cabecera de "Silencio en tus labios" Ana

Dos y compañía para comer

Introducción

Tras el rato de oración y los saludos llega el momento de la comida y esta vez, a diferencia de lo sucedido en el otro pueblo, no se trata de tres mesas, sino que se trata de juntar a los dos grupos y aquí sí hay cabida para todos. Es una comida de confraternidad.

Es en la versión de Ana en la que me quise entretener y contar algo, dado que en la de Manuel parece que hay prisa porque pase todo pronto y no se disfruta del momento. Sin embargo, con la versión de Ana quise que fuese todo más pausado y divertido.

Es decir, que, aunque quise sentarme en el mismo banco que ella no pude, como tampoco durante la comida, aunque ésta se sentó tan cerca de mí como para quitarme la comida y que yo compartiera la suya. De hecho, me dio la sensación de que para Ana suponían un alivio aquellas prisas. Los demás esperaban que se confirmase esa confidencia y ella seguía manteniendo el secreto, la incertidumbre.

Manuel. Silencio en tus labios, Domingo, 20 de abril, 2003 (9)

La comida

Las amigas de Ana ya son conocedoras de su secreto y no quieren desaprovechar la ocasión de que ésta le confirme con algo más que confidencias que lo suyo con Manuel va tan en serio como ésta les ha dado a entender, como si no se lo terminasen de creer del todo o creyéndoselo les cueste aceptar que Ana se mantenga tan reservada en ese sentido.

De tal manera que se organizan entre ellas para conseguir que como había sucedido la noche anterior, Manuel y Ana coincidan en la misma mesa, pero esta vez no en sillas contiguas, sino sentados el uno frente al otro, de tal manera que fluyera esa complicidad entre ellos, que ninguno de los dos se marchara de allí sin haber tenido ocasión de disfrutar de algo juntos.

Como le tenía allí cerca, por darle gusto a la curiosidad de mis amigas y que Manuel tuviera la confirmación de que aquello era intencionado, que me hubiera aprovechado en alguna ocasión de sus distracciones, de que no me prestaba atención, para robarle la comida, unas veces con descaro y otras con disimulo, me hubiera bastado con estirar un poco el brazo.

Ana. Silencio en tus labios. Domingo, 20 de abril, 2003 (9) 

Ana alegre (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Atrapado

Se entiende que esta vez Manuel se siente atrapado y rodeado por Ana y las amigas, un tanto cohibido por la situación, consciente de que aquello cuenta con el beneplácito de Ana, pero a él le pilla un tanto desprevenido, dado que se le pone en esa tesitura sin haber tenido antes la oportunidad de hablar con Ana, de que se hayan aclarado entre ellos.

Es lógico suponer que a Manuel también le tiene que apetecer volver a compartir mesa con Ana, ver cómo se han superado los recelos de ésta a su compañía, pero durante la cena del día anterior está se había mantenido en silencio y durante el desayuno, dado que era el grupo de Ana el que servía, tan solo disfrutó de su compañia mientras está servía la leche y le robaba una de sus galletas.

Manuel (imagen oficiosa para la web) // Copilot designer

Ahora Ana se encuentra sentada frente a él, pero a Manuel lo que le cohíbe es el hecho de sentirse observado por las amigas, que están pendientes de todo lo que sucede. Ana se siente un poco cohibida porque lo de su noviazgo aún no es algo sabido por todos, aunque todo están pendientes de que se desvele el secreto, por lo cual no son tan solo sus amigas quienes les observan.

Se entiende que la comida y la conversación en la mesa es en un ambiente distendido, que Manuel participa con relativa normalidad, hasta el punto que Ana se llega a quejar de que éste no le presta la suficiente atención y en consecuencia no es factible que surja esa complicidad entre ellos.

Intercambio de postre

Sin embargo, le dejé que comiera con tranquilidad. Tan solo compartimos el postre.

Para la cena del día anterior, Ana le dejó a Manuel media naranja de postre, mientras que los demás tomaban natillas. Para el desayuno de aquella mañana, le robó una de sus galletas y para esta comida hace lo propio, sin que en la novela aparezca detallado qué tipo de postre se trata. Es más una llamada de atención porque Manuel se muestra distraído.

De hecho, aunque no esté demasiado claro ni bien explicado en la novela entiendo que es un error de escritor novato, el postre es compartido, es decir, que esta vez hay un intercambio, para lo cual Manuel no pone objeciones

Detalle curioso de la novela

Hasta ahora han sido varias las ocasiones en la que Manuel y Ana se han sentado juntos en la misma mesa y en casi todas, de una manera y otra la comida ha servido como evidencia de esa complicidad entre ambos.

  • En la cena de diciembre con los amigos, no se sentaron juntos, ni compartieron nada, tan solo miradas para desmentirse el uno al otro la insinuaciones de sus amigos sobre esa hipotética relación entre ambos.
  • En la cena de febrero, en el restaurante chino, compartieron menú y gastos, por ser los últimos en llegar. Cena tras esa conversación en la que Ana le dice a Manuel que tiene mucho que mejorar para que ella se interese por él
  • Cena del sábado, primera vez que se sientan juntos después de que Ana le haya confesado a Manuel sus sentimientos, comparten una naranja
  • Esta comida de confraternidad como reafirmación y confirmación

Aparte se puede considerar esa taza de chocolate caliente compartida durante la fiesta posterior a la Vigilia, pero como tal no se sientan a la misma mesa, porque Ana es una de las encargadas del reparto, pero el caso es que tomó un sorbo de la taza de Manuel antes de entregársela.

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