la ruptura Carlos tal vez no haya sido el chico perfecto por quien todos le toman y que tal vez aquella ruptura estuviera más justificada de lo que hemos supuesto.

Tan solo puedo adelantar y confirmar que la razón de fondo, la principal, fue la salud de Ana. Sin que ahora pretendan, ni ninguno se plantee, retomar su pasado.

Más adelante, en la segunda parte de la novela, se irán descubriendo todo eso que ahora se oculta. Ahora tan solo se van anticipando acontecimientos

Portada provisional en la web para la segunda parte de la novela
Portada provisional en la web para la segunda parte de la novela

De aquello tan solo ha quedado una buena amistad y algo que no quieren que se sepa.

Con Carlos no hay secretos

Es a Carlos al primero que de manera oficial Ana le comenta que ha iniciado su relación con Manuel, no porque sienta que se haya de justificar ante éste, dado que su ruptura fue hace dos años. Se trata, más bien, de darle a entender que ya da por superado todo aquello y empieza a rehacer su vida.

Por supuesto Carlos se alegró con la noticia. En realidad todo lo que hablamos durante aquella conversación resultaba positivo y favorable para los dos y para aquellos que de una manera más o menos directa se vieran afectados por aquellas cuestiones.

Con esto Ana da a entender que, aunque haya salido del comedor de manera un tanto precipitada, mantiene su firmeza en cuanto a sus expectativas con Manuel. Que el hecho de no haberle dicho nada ha sido más por la falta de costumbre que por despiste, por no ponerse en evidencia ante los demás, dado que realmente todavía no han hablado en serio, Tan solo ha habido intercambio de besos en la mejilla, con la excusa de la felicitación por la Pascua y un compartir una taza de chocolate.

Ruptura definitiva

El caso es que Carlos también tiene buenas noticias que dar en cuanto a su relación y por eso es tan importante que se pongan de acuerdo, que zanjen los cabos sueltos que aún les quedan pendientes, porque cada cual ha de rehacer su vida por su lado y esos compromisos y planes de su pasado en común o de ese futuro que no llegará a ser carecen de sentido.

Ana en este punto de la novela se muestra un tanto reservada a la hora de mencionar esta cuestión, ya nos lo confesará más adelante, pero si nos adelantamos a ella y por lo que ya sabemos o intuimos de su historia en común, había planes de boda no muy largo plazo. Es decir que han llegado a compartir algo más que sentimientos y momentos de complicidad como pareja.

Ambos han invertido en un piso que ahora han de determinar quién de los dos se queda. en principio y por lo que se contará en su momento, el piso es de Ana, pero Carlos también ha invertido, por lo cual es lógico que quiera recuperar su parte. Ahora ya hay un motivo para romper con esa sociedad.

Se puede deducir que debido a los problemas de salud de Ana, se habían llegado a plantear que Carlos se quedara con el piso, porque Ana tenía previsto quedarse con sus padres. Sin embargo, debido a este nuevo enamoramiento, a estas recuperadas ganas por vivir, por enamorarse de nuevo, ha recuperado las ilusiones perdidas.

El amor tiene un coste

La cuestión es que, aunque quede un poco mal hablar de dinero, de reparto de bienes, una vez que la relación entre Carlos y Ana está rota y parece que el temor a discutir ha sido lo que ha retrasado que lleguen a dar este paso, ahora parece que les resulta más fácil ponerse de acuerdo.

Ana decide quedarse con el piso y, por lo tanto, devolverle a Carlos su inversión, para que éste pueda hacer planes y tener nuevos proyectos con su nueva pareja, porque Ana confía en que ahora ella también tiene con quién retomar su vida y sus planes, aún sin haber hablado del tema con Manuel y asumiendo el riesgo que ello le puede suponer en todos los sentidos.

  • ¿Querrá Manuel asumir este compromiso?
  • ¿Aceptará Manuel que Ana le quiera condicionar de esta manera?

Se supone que Ana cree conocerle lo suficiente como para asumir este riesgo. Sin embargo, hasta ahora éste tan solo ha hecho alusión a los sentimientos, a esa búsqueda de la complicidad entre ellos dos.

En cualquier caso, entendemos que comprometerse con otra persona implica aceptar sus circunstancias y, por lo que entendemos, Ana parece convencida y dispuesta a aceptar a su lado a un chico que no es todo lo perfecto que a ella le gustaría, pero de quien no sólo sabe ver las cosas buenas y lo mucho que éste puede aportar a su vida, como ella a la de él.

Ana tiene una vida y está dispuesta a compartirla con Manuel. Los problemas espera que los resuelvan y los superen juntos.

Ella va en serio y quiere confiar en que será correspondida de igual modo.

Consecuencias

Nos vamos adentrando poco a poco en la vida de Ana. Como somos «sus confidentes», nos hacemos una idea de lo que le espera al ‘afortunado’ que quiera compartir su vida con ella.

Ahora entendemos un poco más y mejor la trascendencia de la frase «Te quiero, tonto. Luego hablamos.» Que no basta con un beso en la mejilla, una taza de chocolate a medias y buenos sentimientos compartidos y correspondidos, pero es un punto de partida.

¿Avisamos a Manuel o dejamos que lo descubra por sí mismo?

Manuel (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer
Manuel (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Origen