cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

Reencuentro en la mañana

Introducción

Tenemos que los chicos han venido con sus cánticos a despertar a las chicas, a entrar en la casa y sorprenderlas en su despertar de esta mañana de domingo, su último despertar de la convivencia. Lo cual se entiende como una tradición o como tomarse una libertad consentida y permitida por éstas, sin que haya ninguna mala intención ni pretensión más allá de mantener ese buen clima y alegría.

Chicos con las guitarras (faltaría Carlos) // Copilot designer

La visita se supone que se limita a entrar, saludar y que se marchen por donde han venido, porque las chicas se han de asear y no quieren que nadie les moleste, Aparte que ya son once chicas y la presencia de los ocho chicos supone una invasión de su espacio, que haya demasiada gente en la casa, cuando el grupo de por sí ya se considera lo bastante numeroso.

Algunas de las chicas en pijama // Copilot designer

Por otra parte y a nivel más particular, tenemos que se han de empezar a resolver las dudas y cuestiones planteadas en torno a la relación entre Manuel y Ana, que éstos empiecen a dar pasos serios en la buena dirección sin más interrupciones y sin tanto secretismo, dado que el día anterior concluyó con la incertidumbre de sí había una buena comunicación y confianza, si bastaba con un beso de mejilla para despejar cualquier duda.

El reencuentro

Sabemos que a Ana la sorprende, la pilla un tanto desprevenida, porque aún no se ha movido del saco y, dado que por la noche ella fue la primera en acostarse, se entiende que no ha tenido tiempo ni ocasión de buscar la complicidad de las amigas para evitar que la situación se vuelva demasiado comprometida. Puede decirse que es el canto de los chicos lo que la despierta y la privacidad del dormitorio la única ventaja con la que cuenta.

Yo le esperaba ilusionada, confiada en que con un primer cruce de miradas tendría la certeza de que mis dudas se desvanecían y que no despertaba de una pesadilla ni de un dulce sueño. Después de los desencuentros habidos entre nosotros, deseaba que aquel reencuentro me llenase de felicidad y confirmara la intensidad de mis sentimientos.

Ana. Silencio en tus labios. Domingo, 20 de abril, 2003 (7)

Ana con gesto alegre (Imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Por su parte tenemos que para Manuel esto de venir a rondarles a las chicas el último día tampoco es ninguna novedad, por lo que se supone que al menos ha tenido tiempo para pensar en ello, con independencia de que Ana le hubiera o no confesado sus sentimientos. No hemos de olvidar que es la primera vez que coindicen en este tipo de actividades, por lo que ese despertar ya de por sí supone toda una novedad.

Ana fue una de las que aún estaba metida en el saco y a la que contemplé desde la puerta de la habitación, lo que, en todo caso, para mí suponía una novedad encontrarla tan natural una mañana en la que aún no tenía claro si lo sucedido durante la noche había sido en serio o la llegada de Carlos había alterado sus planes y sentimientos.

Manuel. Silencio en tus labios, Domingo, 20 de abril, 2003 (7)

Primeras miradas

Manuel llega mezclado entre los chicos, sin querer atribuirse ni asumir ningún. Parece dejarse llevar por el grupo y preferir comportarse como si su relación con Ana no hubiera cambiado, como si no se quisiera poner en evidencia y tan solo se dejase llevar por la novedad, por el hecho de que las chicas les hayan permitido la entrada a tropel.

Desde el saco, Ana se siente observada por éste y tampoco evita ser ella quien le busque con la mirada, con la inquietud de conocer sus primeras reacciones ante este reencuentro, consciente de que ambos tienen demasiados temores en este momento como si lo sucedido la tarde anterior hubiera sido un sueño del que ahora se empezasen a despertar.

La novedad ya no es que Ana vea a Manuel con cara de recién levantado después de cuatro días de convivencia, sino, más bien, que éste tenga ocasión de saber cuál ha sido el dormitorio que ha ocupado y se haga una idea de cómo ha pasado las noches. Sobre todo que se le permita verla aún acostada, ya que lo de verla en pijama es muy relativo porque Ana sigue metida en el saco y se entiende que protege su integridad.

Ana metida en el saco // Copilot Designer

Manuel:

Aquella naturalidad me encantó, impulsado por la esperanza de que lo nuestro siguiera siendo una realidad, que hubiera que dar a conocer a los demás porque me negaba a ver algo negativo en ello, cuando ante mí, ante los dos, se presentaba un futuro prometedor.

Manuel. Silencio en tus labios, Domingo, 20 de abril, 2003 (7)

Ana:

Ante aquellas miradas intenté mostrarme tranquila, aunque no lo estuviera, dado que para mí aquel momento y situación eran igual de relevantes. En cierto modo, me sentí aliviada cuando comprendí que no buscaba ningún protagonismo, que no le había hablado a nadie de lo nuestro y temía que su actitud resultase tan inoportuna como siempre para más de una. 

Ana. Silencio en tus labios. Domingo, 20 de abril, 2003 (7)

Todo aclarado

Él la mira a ella, ella le mira a él y, sin necesidad de que ninguno de los dos diga nada, se ponga en evidencia ante los demás, parecen entenderse, sobran las explicaciones. Se desvanecen todas las dudas.

Para Ana el silencio de Manuel ante los demás parece clarificador, dado que igual podría haberles comentado sus inquietudes sobre eso de que ésta se hubiera marchado con Carlos, con su ex, si es que los demás eran sabedores del motivo y podían resolver sus incertidumbres. Ana deduce e intuye que no ha sido tema de conversación.

Manuel también parece que deja sus incertidumbres a un lado, porque Ana no le rehuye la mirada, no se esconde como hacía en el comedor. Más bien, aunque Ana tenga la vista puesta en todo el grupo y se avergüence por saberse y sentirse observada, su mayor inquietud, y a la vez su motivo de tranquilidad, es la de saber que él se encuentra allí y la mira con ojos de enamorado.

Cuestiones que se plantean

  • ¿Acaso nadie va a decir nada?
  • ¿No se va a romper el silencio para que su relación sea conocida por todos?
  • ¿Hacemos que Ana salga del saco y que todo el mundo la vea en pijama y enamorada?
  • ¿Dejamos que Manuel dé un paso adelante y se acerque a darle los buenos días, sorprendiendo a todos con su descaro?
  • ¿Cómo se resuelve esta situación de manera novelada?

Origen